Renacimiento de un Héroe: Entre Espíritus y Café

Capítulo 21: Pasado Cercano

La mañana siguiente trajo consigo un ambiente más tranquilo en el cuartel. El equipo, aunque cansado, se mantenía unido tras la misión en el templo. Sin embargo, una sensación de incertidumbre persistía. Aquellas criaturas y las inscripciones misteriosas parecían guardar secretos que aún estaban lejos de ser revelados.

En la sala de reuniones, Hayato repasaba los documentos sobre el templo mientras Akane y Ouka analizaban los bocetos de las inscripciones que Kurumi había copiado.

"Estas marcas... parecen contener referencias a un antiguo ritual," comentó Ouka, señalando los símbolos. "Pero su estructura es distinta a cualquier lenguaje que haya estudiado antes."

"Tal vez sea un dialecto olvidado," sugirió Akane, ajustando sus gafas. "Necesitamos más información."

En el patio, Tohka y Riho aprovechaban para entrenar.
"¡Vamos, Tohka! Si quieres superar a esas criaturas, necesitas más fuerza," dijo Riho mientras levantaba pesas improvisadas.

"¡Mi espada es suficiente fuerza!" replicó Tohka, esgrimiendo su arma con energía.

"No lo niego, pero nunca está de más mejorar," respondió Riho, sonriendo con complicidad.

Kurumi, sentada en una rama cercana, observaba la escena mientras comía una manzana.
"Ambas tienen razón, pero la fuerza no es lo único que importa. La estrategia puede ser igual de letal."

"Siempre tan práctica," murmuró Riho, lanzándole una mirada de desafío.

Mientras tanto, Hayato recibió un mensaje urgente de un contacto en la ciudad. Era una llamada para investigar otro fenómeno similar al del templo, esta vez en un bosque cercano.

Reunió al equipo en la sala principal.
"Tenemos una nueva misión. Parece que las criaturas del templo no eran las únicas. Han aparecido rastros en un bosque al este de aquí."

"¿Más criaturas? Esto se pone interesante," dijo Kurumi, con una sonrisa que denotaba curiosidad.

"¿Estaremos listos para enfrentarlas?" preguntó Akane, siempre analítica.

"Lo estaremos," aseguró Hayato. "Pero debemos ser cautelosos. No sabemos qué encontraremos esta vez."

El grupo partió al bosque al mediodía, siguiendo los rastros que los lugareños habían descrito. Las huellas conducían a un claro donde encontraron una estructura similar a la del templo, pero más pequeña y en peor estado.

"Esto parece otro altar," dijo Ouka, inspeccionándolo de cerca.

"¿Creen que esté conectado con el del templo?" preguntó Akane, mientras examinaba el terreno.

Antes de que alguien pudiera responder, un rugido resonó desde las sombras.

"¡Prepárense!" gritó Hayato, mientras las criaturas emergían nuevamente, esta vez en mayor número y con una apariencia más feroz.

La batalla comenzó con intensidad. Tohka lideró el ataque, usando su espada para proteger a sus compañeras.

"¡Estas son más fuertes!" exclamó mientras esquivaba un ataque.

Riho se lanzó con fuerza, derribando a varias criaturas de un solo golpe. "¡Eso no importa! ¡Podemos con ellas!"

Kurumi usaba su precisión para debilitar a los enemigos desde la distancia, mientras Akane y Ouka coordinaban los movimientos del equipo.

"Hay algo extraño en sus movimientos," observó Ouka. "Parecen estar protegiendo algo, no atacando al azar."

"Entonces debemos descubrir qué es," respondió Hayato, mientras dirigía al grupo hacia el altar.

Al llegar al centro del altar, encontraron un cristal brillante incrustado en una base de piedra. Kurumi se acercó, fascinada.

"Este cristal... parece ser la fuente de su energía," dijo, tocándolo con cuidado.

"¿Qué hacemos con él?" preguntó Tohka, lista para destruirlo.

"¡No lo toquen más!" advirtió Hayato. "Podría ser peligroso. Akane, Ouka, ¿pueden analizarlo?"

Ambas asintieron y comenzaron a trabajar, mientras el resto del equipo protegía el área.

Después de una larga batalla y análisis, lograron retirar el cristal sin destruirlo, haciendo que las criaturas se desvanecieran.

"Esto es solo el comienzo," dijo Hayato, mirando el cristal. "Tenemos que descubrir qué está pasando realmente."

El equipo regresó al cuartel con más preguntas que respuestas, pero con la determinación de enfrentarse a lo que sea que les esperara.

"Esto se pone cada vez más interesante," comentó Kurumi, mientras guardaba el cristal en un contenedor seguro.

"Y peligroso," añadió Akane.

"Pero juntos, podremos con todo," concluyó Tohka, sonriendo.