!! 𝑃𝐸𝐶𝐴𝑁𝐷𝑂 𝐸𝑁 𝑇𝑈 𝑂𝐷𝐼𝑂 !!

NO TE ENOJES YADIRA--CAPITULO 21

El sábado por la mañana, Belen se despertó con el sonido insistente de su teléfono. Gruñendo, lo tomó de la mesita de noche y vio una notificación de su grupo de trabajo. Al abrirla, sus ojos se iluminaron al leer el mensaje:

"Recuerden que hoy es el evento de integración del proyecto. Traigan ropa cómoda y traje de baño. Nos vemos a las 2 PM en el campo 'La Cascada'."

Aunque su relación con Paty estaba lejos de ser tranquila, la idea de volver a verla hizo que una sonrisa involuntaria se dibujara en su rostro. belen no podía evitar sentir emoción. "Quizá esto sea divertido... o al menos interesante", pensó, ya planificando qué bikini usar.

Mientras tanto, Paty revisaba el mismo mensaje desde la comodidad de su cama. Su madre la había despertado temprano, y aunque inicialmente estaba irritada, su humor cambió al leer sobre el evento. La posibilidad de volver a cruzarse con Belen la llenaba de una mezcla de curiosidad y entusiasmo que no quería analizar demasiado.

Paty estaba terminando de alistarse cuando Yadira irrumpió en su habitación.

—¿Vas a un evento de trabajo en bikini? —preguntó Yadira con una sonrisa burlona

Paty la ignoro y salió de su habitación, lista para el evento en el campo. Llevaba una mochila ligera con su ropa de cambio y protector solar.  Yadira la seguia con la mirada, mientras en su manos tenia el celular de paty, no pudo evitar lanzar un comentario.

—Vaya, vaya. ¿Así te vistes para ver a Belén? —dijo, arqueando una ceja y sonriendo con picardía.

Paty frunció el ceño y ajustó la correa de su mochila.

—No es para ver a Belén. Es para el evento del trabajo. Además, esta haciendo calor no? —respondió, intentando sonar indiferente, aunque su tono la delataba.

Yadira se le acerco, cruzándose de brazos mientras la seguía hacia la puerta.

—Ay, hermana, no te hagas. Si estás toda emocionada desde que te llegó el mensaje. Hasta leíste como veinte veces el "Nos vemos el sábado" que te puso. —dijo yadira la miró con una sonrisa burlona, mientras Paty trataba de ignorarla.

—Eso es porque tengo que estar pendiente de la información. Profesionalismo, ¿te suena? —replicó Paty, intentando sonar seria.

—Sí, claro. Súper profesional pensar en qué bikini te vas a poner para "impactar", ¿verdad? —dijo Yadira, guiñándole un ojo.

Paty se detuvo en seco y se giró para mirarla.

—¡Eso no fue por Belén! Lo hice porque es un evento y hay más gente, ¿ok?

—Ajá, lo que tú digas —respondió Yadira, levantando las manos en señal de rendición, pero sin borrar su sonrisa burlona. —De todos modos, mi mama me dijo que te acompañara. Alguien tiene que asegurarse de que no te desmayes si Belén te sonríe de más.

—¡Ya, Yadira! —exclamó Paty, aunque no pudo evitar sonrojarse ligeramente.

Durante el trayecto hacia el evento, Yadira no perdió oportunidad para seguir molestándola.

—¿Entonces, hermana, ya planeaste qué le vas a decir a Belén? ¿O vas a quedarte en modo "me enojo contigo pero te extraño"? —preguntó Yadira, imitando una voz melodramática.

Paty resopló, sin saber si reír o irritarse.

—No sé por qué acepte venir  contigo. Lo único que haces es burlarte.

Yadira soltó una carcajada y le dio un golpecito en el hombro.

—vienes conmigo porque soy tu hermana favorita, obvio. Además, alguien tiene que animar a la pobre de Belén cuando te pongas en plan difícil.

Paty negó con la cabeza, aunque una sonrisa se asomó en sus labios. Por mucho que Yadira la molestara, en el fondo sabía que lo hacía para relajarla. Y de alguna manera, funcionaba.

Cuando llegaron al evento, Yadira se quedó observando el lugar. Había música de fondo, mesas con comida y bebidas, y una piscina al centro, rodeada de sillas y sombrillas. Varias personas ya estaban en traje de baño, disfrutando del ambiente.

—Bueno, esto se ve divertido. Aunque creo que tu diversión acaba de llegar —dijo Yadira, señalando hacia la entrada.

Paty se giró y vio a Belén entrando con su característico porte confiado. Llevaba un bikini negro elegante, combinado con un pareo traslúcido. Se veía impecable, como siempre, lo que hizo que Paty sintiera un ligero nerviosismo en el estómago.

Yadira no dejó pasar la oportunidad.

—¡Uf! Ahora entiendo por qué estabas tan emocionada. Mira nada más. Si me das permiso, yo también me apunto para conquistarla.

Paty le dio un empujón suave, roja como un tomate.

—¡Cállate, Yadira! No digas tonterías.

—Ay, tranquila. Solo digo que tienes buen gusto —respondió Yadira, riendo mientras se alejaba un poco. —Pero bueno, te dejo. Me voy a la zona de comida. Tú diviértete... o haz que Belén se divierta contigo.

Paty se quedó parada, mirando a Belén desde la distancia. Aunque seguía molesta por sus últimos encuentros, una pequeña sonrisa se asomó en sus labios al recordar cómo Belén la había obligado a subir al auto aquel viernes. Por mucho que chocaran, había algo en su presencia que le resultaba innegablemente familiar... y atractivo.

Decidida a no dejarse intimidar, Paty caminó hacia Belén, lista para saludarla. Pero antes de que pudiera decir algo, Belén se giró y le dedicó una de esas sonrisas que siempre lograban desarmarla.

—Hola, Patricia. Te ves bien. ¿Lista para disfrutar el día? —dijo Belén, con ese tono calmado que siempre lograba ponerla nerviosa.

Paty tomó aire, dispuesta a no dejarse vencer por el nerviosismo.

—Claro. Aunque espero que esta vez no quieras decidir todo por mí. ¿O también vas a "ordenarme" qué hacer hoy? —respondió con un toque de sarcasmo.

Belén rió suavemente, acercándose un poco más.

—Solo si necesitas que alguien te cargue otra vez. Aunque espero que hoy no me hagas secuestrarte.

Ambas rieron suavemente, olvidándose momentáneamente de sus conflictos. Mientras tanto, Yadira, desde la distancia, las observaba con una sonrisa satisfecha, susurrando para sí misma:

—Esas dos no se escapan de lo que sienten. Esto va a ser interesante.