El regreso De La Bestia (Parte2)

Capitulo 23

Jungkook sintió una ola de determinación mientras se alejaba de la casa. Le había dado vueltas a la idea en su mente; sabía que necesitaba confort para su familia en este nuevo hogar. Se dirigió rápidamente hacia el carro de arrastre que tenía escondido entre algunos árboles, un viejo pero resistente vehículo que había utilizado para transportar provisiones en el pasado.

Con el carro al lado, tomó un momento para asegurarse de que todo estuviera en silencio. Con una mirada cuidadosa a su alrededor, comenzó su misión. Se dirigió hacia la casa de Taehyung, consciente de que tenía que ser sigiloso para no llamar la atención. Al llegar, empezó a mover los colchones de las camas, junto con algunas frazadas y ropa; todo lo esencial para hacer que sus noches fueran más cómodas.

No se detuvo ahí. Jungkook también recogió algunos de los juguetes que había encontrado en la casa y los metió en una bolsa de basura, junto con varias porciones de comida que se había preparado antes. Sabía que la alegría de Min-Ji era fundamental, y tener juguetes alrededor ayudaría a hacer el lugar más acogedor.

Su mente estaba enfocada en sumar todo lo necesario, y entre los objetos que llevó al carro, no olvidó los álbumes de fotos que había guardado Taehyung. Al considerar lo importantes que eran esos recuerdos, Jungkook sintió que debía asegurarlos de cualquier forma.

Con el carro bien cargado, volvió a la casa y miró su reloj. "Faltan tres horas para que amanezca", pensó, acelerando el paso. Sabía que tenía que apurarse para crear un espacio adecuado antes de que el sol saliera

Al llegar de nuevo a la selva, comenzó a trabajar rápidamente, utilizando los colchones y frazadas para construir una cama grande y cómoda. La brisa nocturna lo ayudaba a mantener la mente clara mientras organizaba los materiales. Colocó los colchones uno sobre otro, haciendo una base suave y acogedora, y luego extendió las frazadas sobre ellos, creando un espacio acogedor que invitaría a todos a descansar.

Por último, acomodó los juguetes cerca de la cama, asegurándose de que Min-Ji los tuviera a mano cuando despertara. Cada movimiento lo hacía con cariño, imaginando la sonrisa en el rostro de su hija al despertar en un lugar tan especial.

Al acabar, se sentó un momento en la cama improvisada, sintiendo una profunda satisfacción. Había logrado crear un refugio para su familia, un lugar donde podrían sentirse a salvo y felices en medio de la selva. Jungkook no podía esperar a mostrarle a Min-Ji todo lo que había preparado.

Luego de preparar la cama improvisada con colchones y frazadas, Jungkook decidió que era el momento de asegurar un espacio más permanente para su familia. Comprendiendo que la comodidad y la tranquilidad eran primordiales, salió de la improvisada zona de descanso y se adentró en el espeso bosque que rodeaba su escondite.

Se adentró en la espesura, buscando la madera adecuada para su proyecto. Sabía que tenía que alejarse lo suficiente de la casa para no despertar a Taehyung ni a Min-Ji. "Tengo que aprovechar mis habilidades", pensó mientras se preparaba para trabajar. A pesar de que la noche tardaba en ceder ante el amanecer, él tenía un impulso que lo mantenía alerta y concentrado.

Con sus seis brazos, un regalo de la naturaleza, comenzó a recolectar troncos y ramas robustas. Con una navaja que había encontrado en su carro, empezó a cortar y tallar la madera, creando piezas que encajarían como un rompecabezas. Fue un trabajo arduo, pero cada movimiento que hacía era preciso y decidido. La técnica que había aprendido a lo largo de los años le permitía trabajar rápidamente, y la noche se convirtió en una aliada mientras la luna iluminaba su esfuerzo.

De vez en cuando se detenía para escuchar los ruidos del bosque. El canto de las aves comenzaba a asomarse con el primer indicio de la luz del día, pero él sabía que debía trabajar en silencio. Con cada tronco que levantaba, se imaginaba cómo su familia disfrutaría de la nueva cama, cómo Min-Ji podría jugar alrededor de ella y cómo Taehyung se sentiría aliviado al saber que estaban bien acomodados.