🔥CAPITULO 17🔥

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¿Cómo es que solo una persona me dijo nada más que me equivoqué de números de capitulos desde el principio? Desalmadas.

¿Cómo es que solo una persona me dijo nada más que me equivoqué de números de capitulos desde el principio? Desalmadas

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Génesis.

Lo abrazo alrededor de sus hombros y tomo el anillo de mi otra mano apretando el seguro.

Mafioso: Nos vamos.

Génesis: Lo haremos.

Sonrío y le muestro el precioso que cuelga de mi dedo haciendo que abra grande los ojos.

Mafioso: ¿Qué haces?

Génesis: ¿De qué hablas? Pensé que querías casarte conmigo, yo te regalo el anillo primero —meto el anillo en su boca abierta antes de agarrar el cuello de su camisa y acercar su rostro al mío— te metiste con la persona equivocada, tocaste a mis personas y eso no es algo que perdone fácilmente.

Le doy la vuelta y agarro su cuello mientras le muestro la bomba a todos los hombres que están aquí, se tensan automáticamente y se miran unos a otros, la oportunidad es aprovechada por Dmitri quien sale a matar a todos los que pueda con las balas que tiene y otra vez, aquellos disparo de francotirador vuelven a hacerse presente matando de uno a uno.

Parece un juego del calamar viendo caer a cada uno con disparos en la cabeza o el cuello torcido por los demás.

Konstantin: Pequeña ¿Que haces? No hagas locuras.

Se pone de pie rengueando.

Mafioso: Escucha a tu compañero, esto terminará muy mal para ustedes.

Génesis: Mirá a tu alrededor —lo hace, hace un gran esfuerzo por esconder su tensión al ver a todos sus hombres muertos, pero no es suficiente para que yo no lo note— estás jodidamente solo y a mí merced.

Una bala de francotirador llega nuevamente, está vez más cerca que las anteriores, casi puedo escucharla pasar por mis oídos aunque no es así, la bala fue directo a la muñeca del mafioso de la mano que tenía el arma.

Sonrío cuando grita de dolor, disfruto de ello, es como música para mí después de tener que escuchar los quejidos de mi hermano cuando le dispararon y golpearon.

Mafioso: Lo que hacen es ilegal.

Chasqueo la lengua.

Génesis: ¿Que no sabes tú que los políticos y los militares son los más corruptos? —miro hacia los demás que ayudan a mi hermano a sostenerse de pie— salgan.

Sergei: No nos iremos sin tí.

Dmitri: ¿Qué planeas hacer? ¿Explotar con él?

Génesis: Salgan y saldré detrás de ustedes.

Konstantin: Sal con nosotros pequeña.

Génesis: ¡Salgan o explotamos todos incluyendome!

A regañadientes y entre quejas empiezan a salir dando largas miradas detrás de su espalda para verme.

Cuando salen sé que mi diversión empezó, quería que su muerte sea lenta y dolorosa, pero no tengo tiempo, dentro de poco vendrán los refuerzos que tendrías que haber llegado hace mucho rato y no me dejarán matarlo porque este hombre es jodidamente importante para conseguir información, lo doy vuelta haciendo que me mire, su mandíbula apretada delata el dolor que está sintiendo, la palidez y la sangre son una clara advertencia a que se está muriendo así que tengo que ser más rápida.

Con el seguro de la bomba apretado fuertemente lo paso hacia su mano sana y la aprieto con sus dedos antes de soltarla.

Génesis: Ahora no podrás decir que te mate, dependerá de ti cuánto tiempo quieras vivir.

Mafioso: Podría soltarlo ahora y moriremos los dos.

Sonrío y palmeó su pálida mejilla.

Génesis: Pero no lo harás porque eres jodidamente cagón, le temes a la muerte, temer al dolor, puedo verlo en tus ojos, el miedo brilla más fuerte que tu vida, no estás hecho para esta vida.

Mafioso: Me estoy muriendo de todos modos.

Génesis: Podrías soltar el seguro y matarme contigo —me encojo de hombros— no tengo miedo a la muerte y menos al dolor, en mi nuca siempre hubo una fecha de muerte que cada día tiene un día menos, estoy acostumbrada y conforme con eso, en cambio ¿Tú? ¿Estás conforme con lo que has vivido? Piénsalo mientras sujetas el seguro.

Empiezo a irme, al llegar a la puerta del almacén miro los techos a lo lejos de este almacén abandonado intentando adivinar la ubicación del francotirador que nos ayudó, sonrió de lado cuando un punto brilla a lo lejos, el láser verde del rifle me apunta el pecho antes de ir hacia mi cabeza, sabiendo que me está viendo habló para que pueda leerme los labios.

Génesis: Es tu turno.

Le digo esperando que entienda lo que quiero decir, el láser se apaga y estando segura de que comprendió sigo caminando hasta que a pocos metros de mí veo a los demás, sonríen cuando me ven, el alivio se refleja en sus rostros como si fueran esperado que explotara con ese asqueroso y estén felices que no sea así, pero en una fracción de segundo sus ojos se abren y gritan aunque no los escucho porque el ensordecedor ruido de la bomba explotando los tapa, la onda expansiva me tira hacia adelante varios metros hasta que caigo sobre la tierra rodando.

Mi cuerpo entero cruje y la bala que aún está en mi hombro parece incrustarse todavía más, son tantos los lugares que duelen que no puedo adivinar cuál es el que más lo hace, termino boca arriba tosiendo entre el polvo que levantó la explosión gimiendo del dolor.

Intento levantarme solo para volver a tirarme al suelo cuando un dolor agudo me ataca el cuerpo entero, lo entiendo mis huesos está resentido, más no están rotos así que apretando las muelas y tragándome el dolor vuelvo a intentarlo, está vez lo hago, mis pasos son pesados intentando seguir los gritos que me llaman, pero mi vista empieza a nublarse.

Sacudo la cabeza, intentando dispersar la negrura, no sé si podré, el dolor es fuerte y mi visión borrosa, los gritos empiezan a hacerse lejanos, de pronto un punto verde aparece en el suelo frente a mi y casi sonrió cuando empieza a moverse hacia adelante guiandome, sigo sacudiendo la cabeza, un poco más, solo un poco más, sólo tengo que aguantar hasta llegar a donde ellos están porque el polvo no bajará tan rápido y no podrán encontrarme hasta que eso suceda.

Cuando la luz verde se apaga confío en que me guío dónde debía, la negrura se hace más densa, el dolor más intenso y mis pulmones menos capaces de contener aire.

Caigo de rodillas al suelo sintiendo todo el dolor de mi peso sobre ellas antes de que la inconsciencia me atrapé.

Los salve y eso era todo lo que importaba en ese momento, no importa si ahora la negrura me muero por completo o si el dolor me atraviesa tan fuerte que podría gritar.

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