CELOS VECINOS?--CAPITULO 12

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PENSAMIENTO DE LA NARRADORA

La mañana siguiente llegó como un peso pesado para Belén. Al despertar, el sueño se desvaneció rápidamente y la realidad la golpeó con la misma intensidad con la que había cerrado la puerta la noche anterior. Su cuerpo todavía llevaba la huella de la tensión que había acumulado al estar tan cerca de Patricia , esa cercanía que casi rompió la última barrera entre ellas. No podía dejar de pensar en lo que casi sucedió, en lo que no había sucedido.

 Ya no era solo frustración o enojo; ahora había algo más, algo que no entendía del todo. Sentía que había cruzado una línea, y no sabía cómo retroceder. No quería sentir eso por ella, no puedo sentir eso por ella, se repetía una y otra vez.

Pero el problema era que cada vez que pensaba en Patricia, su corazón se aceleraba. La forma en que la había mirado, sus palabras cargadas de una tensión palpable... Todo era tan complejo. Habían sido rivales durante tanto tiempo, se odiaban, se provocaban, pero a la vez había una atracción que no podían ignorar.

Se miró en el espejo mientras se arreglaba, preguntándose por qué su reflejo no mostraba la mujer segura y controlada que siempre había sido. Hoy tenemos que vernos otra vez, pensó con molestia. El trabajo, la razón por la que ambas se veían obligadas a pasar tanto tiempo juntas, parecía lo menos importante ahora. ¿Cómo podía trabajar al lado de alguien que la desestabilizaba tanto?

No quería pensar en lo que había pasado la noche anterior, pero sus pensamientos volvían a ese instante, a esa conversación interrumpida... a ese casi beso......pero lo que si estaba segura es que todo debia de olvidarse y seguir con su vida pues NO ESTA ENAMORADA DE PATRICIA.

En la casa de paty, la situación no era diferente. Despertó con un nudo en el estómago y una sensación de vacío que no podía llenar con nada. Había pasado la noche dando vueltas en su cama, incapaz de dormir, de encontrar paz. Ya sea por el cafe o por belen pero mas conficente es la razon Belen........

Sus pensamientos giraban sin cesar alrededor de Belen. Había sido una noche de tormenta emocional, y lo que más le molestaba era no haber hecho lo que su cuerpo le pedía, lo que su corazón deseaba.

¿Por qué me detuve? Pensó nuevamente , sintiendo la incomodidad de no haber seguido sus impulsos. Pero, a su vez, la duda también la corroía. ¿Realmente Belén quería lo mismo? ¿Por qué no la  bese? pensaba mientras se miraba en el espejo, alistándose para ir al trabajo. Había algo en belen que la volvía loca. Esa mirada desafiante, esa manera de provocarla y desestabilizarla con solo una palabra o un gesto. ¿Por qué no podía simplemente odiarla como siempre había hecho?

Pero no, eso ya no era tan fácil. Desde esa noche, todo había cambiado. Cada vez que la pensaba, algo en su pecho se apretaba, como si todo el odio que sentía por ella estuviera mezclado con algo más... algo que no podía comprender.

Mientras se vestía, una sonrisa irónica apareció en su rostro. La solterona, pensó. La misma Belén que me hace odiarla tanto, también me hace desearla de una manera que no entiendo. Pero, en el fondo, sabía que no podía estar enamorada de alguien como ella. Era ridículo. Sin embargo, los sentimientos no desaparecían, y cuando pensaba en la posibilidad de verla esa mañana, su cuerpo reaccionaba involuntariamente, anticipando lo que podría suceder entre ellas.






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