Cora despertó abrazada a su novio, lo que hizo que sonriera y escondiera su cara en el cuello de Spencer, inspirando el olor a colonia del chico. Olía a café. Siguió abrazada a él quince minutos más, hasta que tuvo que ir al baño.
Cuando entró y se vió en el espejo, se dio cuenta del mal aspecto que tenía. Ojeras demasiado grandes, pelo con las puntas abiertas... Se levantó la camiseta y vio alguna cicatriz del accidente de coche de hacía unos meses.
Cora no pudo evitar reír, aunque era más bien un llanto con risa. Desde el accidente de coche, había pasado casi más tiempo en hospitales que en su casa. La casa de Spencer. Cuando terminó en el baño, decidió escribirle un mensaje a Geoff.
"Siento molestarte un sábado, pero necesito hablar contigo"
"No me molestas, mi puerta siempre está abierta para mis pacientes, ¿te parece bien venir hoy a las cuatro?"
"Sí, perfecto, gracias Geoff"
"De nada"
Cuando fue a la cocina, vio a Spencer haciendo unas tostadas, él le sonrió, y ella intentó sonreírle de vuelta, pero no pudo, cosa que no pasó desapercibida para el castaño, que dejó lo que estaba haciendo y le agarró las manos a su novia.
-¿Estás bien? No tienes buena cara.
-Sí, solo... Creo que me he resfriado.
-Ah... ¿estás segura de que es eso?- a ella se le nubló la vista y se llevó una mano al pecho.
-Creo que no...- empezó a llorar.- Por mi culpa el otro día, Tucker entró aquí y destrozó todo. Y tengo mucho miedo.- Spencer se sorprendió, nunca había visto así a Cora.- Tengo miedo de que ahora que sabe dónde vivo, venga aquí más veces, o que te haga daño a ti. Puedo permitirme que me lo haga a mí, pero si te pasara algo a ti, creo que nunca sería capaz de perdonarlo.
-Eh, eh, eh... Primero de todo, nada de esto es culpa tuya, segundo, hay agentes en la puerta de casa, protegiéndola, las veinticuatro horas del día, y tercero, no me pasará nada, no mientras estemos juntos.- ella le abrazó.- Te prometo que no hay nada que nos pueda separar.
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Tick, tick... BOOM [SPENCER REID X FEM OC] EN EDICIÓN
FanfictionCuando Coraline entró en la BAU, sabía que su trabajo no sería fácil. Pero, junto a sus compañeros del FBI, consigue que todo se haga menos difícil. Allí, conoce a Spencer Reid, un genio incomprendido. Ambos entablan una amistad un tanto turbulent...