Parte 23

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El castaño al dirigir su mirada a Sohee hizo un chasquido, al mismo tiempo levantando la mano, tratando de pedir el silencio, pero para su mala suerte mis sollozos y los quejidos de Sohee hacia que aquella habitación estuviese en total desorden.

- ¿Entonces le darás un hijo al estúpido de Jungkook? - preguntó de forma divertida, provocando que este me tomara del mentón sin quitarme la mirada ansioso por saber mi respuesta.

-Acaso no oíste idiota. – dije histérica mirándolo fijamente a los ojos sintiendo como enrojecían a través de sus pupilas, el dolor estaba por atormentarme, pero es ahora donde debo mantenerme firme

La sonrisa sarcástica del castaño en segundos cambió a una amarga por lo que al momento quitó su mano de mi mentón, pero no obstante queriéndome quitar de ahí el desconocido con rapidez agarró mi mano

-Woobin, llévatela a otra habitación. – ordenó el castaño apuntando con una sola mano a Sohee, lo que ocasionó que un grito de la castaña resonara en aquella habitación, abriendo mis ojos a la par al ver aquellos jaloneos que le dejaban  notándose aquella rabia que sentía al tener a esos hombres forzadamente.

Los sollozos y quejidos de Sohee cada vez era más, queriendo evitar que la llevaran a una habitación totalmente desconocida y sola, eso hizo que el desconocido se centrara en aquella mujer lo que ocasionó que este me soltara sin darse cuenta, aun así, con mi rostro enrojecido del coraje y llanto tomé la voluntad de agarrar mi tacón arrojándoselo en la cara con fuerza provocando que este maldijera al momento, solo corrí un tanto queriendo ayudar Sohee, tratando de hacer algo pero como era de esperarse esos hombres eran lo suficiente fuertes para alguien tan débil como yo.

- ¿De verdad es necesario hacer toda esta mierda? – mencioné entre dientes queriendo no bajar la mirada frente a aquellos hombres.


Pero unos brazos rodeando mi cintura hizo que lo hiciera, escuchaba aquellos pasos y los bajos sollozos alejándose de la habitación hasta estar en totalmente silencio donde solo mis ligeros sonidos que provocaba esas lágrimas que caían constantemente al suelo, no tenía ni la fuerza de mirar, me sentía destrozada, tan solo no merecíamos estar aquí sufriendo de esta manera, al menos no ella....

La mano del individuo bajaba a mi pequeña barriga que esto provoco un revoltijo en mí, este tan solo hizo un solo movimiento, pero no obstante la voz de un hombre hizo que se detuviera

-jefe Mingyu, recuerde que ella esta embaraza, y sabemos quién es el padre.

Escuché a lo bajo y por último cerrarse aquella puerta dejándonos completamente solos.

-Crees que dejaré que me toques. – solté al instante quitando con fuerzas la mano del castaño.

-Eres muy linda. – dijo divertido. - estamos aquí para pasarla bien

-así que relájate, esto no es un maldito secuestro.

La desesperación comenzaba a ganarme el no poder hacer nada y solo estar como una maldita tonta aquí frente a este hombre haciéndome la fuerte, aguantándome las ganas de volver a soltar en llanto como una loca o inclusive salir corriendo por aquella puerta donde posiblemente no pase de ahí muerta, el hombre solo me observaba de arriba hacia abajo al momento desviando su mirada en aquellos tacones rojos del piso

-Ten, póntelos. - ordenó el castaño

-llévame con Sohee. - balbucee. – quiero estar con ella.

Ante eso no obtuve una respuesta de ello,
No quería estar sola y menos con ese maldito hombre.
No me inmuté en tomar aquellos tacones lo que ocasioné que este dejara su mano alzada un tanto, pero la poca paciencia del hombre ya se le había acabado, de un momento a otro este se agacha haciendo el intento de el mismo ponerme aquellos tacones, pero con un movimiento evité que lo hiciera provocando este volteara a verme.

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⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

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Mi hombre es un mafioso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora