"Carta ganadora"

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Los días pasaron, y con Chimuelo no paramos de entrenar, aunque en menor esfuerzo por mí parte.

Siento un gran peso sobre mí destruido cuerpo.

-Chi-chimuelo..- Digo con el poco aire que me quedan en los pulmones.

Rápidamente, el sale de encima de mí cuerpo velozmente, y yo agradezco por ello.

Me pongo de pie y me coloco frente a Chimuelo rápidamente, para sobar su cabeza un poco.

-Lo haz hecho bien, amigo.- Digo mientras comienzo a caminar hacia un banco cercano.

Chimuelo comprendió que era el momento de descansar, así que se arrojó al pequeño estanque que se encuentra en esta zona del bosque, realmente me recuerda al sitio donde encontré a Chimuelo.

Suelto un suspiro.

Ya pasaron casi 10 años desde ese día.

Sin darle más vueltas al tema, comienzo a preparar una pequeña fogata, ya se está haciendo hora del almuerzo, supongo, realmente pasamos tanto tiempo entrenando, que el tiempo pasa volando, comemos cuando tenemos tiempo de descansar.

Antes de darme cuenta, la fogata estaba terminada.

-Chimuelo, necesitaré tu ayuda, amigo.- Digo mientras le saco la cobertura a un barril, que contenía una buena cantidad de pescado dentro.

Chimuelo sale del pequeño estanque, colocándose a un lado de la fogata, lanzando un pequeño ataque plasma para encenderla.

Con velocidad, comienzo a colocar varios pescados a cocinarce a fuego lento, mientras le dejo una cantidad considerable a Chimuelo.

-Al menos estamos entrenando, si no fuera por eso, ya habrías subido de peso amigo.- Digo mientras suelto una pequeña carcajada.

El me observa sarcastimente mientras me escupe un pequeño ataque plasma a mí pierna de metal, y comienza a cojear como si le faltará una de sus patas.

Lo observo de reojo mientras el sigue haciendo el tonto, hasta que ya no puedo evitarlo.

Me abalanzó sobre el, comenzando a hacerle cosquillas en su estómago.

El rápidamente se da media vuelta y me deja debajo de el, aplastando mí frágil cuerpo mientras se rie con pequeños rugidos.
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El se quita de encima de mí, dejándome respirar de una vez.

Yo me coloco de pie y lo observo minuciosamente mientras me dirijo a observar los pescados que deje cocinando, no les falta mucho.

De repente, siento como una brisa de un frío viento llega a mis espaldas, volteando me para observar quien había descendido del aire.

Oh, eres tu.
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-Cuanto tiempo sin verte, hermano.- Dice un hombre, de apariencia fornida, con una gran cicatriz en el rostro, y una en unos de sus ojos, con un pelo rojo, rojo como la sangre.

-Cuanto tiempo sin verte..- Silencio.- Dagur..

Ambos nos mantuvimos en silencio durante unos segundos, mientras nos observamos de manera fija, pero amable al mismo tiempo.

-Te extrañe.- Dice el mientras soba un poco su nuca.

-Yo también lo hice, hermano.- Digo mientras me acerco a el, para tomar su mano.- ¿Que te trae por aquí?.- Pregunto un poco dudoso.

No soy uno más || Hipo x Astrid || Hiccstrid || EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora