Haría cualquier cosa por ti [Hermione Granger y tú]

Capitulo 72

POV T/N

Ya habían pasado tres meses desde que le contamos a nuestros amigos y familiares que finalmente habíamos decidido retomar nuestros planes de casarnos. Había algo en el aire, una sensación reconfortante como si todo finalmente estuviera encajando en su lugar después de tantas complicaciones. Pero nada se comparaba con el momento de contarles a los padres de Hermione. Recuerdo cómo me sentí cuando llegamos a su casa. Estábamos sentadas en el salón con los nervios a flor de piel, aunque no comprendía porque si antes ya le habiamos dado la noticia. Pero bueno... decidí que ya era hora de dar ese paso otra vez. Nos miramos y sin necesidad de palabras supe que no había más dudas. Era el momento. Al fin después de todo lo que habíamos pasado estábamos listas para compartirlo con ellos nuevamente. Hermione tomó aire y sin pensarlo demasiado les dijo que habíamos decidido retomar nuestros planes de boda. Un silencio corto se instauró en la habitación, y pude ver cómo sus padres se miraban el uno al otro con algo de sorpresa, pero también con una alegría que empezaba a brillar en sus ojos. Vi como la expresión de su madre cambió por completo, se le iluminó el rostro y no pudo evitar sonreír ampliamente. En ese momento su madre se acercó a nosotras y con un suspiro de alivio y felicidad nos abrazó con todo su amor. "Finalmente", dijo con voz quebrada de emoción. "Sabía que el destino no podía separarlas para siempre." Su padre que en el pasado había sido más serio respecto a nuestra relación también mostró una sonrisa genuina. Observó a Hermione, luego a mí, y asintió lentamente como si todo lo que había sucedido en el pasado hubiera llegado a un cierre satisfactorio. Finalmente se levantó de su silla caminó hacia nosotras y nos abrazó a ambas diciéndonos que estaba feliz de que por fin estuviéramos listas para seguir adelante. El ambiente en la habitación cambió completamente, la tensión que existía en el aire se desvaneció y fue reemplazada por una alegría cálida y sincera. Podía ver cómo sus ojos brillaban con una felicidad palpable como si este momento fuera todo lo que habían estado esperando. La aceptación no solo estaba en sus palabras, sino en la forma en que nos miraban, con esa luz de orgullo y amor que solo los padres pueden mostrar. Hermione sonrió ampliamente con sus ojos brillando de felicidad, y me tomé un momento para disfrutar de esa mirada de satisfacción sabiendo que este era el comienzo de algo nuevo para ambas.

También nuestros amigos y familiares siempre con sus sugerencias bien intencionadas, nos recomendaron que compráramos nuestros vestidos de novia por separado. Querían que fuera una sorpresa para ambas, y aunque me moría de curiosidad acepté la idea. La verdad es que la anticipación me mataba. Al final nuestros amigos nos acompañaron: un día fue Hermione quien fue a elegir su vestido, y al día siguiente me tocaba a mí. No podía dejar de pensar en cómo se vería Hermione con su vestido. Todos decían que se veía increíble, que lucia aún más hermosa de lo que ya era, y me mataba no poder verla. Me imaginaba de alguna forma, que tendría un aire etéreo, algo que realzara esa elegancia que siempre tenía, pero sin perder su esencia. Y aunque me moría de ganas por verla me decía a mí misma que debía esperar, que el día de la boda sería el momento perfecto para descubrirlo. Pero otra cosa que más me emocionaba era la sorpresa que tenía preparada para Hermione. Había tomado una decisión que estaba segura la sorprendería, y no podía esperar a verla reaccionar. Compré una casa para nosotras, una hermosa casa en un lugar tranquilo apartado de todo donde podríamos empezar una nueva vida juntas,

La casa era simplemente impresionante ubicada en un rincón tranquilo y apartado alejada del bullicio y rodeada de naturaleza mágica. Desde el primer vistazo supe que era el lugar ideal. Tenía una arquitectura elegante con detalles antiguos que hablaban de la tradición mágica pero con un toque moderno que le daba un aire fresco y sofisticado. Las paredes estaban hechas de un material encantado que reflejaba la luz de manera suave, creando una atmósfera cálida y acogedora. Y El jardín que rodeaba la casa era un verdadero paraíso, lleno de flores exóticas que parecían brillar con un resplandor propio. Había pequeños senderos de piedra que serpenteaban por todo el terreno rodeados de árboles encantados cuyas hojas susurraban con el viento. Cada rincón parecía tener magia, desde los reflejos brillantes en las ventanas hasta los suaves susurros de las plantas que parecían respondían a los encantamientos de la casa. Dentro la decoración era impecable: espacios abiertos, techos altos adornados con elegantes candelabros flotantes, y muebles de madera encantada que brillaban sutilmente. Todo estaba diseñado con gusto y un enfoque en la comodidad asegurando que nos sintiéramos tanto como en un palacio, como en casa. Un gran salón con chimenea mágica daba la bienvenida y desde ahí se podía ver un comedor amplio, ideal para cenas en familia o celebraciones especiales. Pero lo que más me emocionaba era la cocina, donde imaginaba pasar tantas horas cocinando juntas, y la habitación principal un refugio privado con ventanales que daban al jardín perfecto para despertar todos los días con la sensación de que estábamos en un sueño. La sorpresa más grande, sin embargo fue la pequeña torre que tenía una especie de espacio privado que reservé para Hermione. Quería que tuviera su propio refugio, un lugar donde pudiera ser ella misma, rodeada de libros y objetos que la hicieran sentir completamente en su elemento. Era todo lo que siempre había soñado para nosotras. Un lugar donde podríamos construir recuerdos, donde cada rincón estaba lleno de magia y amor.