Quince - Cambiare por ti

99 16 2
                                    

Narra Nicole

La mañana amaneció con un aire distinto. Quizá fue la claridad del día o el recuerdo de las palabras de mi hermano e Iván de la noche anterior, pero algo en mí quería dejar las dudas atrás y apostar por lo que sentía.

Después de que ayer dejara a Iván solo afuera de mi casa, constantemente estuve recibiendo mensajes de él. No quiero hacerlo sentir mal ni nada por el estilo. Solo quiero pensar.

Lo estuve ignorando todo lo que restó del día anterior. No les negaré que me dolió hacerlo, y sé que a él también. Dormirme sin su "Buenas noches, mami, te quiero" fue la causa de una mala noche.

Decidí llamarlo. No quería esperar más para verlo. Después de un par de timbres, contestó con su tono habitual, una mezcla entre confianza y ternura.

No se escuchaba nada molesto por el hecho de que lo estuviera ignorando.

—¡Mami! Buenos días, hermosa. ¿Cómo estás? ¿Necesitas algo? —preguntó Iván.

—Buenos días, Iván. ¿Estarás ocupado el día de hoy? —pregunté, con un toque de nervios.

—Mmm, un poco, pero para ti estoy libre todo el día. ¿Cuál es el plan? —dijo Iván. Me encantaba que siempre estuviera disponible si lo necesitaba.

—Necesito que hablemos. ¿Qué te parece si hacemos algo diferente? Comemos sushi en la playa, sin preocupaciones, solo tú y yo. —Intenté sonar casual, aunque mi corazón latía rápido.

Iván tardó un segundo en responder, pero luego soltó una pequeña risa.

—¿Tú planeando una salida para que hablemos después de que me ignoraras? Jalo, chiquita. —Su tono era juguetón, pero noté un toque de sorpresa.

—Te veo en la playa a las 5:00. —dije por último, para colgarle.

Quería sacarme las dudas.

No faltaba tanto tiempo, así que fui ordenando el sushi.

Me di una ducha rápida y me puse la parte de arriba de un bikini rojo y unos shorts de mezclilla. Pues era la playa, obvio no iría tan producida. Dejé mi pelo lacio y fui a recibir el sushi.

Decidí irme, y al llegar puse una manta y me senté. Acomodé la comida y lo que traje. Me quedé pensando, viendo las olas del mar y el sol que poco a poco bajaba.

Narra Iván

Iba en camino a la playa que queda cerca de mi casa. Nicole y yo acordamos vernos ahí. Dijo que quería hablar conmigo, algo que me preocupa, pero a la vez me parece bien , ya que no me gusta que me ignore.

Al llegar, la vi sentada en una manta con un bikini rojo. Estaba admirando la vista y ya tenía todo listo.

No les negaré que me quedé admirando a la mujer frente a mí, pero decidí acercarme.

—Hola, chula. —Me senté junto a Nicole y le dejé un beso en la comisura de sus labios. Ella contestó con una hermosa sonrisa. Supongo que el enojo había desvanecido un poco.

—Hola, Iván. Mira, traje diferentes tipos de sushi, eh. No sabía cuáles te gustaban. —dijo Nicole.

—No te hubieras preocupado, hermosa. Ahorita te pago todo. Pero dime, ¿sobre qué quieres hablar? —Me enfoqué en aquellos ojos hazel que tenía frente a mí, aquellos reflejaban palabras que no podía descifrar.

—Iván, perdón por haberte ignorado el día de ayer. La verdad estaba en guerra con mis pensamientos. Las palabras de mi hermano resonaban en mi cabeza. Tiene razón en muchas cosas, y eso me asusta. —admití. Mi voz era apenas un susurro. Bajé la mirada, tratando de evitar sus ojos, pero sentí cómo su mano buscaba la mía, cálida y segura.

Obsesionado - I.A.GDonde viven las historias. Descúbrelo ahora