ELLIE WILLIAMS, One-Shots

✮ I ate (her)shey's today | pt.2

Los meses habían pasado y los minúsculos copos de nieve cubrían todo a su paso. El invierno había cubrido todo Jackson con capas gruesas de nieve por los tejados.

Recién llegaba de mi turno vespertino como patrullera, eran pasadas las 8 de la noche cuando llegué a mi casa.

—¡Llegué! —anuncié dejando mi chamarra en el perchero de la entrada.

—¡Ya está la comida! ven ándale —escuché a Matilde gritar.

—¿Qué hiciste hoy? huele bien —me acerqué a ella esperando ver que preparaba, pero su espalda tapaba mi vista.

—Ooh, andas de hambriada —esta se burló—pero te hice un sándwich
Me mostró el sándwich que me había preparado, se veía delicioso como cada comida que me preparaba. Solamente para mi.

Mati ya llevaba acá más o menos un año, se había acomodado bastante bien, no se metía en problemas, cooperaba en lo que podía y me ayudaba con el hogar en el que al final decidí que me hiciera compañía por el resto de su estadía, le había tomado mucho cariño.

—¿Cómo te fue con el Nijao?

—Bien, todo estuvo tranquilo hoy —contesté dándole una mordida a mi comida.—¿Y tú? ¿cómo te fue hoy con Jack?

—Pues, meh —está le restó importancia—como siempre, mucha comida que preparar

—Gracias por ser mi chef personal, tienes mi apollo para ser como ese que salía en posters...¿Gordo Ramses se llamaba? algo así

Mati camino hasta pararse atrás de la silla en la que estaba sentada comiendo; enrolló sus brazos por mi cuello y se recargó en uno de mis hombros quedando a la altura de mi oído. Podía escuchar sus risitas chocar contra mis oídos.

—¿Tu crees? —esta murmuró.
A pesar de que el contacto físico constante de Matilde hacia mi era algo normal, aún seguía enchinándome la piel.

—Lo sostengo —dije con la boca llena sintiendo una sonrisa formarse en mis labios.

Sentí una gran exhalación golpear mi cuello junto a el agarre de Mati soltarse un poco.

—Me iré a dormir, mugrosa; hasta mañana —dijo en susurro. Soltó su agarre y movió un poco mi cabello.

—Descansa, Mati —me despedí observando cómo se largaba a su habitación.

Después de eso me quede despierta unas horas, mi insomnio seguía sin irse y me frustraba que a pesar de sentirme muerta de cansancio no podía dormir en paz.

La hora marcaba exactamente las 2 AM y yo con ganas de arrancarme los ojos tomé aire lo más fuerte que pude tratando de no perder la paciencia.

Lo más que podía hacer era quedarme sentada viendo televisión hasta que me diera sueño.

—¿Ellie? ¿Qué haces despierta tan tarde? —escuché la voz de Matilde a mis espaldas apenas entendiendo que me había dicho.

—Nada, vete a dormir, es tarde —le dije mirándola rodear el sillón para llegar a donde estaba.

—No quiero —renegó.

—¿Pesadilla? —la miré y está asintió.

Ella se sentó a mi lado y se dejó caer dejando su cabeza en mis piernas y subiendo sus piernas para quedar recostada sobre el sofá.
Buscó mi mano y la tomó; no dije nada, solamente me limité a observarla.

No era la primera vez que esto pasaba, y a pesar de eso de alguna manera el calor de su compañía terminaba haciendo que yo también cayera dormida a la par.