POV T/N
Después de todo lo ocurrido de la locura y el caos que Alison que desató al secuestrarme, ahora podía decir que estaba felizmente con Hermione. Sentía que el peso del mundo había desaparecido de mis hombros. Esa misma noche en la que todos vinieron a rescatarme, Hermione no dudó ni un segundo en quedarse a dormir conmigo. Recuerdo que le dije que no había problema en que volviera con sus padres; después de todo también debía descansar y recuperar fuerzas. Pero ella fiel a su estilo me miró con esa determinación que tanto la caracterizaba y me dijo Te guste o no me voy a quedar contigo. No supe qué responderle en ese momento. Me dejó sin palabras como siempre lo hace. Y bueno no tuve más remedio que aceptar, aunque en el fondo no tenía ninguna intención de reprocharle. Siendo honesta yo también quería que se quedara conmigo. La extrañaba tanto que solo pensar en que se fuera otra vez me aterraba. No quería volver a alejarme nunca más de ella. Esa noche dormimos abrazadas. Sentir su calor, su respiración tranquila junto a mí, fue la sensación más reconfortante que había experimentado en semanas. Durante horas me quedé despierta mirándola, repasando cada detalle de su rostro, como si temiera que al cerrar los ojos todo esto no fuera más que un sueño y ella desapareciera. Pero no desapareció. Hermione estaba ahí, a mi lado, sosteniéndome como si yo fuera lo más importante para ella. Y en ese momento supe que sin importar lo que viniera después, no habría fuerza en el mundo capaz de separarme de ella otra vez. Ella era mi hogar, mi refugio, y no había nada ni nadie que pudiera cambiar eso.
Después de que Hermione se quedara a dormir conmigo al día siguiente insistió en que ambas teníamos que ir a hablar con sus padres para explicarles todo lo sucedido y aclarar que nuestra separación había sido un error y un malentendido. A decir verdad, estaba aterrada. Aunque sabía que no había tenido la culpa en lo que pasó el miedo de enfrentar al señor Granger era real. Desde que creyó que había engañado a su hija su odio hacia mí había sido evidente, y no tenía idea de cómo reaccionaría al verme. Sin embargo, no podía evitarlo. Si quería recuperar lo que tenía con Hermione tenía que hacerlo aunque me costara el alma. Cuando llegamos a la casa de los Granger, el primero en abrirnos la puerta fue su padre. Al ver a Hermione una gran sonrisa se dibujó en su rostro como si todo el peso que había llevado encima desapareciera al instante. Pero esa calidez no duró mucho. Tan pronto en cuanto su mirada se encontró con la mía, su expresión cambió por completo. La sonrisa se desvaneció y lo que quedó fue un semblante serio y frío que me puso los nervios de punta. Antes de que pudiera decir algo me preguntó qué hacía allí. Su tono era tan cortante que me quedé helada en el lugar buscando alguna respuesta que no salía. Hermione trató de intervenir rápidamente explicando que estábamos allí para aclarar las cosas, pero su padre no estaba dispuesto a escuchar. Sin decir una sola palabra más se dio media vuelta y desapareció dentro de la casa. El pánico comenzó a instalarse en mí cuando escuché el ruido de algo pesado siendo movido, y al instante entendí lo que estaba pasando: había ido por su bate de béisbol. Cuando regresó con el bate en la mano sus intenciones eran más que claras. No lo pensé dos veces y salí corriendo por el jardín mientras él me perseguía gritándome cosas que apenas podía escuchar por encima de mis propios latidos. Los vecinos atraídos por el alboroto empezaron a asomarse por las ventanas y a salir de sus casas mirando con asombro la escena que se desarrollaba frente a ellos. Algunos parecían preocupados, pero otros simplemente observaban preguntándose qué habría hecho yo para merecer semejante persecución.
Hermione corrió de inmediato hacia el interior de la casa para buscar a su madre mientras yo trataba de esquivar los intentos del señor Granger de alcanzarme con ese maldito bate. Fue entonces cuando la señora Granger apareció y en un acto que jamás olvidaré, lo agarró de la oreja con una firmeza que lo hizo detenerse en seco. A pesar de su evidente enojo el señor Granger terminó entrando a la casa aún refunfuñando, gracias a los esfuerzos combinados de Hermione y su madre. Mientras tanto yo me quedé fuera intentando recuperar el aliento y prepararme mentalmente para lo que seguramente sería una conversación igual de caótica que todo lo que acababa de pasar.
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Haría cualquier cosa por ti [Hermione Granger y tú]
RandomT/n Grindelwald es una Chica que no le importa Jugar con los sentimientos de los Demás, para ella solo le importa Pasar la noche con una chica diferente, y no tener nada serio, pero Algo cambio cuando conoce a una Castaña, Esa castaña lograra hacer...