One Shots : Marvel (1)

"I KNOW YOU ARE"

El profesor te había enviado en una misión junto con Ororo y Jean para rescatar a un par de mutantes con los que los humanos estaban experimentando en una base militar. Estabas contenta porque te Xavier viera que ya controlabas lo suficientemente bien tu mutación como para enviarte en una misión, pero a la vez triste porque eso significaba mantenerte un par de días alejada de tu novio.

Estabas guardando en una bolsa un par de cosas que ibas a necesitar, cuando sentiste su poderosa presencia tras tu espalda. Te giraste y lo viste apoyado contra la jamba de la puerta. Una sonrisa asomó a tus labios cuando lo viste, el imitó tu gesto.

-Hola –dijiste-

-Hola princesa –respondió señalando con la cabeza hacia la bolsa- ¿Haciendo las maletas?

-No lo digas como si no fuera a regresar –dijiste cerrando la cremallera, cogiste la bolsa y dejaste un suave beso en sus labios- volveré pronto –murmuraste- ni siquiera te enterarás de que me he ido

-Te estaré esperando –te guiñó un ojo, a la par que te besaba de nuevo- adiós

-Adiós –susurraste dándote la vuelta rápidamente-

No te gustaban las despedidas, así que siempre preferías hacerlas rápidas, como arrancar una tirita del tirón para que no hiciera tanto daño.

La misión que se suponía que iba a durar un día se transformó en tres debido a un factor sorpresa que no se esperaban : la seguridad del complejo era tal que daba igual cómo entrasen, les detectarían en cuánto pusieran un pie cerca de la instalación, por lo que tuvieron que idear uno nuevo, y hacerlo llevaba tiempo.

En esos instantes estabas sola en tu habitación de motel, las chicas habían ido a por algo de comer y a hacer algunas preguntas sobre la instalación a los lugareños para recabar información. Tu decidiste quedarte a vigilar el fuerte. Ellas lo entendieron. Era tu primera misión y no querías entrar en acción todavía.

Tu mente volvió a Logan. En realidad nunca se había ido de ella. Por lo que a ti respecta, vivía en tu mente gratis y sin pagar el alquiler. Alargaste la mano hasta el móvil y marcaste su número. Pícara le había enseñado a usar el aparato, y el se creía un experto solo por saber cambiar el fondo de pantalla. Sonreíste al recordar su cara cuando le enseñaste a hacerlo.

Contestó al primer tono

-Hey Kid –saludó- ¿Va todo bien? –preguntó preocupado-

-Todo bien –asentiste, el soltó una exhalación- ¿Qué estabas haciendo?

-Pensando en cuánto te echo de menos –confesó haciendo que te sonrojaras- ¿Tú me echas de menos?

-Sabes que sí –contestaste con sinceridad-

-Oye –dijo, su voz se había vuelto ronca y peligrosamente baja, lo cuál mostraba cuáles eran sus intenciones- ¿Porqué no abres uno de tus portales y vienes a verme? –cuestionó- serán un par de minutos, no se darán cuenta de que te has ido

La oferta sonaba tentadora, pero te obligaste a mantenerte firme. Por mucho que quisieras, no querías escaquearte de la misión usando tu mutación. Sentiste que si lo hacías, traicionarías la confianza que Ororo, Jean y sobretodo el Profesor habían puesto en ti.

Con todo el dolor de tu corazón, negaste con la cabeza

-No puedo –dijiste, el chasqueó la lengua al otro lado de la línea- quiero hacerlo –admitiste- pero no puedo

-Oh así que quieres hacerlo ¿Eh? –inquirió, su tono juguetón hizo que te revolvieras nerviosamente en la cama-

Casi podías verlo frente a ti, con su sonrisa burlona y su mirada puesta en la tuya, retándote.

-Logan, para –dijiste, su risa ronca llenó el otro lado de la línea-

-No estoy haciendo nada, cariño –sonrió- dime que llevas puesto –agregó haciendo que te sonrojaras-

-Nada –provocaste, el soltó una maldición por lo bajo, lo que te hizo reír-

-Mierda, no me tortures así –gruñó, como vio que no contestaste siguió diciendo- apuesto a que ya estás mojada –susurró haciéndote ahogar un gemido- corrijo, SÉ que lo estás –murmuró-

Sin darte cuenta tu mano se coló bajo los pantalones cortos de pijama que llevabas, y dentro de tu ropa interior. Rozaste con los dedos tu manojo de nervios, mientras seguías escuchándole.

-Sé que te estás tocando –gruñó- joder, te echo tanto de menos –confesó- mi chica –dijo haciéndote jadear- ¿Vas a ser una buena niña para mi? –preguntó, tu asentiste a la par que respondías-

-Si –susurraste sin aliento- si lo seré Logan –murmuraste- por favor no puedo... -lloriqueaste- te necesito tanto

-Lo sé princesa, yo también te necesito –gruñó- cuando vuelvas te voy a encerrar conmigo en nuestra habitación –soltó- no saldrás hasta que yo te lo permita, hasta que tus piernas tiemblen por mis embestidas y te sientas tan llena de mi que no puedas pensar en otra cosa –un jadeo escapó de tus labios- Te gustaría eso ¿verdad? –cuestionó- que tu papi te demostrara cuánto te ha echado de menos

-Me encantaría –jadeaste al sentir que estabas cerca- joder, Logan no puedo... -suspiraste- no puedo aguantar más, necesito...

-Hazlo, córrete para mi –ordenó, y así lo hiciste-

Mientras descansabas sobre las almohadas tratando de recuperar el aliento, su voz sonó al otro lado de la línea.

-¿Cuándo vuelves a casa? –preguntó, su voz ahora era genuinamente preocupada-

-Si todo va bien mañana por la tarde –respondiste-

-Espero que todo vaya bien –murmuró tu asentiste con la cabeza, a pesar de que el no podía verte- te necesito aquí, a mi lado

-Yo también quiero estar ahí contigo –dijiste- te prometo que mañana a estas horas estaré acurrucada contra ti en nuestra cama

-Más te vale –bromeó Logan haciéndote sonreír- tu lado de la cama se está quedando frío

-Entonces tendremos que calentarlo de alguna manera –soltaste sin darte cuenta de lo que habías dicho-

Un silencio se apoderó de la línea antes de que Logan lo rompiera diciendo :

-Bueno –rumió en voz baja- se me ocurren un par de cosas que podemos hacer para solucionarlo