ANTES DEL SÍ. ━ NICHOLAS ALEXANDER C.

16|Esto, simplemente no funciona.

[ SEIS MESES DESPUÉS ]

Ellie Maxwell.

—Bién, Ellie... hemos tenido muchas sesiones. Normalmente, solo son ocho, pero contigo fueron... trece. —Suspiró pesado.
—¿Qué hay de malo en eso? Ya no amenazo a mi novio persiguiéndolo con un cuchillo. —Reí de mi comentario.
—No es gracioso, es algo, enfermo. Sobre todo, que eres manipuladora. ¿Cómo puedes amenazar a un chico tan vulnerable con suicidarte? ¿Sabes todo el daño que le has hecho? —Yo negué.

—Solo lo he hecho llorar dos veces. —Contesté.
—Ellie, por favor, toma las cosas en serio. Puedes irte a un psiquiatrico, y si Nicholas quiere, te lleva a la cárcel. —Me confundí.

—Bueno, esta es nuestra última reunión. Aquí está su dinero, un placer trabajar con usted. —Él tomó el dinero.
—Bueno. Has tenido un buen proceso, en verdad, te felicito, has demostrado que se puede cambiar con los hábitos correctos. He decidido que mi trabajo contigo está hecho. Tienes los recursos suficientes para enfrentar la problemática. —Aplaudo repetidas veces.

—¡Debo decirle a Nicholas! —Dije emocionada.
—Espera, sin embargo... —Chasqueo con la lengua.
—Debes tomar tus medicamentos con menos frecuencia, para irlos dejando poco a poco. Así, eliminarás la dependencia de que " sin medicamentos " no funcionas. —Yo asentí.
—Espero haberte ayudado. —Me hizo una seña para salir.
—¡No lo dude! —Contesté eufórica.

—¡Ellie! —Me llamó el viejo hombre.
—Dígame. —Contesté.
—Por favor, controlate. Nicholas te quiere, no lo lastimes más... —Yo asentí varias veces.

Salí del consultorio contenta, varias personas estaban esperando.

Nicholas estaba afuera, esperando por mí.

—¿Cómo te fué? —No respondí, solo le di un beso.
—¿Qué crees, lindo? —Contesté acariciando su mejilla.

Inmediatamente me separé, teniendo una actitud seria.

—Solo debo, controlarme con las pastillas. —Comenté rizando un mechón de mi cabello con mi dedo índice.

—Lo único que me gusta de eso, es que cuando tenemos sexo, eres dulce y luego eres salva... —Lo interrumpí dándole un leve golpe en el pecho.
—¡Nick! Eso no se dice. —Lo regaño mientras él ríe.

Su teléfono comenzó a vibrar, lo que interrumpe nuestras risas.

—Dame unos segundos, me llama Demitra. —Demitra era una de sus compañeras de rodaje, nunca entendía el porqué lo llamaba.

—Lo siento, estoy con mi novia ahora. —Dice.
—Sabes que pronto pasará, si quieres nos vemos a solas en el Sunset Boulevard. —Abrí mis ojos.

¿Qué?

Nicholas me mira por unos segundos, notando que probablemente, esté echando humos por los oídos.

Guardó su teléfono y me guiña un ojo.

Yo solo subí al auto, específicamente en el asiento de copiloto.

Si esto no fuera un auto deportivo, definitivamente me sentaria en los asientos de atrás.

En todo el trayecto, no dije ni una sola palabra, respiraba pesadamente.

Él de repente frenó de golpe y colocó su mano en mi muslo.

—¿Por qué frenas? —Pregunté mirando al alrededor.

Noté que él colocó el seguro para niños.

—¿¡Qué he hecho ahora!? —Exclamó eufórico.
—N-nada. —Respondí fingiendo una sonrisa.