One Shots Batfamily Vol.3

❤️Por las Noches

—¿Hasta cuando fingirás que odias a ___?

Jason resopló mientras subía y bajaba de la barra.

—Yo no estoy fingiendo nada.

Dick sonrío de manera pícara y con la punta de los dedos le picó las costillas a Jason haciéndolo irritar.

—Ajá si, si, la odias tanto que la desvistes con la mirada.

Enojado Jason bajo y lo encaró.

—Deberías operarte los ojos, la vejez ya te está afectando la visión–caminó hacia la banca de flexiones y se sentó.

—Di lo que quieras de mi edad, pero es más que obvio que cada vez que ella viene a la cueva, a ti te pasa algo.

—Me pasa que me jode la existencia–tomo las mancuernas tratando de ignorar a Dick.

—Por que no te la puedes tirar–canturreo.

—¡carajo Dick! ¿No tienes a quien más molestar?

Él solo se echó a reír, de verdad estaba disfrutando el momento.

—Lo peor de todo, es que dices que no te agrada pero no sabes disimular tus mentiras.

—Ella no me agrada.

—¿Ah si? ¿Y por qué no?

—Por qué es una creída, se cree muy inteligente, muy fuerte y muy hermosa.

—Tú si que no sabes mentir–dijo riendo mientras giraba los ojos.

—Piensa lo que quieras–le dio la espalda secando su sudor con una toalla–primero muerto antes que tener algo con ella.

Tomó una botella de agua del mini refrigerador.

—Solo para que sepas, ya te moriste–Jason lo miró enojado, a lo que Dick levantó las manos en rendición–bien, bien como digas hermano, pero el que te empeñes a negarlo, solo me lo confirma.

El tono burló que utilizo al último fue suficiente para que Jason se girara y le lanzará la botella de agua.

Dick la esquivo y se fue de la cueva riendo.

—Cirquero idiota.

[•••]

En una habitación de la mansión, se encontraba en penumbras, la única luz provenía de la luna que se filtraba por la ventana. Jason, el dueño de aquel cuarto, se encontraba tendido en la cama.

Pero no estaba solo. ___ estaba sobre él, sus cuerpos entrelazados mientras compartían un beso apasionado. Sus manos recorrían la espalda de ella, atrayéndola más cerca, sintiendo cómo el calor entre ellos se intensificaba con cada segundo.

___ jadeaba suavemente contra sus labios, su piel cálida contra la de él. Jason no podía evitar sumergirse en ese momento, perdido en la forma en que ella susurraba su nombre, en cómo sus cuerpos parecían encajar perfectamente en el movimiento desesperado de ambos.

El deseo lo consumía, sus manos explorando su cintura, sus labios devorando los de ella como si el mundo se estuviera acabando. El sonido de su jadeo mezclado con su nombre hacía que su corazón latiera con fuerza.

Pero justo cuando su cuerpo sintió acariciar el clímax de su desenfrenado éxtasis, la sensación desapareció.

Jason se despertó de golpe, el pecho subiendo y bajando rápidamente, con gotas de sudor perlándole la frente. Su corazón latía como un tambor mientras miraba alrededor, dándose cuenta de que estaba solo en su habitación. El sueño había sido tan vívido que casi podía sentir la suavidad de los labios de ___ en los suyos.

—Joder... —susurró, pasándose una mano por el rostro y cerrando los ojos con frustración.

No podía seguir negándolo. Esos sueños lo estaban volviendo loco. Estaba completamente jodido porque, aunque no quería admitirlo, ___ había entrado en su mente y no había forma de sacarla.

Deja do caer su espalda en la cama, dejó escapar un suspiro resignado.

—Sí... estoy jodido —murmuró para sí mismo, sabiendo que sus sentimientos por ella eran mucho más que simples atracciones pasajeras.