Bajo la luz del Sol [Lancelotxoc]

-El rencor de Edimburgo parte final-

Cuando Deathpierce se levantó Edith se pudo en guardia.

—¡no se adelanten, torpes impertinentes! —gritó Deathpierce molesto mostrando un vaculo que era muy extraño.

De este comenzó a salir energía morada la cual hiba tras de Lancelot y Edith, Lancelot no tardo en esquivar transformandose en esa hada, al igual que Edith quien esquivaba los ataques a una velocidad abrumadora.

Derrepente rompió una pared y dejo de atacar, Edith comenzó a sentir magia emanando de aquel lugar eran los reenes.

—Tengo mejores cosas que hacer que cuidarlos a ustedes, mocosos. Ellos seran los adversarios perfectos—dijo Deathpierce burlon mientras atraía a aquellos gigantes, demonios y hadas con aquella magia extraña.

—los controla esa cosa —dijo Edith en susurro pero lo suficientemente alto para que Lancelot escuchara.

—¡eso ahorrará tiempo! —dijo Lancelot para comenzar a correr hacia Deathpierce.

—eres un tonto ¿no?—dijo Deathpierce con seriedad para atrapar a Lancelot.

—¡Lancelot!—gritó Edith preocupada—maldito...—murmuro molesta.

—Jajaja, ni un humano ni un hada ¿no?¡interesante! Supongo que no me hará daño ver en qué te transformaras, aunque dudo que sirvas de mucho —dijo Deathpierce sonriendo burlon.

—maldicion —dijo Tristan para ir a salvar a Lancelot.

—¡Tristan no le des la espalda al enemigo!—gritó Edith mirando como dejaba al enemigo que anteriormente enfrentaba.

Sin embargo esa cosa lo detuvo a tiempo.

—¡tu enfréntate a el! ¡yo salvaré a Lancelot! —gritó Edith.

Edith corrio hasta donde estaba Deathpierce y comenzó a intentar golpearlo, solo necesitaba un golpe y ganaría, solo uno, pero como ya sabrán Tristan ignoro esto y lanzó un ataque hasta Deathpierce justo cuando Edith acertó aquel golpe haciendo que Deathpierce liberara a los reenes, su felicidad duró poco pues aquella abrumadora magia golpeó a Edith haciéndola estrenarse contra la pared, Lancelot recién liberado se hacerco a ella comprobando su estado, mientras tanto aquella bola con poder de demonio salió rompiendo las paredes del castillo.