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Un lugar tranquilo.

Tenemos un pequeño refugio entre las alcantarillas del subterráneo, es nuestra pequeña casa y tenemos lo justo para vivir tranquilamente. Es acogedor, no es ni muy grande ni pequeño. Además, conecta con los lugares de reuniones y la oficina de Silco. Básicamente, es donde estoy viviendo desde que volví a Piltover por la misión.

Estoy sentada en el suelo enfrente de una chimenea encendida, abrazando mis rodillas con impaciencia esperando a que las chicas vuelvan a casa. Jinx, Isha y Sevika se han marchado a por un paquete de tabaco, y algo para cenar. De paso, también querían hablar con los habitantes de los subterráneos para saber como esta el panorama.

Llevo horas sin poder fumar, desde la noche de borrachera. Es bastante difícil mantener controlada la ansiedad que siento al no poder consumir el adictivo humo del tabaco.

En cambio Violet deja salir toda su ira, peleándose con una almohada. Aquí no tiene su saco de boxeo, así que decidió improvisar algo rápido para su entrenamiento matutino. No entiendo como puede tener tanta energía, desde que se levantó no ha parado quieta.

¿Cuánto tiempo vas a estar allí tirada?— Rompe el silencio abrumador, sin quitar sus ojos de su 'rival'. Sigue pegando puñetazos con una energía descomunal que me hace sentir pereza.

Cuando tenga tabaco.— Respondo algo frustrada, apoyando mi barbilla en mis rodillas observando las llamas de la chimenea.

Deberias dejar de fumar.— Aconseja y yo ruedo los ojos.— No me mires así, tienes demasiada dependencia a ese vicio asqueroso.

—Golpea la almohada y cállate.

Vivi sonríe victoriosa al ni siquiera dar un argumento bueno, la doy la razón pero de forma silenciosa. Pero eso no significa que vaya a dejar de fumar, es lo único que me desahoga. No me gusta contar mis emociones, eso siempre se acaba usando contra ti. Y por experiencia, eso no ha vuelto a ocurrir desde que empecé a tragarme mis sentimientos.

Deja de golpear el saco improvisado, y se acercó a mi. Se sentó a mi izquierda, con la misma postura que yo. Se siente tan tranquila la noche, que el silencio solo afirma mi comodidad. Sus ojos no miran las lentas llamas moverse, ella me mira a mi con un leve brillo al tener el reflejo del fuego enfrente de su rostro.

Siento mucho lo del otro día.— Se refiere al día que me contó sobre su ex novia Caitlyn, el día que se le quitaron las ganas de follar.— Es solo que, no se como explicarme. Es solo que, es muy difícil superar a alguien en tan poco tiempo.

Vi encuentra las palabras adecuadas para expresarse, haciendo una mueca de decepción. Ella desvía la mirada por unos segundos, avergonzada de su propia honestidad. Yo solo me quedo en silencio, reflexionando sus palabras, y tiene razón. Es muy difícil recuperar a alguien que se ha ido.

Al menos ella puede ver a esa persona.

Puede discutir, puede hacerla sentir, puede hacerla llorar.

Pero yo no.

La mía ya no tiene consciencia, no tiene un alma para hacerla sentir, para que sepa lo mucho que lo extraño.

Esa era la diferencia entre las dos.

—Nunca me ha pasado algo así.— Miento, ocultando mis emociones en una máscara fría.—Pero comprendo a que te refieres. Suena bastante doloroso.

La mirada de Violet se suaviza al saber que la he comprendido, noto como ella está más relajada de lo normal ante mi presencia. Y es bonito, aprecio mucho su honestidad.

𝐮𝐥𝐭𝐫𝐚𝐯𝐢𝐨𝐥𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚. || 𝐕𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora