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Your kisses have me waiting for you to save me right now.

Nuestras pieles buscan instintivamente el roce placentero, mi piel anhela su atención. Reclama la atención de Violet. Con cada toque, cada contacto físico de nuestros cuerpos hace que mi mente se nuble, desata mis instintos primarios y primitivos que suplican por hacerla mía.

Ahora ella tiene el control de mi, y yo se lo permito disfrutando de la sensación de sus succiones por mi cuello, Vivi deja con ferocidad marcas por esa zona tan sensible y de forma visible. Ella necesita reclamarme, necesita marcar cada pedazo de mi piel.

Solo quiero hacerla mía, de mil maneras posibles hasta que suplique mi nombre buscando clemencia.

Sexualmente las dos somos igual de dominantes, queremos dominar a la otra persona. Tener el control total de ese placer, tener el poder de ser la persona quien lo da y lo quita. Y eso me excita, saber que soy como su juguetito ahora mismo, intuir por mi comportamiento dominante todo lo que ella quiere hacerme.

Me dejo llevar por las sensaciones placenteras de sus besos recorriendo cada rincón de mi cuello, no pude evitar mover mi cabeza hacía el lado contrario dejando total acceso a esa zona erógena. Sus labios por mi cuello hacen que mi entrepierna se moje, y sienta un leve cosquilleo en mi abdomen. Cierro los ojos disfrutando de esa jodida sensación, dejándome hacer lo que ella quiera y como quiera.

Sus besos no son lo único con lo que comienza a tentar, sus manos vuelven a mis pechos esta vez siendo más brusca, dejando las marcas de sus dedos con sus apretones. Mis manos se posan encima de las suyas, mientras juguetea con mis senos. Sus manos son más grandes que mi busto, pero aun así Vivi lo disfruta con ganas.

Me muerdo el labio inferior cuando su dedo rozó de forma tentativa uno de mis sensibles pezones que ahora por sus toques están erectos, deseando tener más de ese contacto. Y Vivi les da la atención que merecen, pero de una forma sutil. Sus pulgares hacen círculos, con la yema del dedo tocando seductoramente, haciendo que tenga que reprimir otro gemido.

Su mano busca mi mentón, y obliga a que la mire.

No te calles ni un solo gemido.— Vivi murmura gruñendo, luce como una fiera sedienta de más. Y no puedo evitar ser un poco desafiente por esa actitud tan dominante.—Quiero oir el resultado que mis dedos hacen contra tu piel, así que hazme caso.

—¿Y si no?— Provoco, con un tono muy tentador. Sonrío traviesa, notando como su agarre en mi mentón se hace más feroz y posesivo. Me encanta verla así, rogando por verme gemir.

Tendré que descubrir la forma de que lo hagas, y créeme, conozco tu cuerpo. Conozco cada punto sensible, y no va a ser difícil.—Una de sus manos se queda en mi pecho, jugueteando con esa zona erógena sensible y la otra lentamente baja por mi abdomen dirigiéndose a esa zona especial de mi entrepierna.

Acorta la distancia conmigo, sus besos hacen que me derrita y solamente me dejo guiar por ella, explorando su cavidad bucal con mi lengua de una forma sutil, sin abrumarla. El ritmo del beso te deja sin aliento, pero ninguna de las dos nos separamos a respirar, solo buscamos más y más.

Sus dedos se restriegan por el exterior de mi sexo, provocando la zona pero sin darme lo que anhelo. Temblé un poco, sintiendo mis labios interiores hincharse por la estimulación de sus dedos, esta solo jugando con mi cuerpo. Juega con mi sensibilidad intentando conseguir lo que tanto quiere.

Se me escapó un gemido suave contra sus labios, respiro jadeante sin poder seguirla el beso. Mantengo mis ojos cerrados pero aún así puedo sentir esa maldita sonrisa victoriosa, disfrutando de como me está haciendo sentir, como me provoca, como hace que me retuerza.

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𝐮𝐥𝐭𝐫𝐚𝐯𝐢𝐨𝐥𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚. || 𝐕𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora