En Valdoria, la mítica Noche Negra dejó profundas cicatrices: una noche de traición y sangre que aniquiló a los antiguos herederos y sumió al reino en una era de incertidumbre. Desde entonces, dos profecías han marcado el destino de sus habitantes...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El gran salón está colmado de luces, música y risas. La celebración del cumpleaños de Esme, la pequeña hija de Ariel Itami, se ha convertido en un evento brillante y lleno de vida, una pausa en medio de la seriedad que a menudo rodea a la nobleza de Valdoria. Tan pronto como Esme avista a su abuelo, su rostro se ilumina, y sin pensarlo dos veces, corre hacia él.
Esme: "¡Abuelo! ¡Abuelo! ¡Mira mi vestido nuevo!"
Aldric se arrodilla para recibirla, su expresión suavizándose al verla. La inocencia y la alegría de su nieta son un recordatorio de la verdadera razón por la que se esfuerza tanto por preservar el legado de los Itami.
Aldric: "Estás tan hermosa, mi princesa. ¡Ese vestido es digno de una futura reina de Valdoria!"
La niña ríe, y justo detrás de ella aparecen Milicent y Ariel, quienes se acercan con sonrisas de satisfacción y orgullo. Aldric se pone de pie, y después de compartir una mirada con Tristan, ambos dirigen su atención a Ariel.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tristan: "Ariel, necesitamos hablar contigo sobre un asunto importante. Será rápido; confío en que podrás regresar a la celebración."
Ariel asiente, lanzando una mirada de disculpa a su esposa Milicent, quien le sonríe y se inclina para tomar de la mano a Esme.
Milicent: "Iremos a bailar un poco, amor. Cuida de nuestro reino mientras tanto."
Ariel sonríe y sigue a su padre y su abuelo. Caminan por los amplios corredores del castillo, dirigiéndose hacia los jardines para una conversación más privada. Aldric, siendo el último en la fila, camina en silencio, su mente absorta en los desafíos que enfrenta el reino. Pero justo cuando gira en una esquina, se detiene abruptamente.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
