Capítulo 25.

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El sol se reflejaba en el horizonte, tiñendo el cielo con tonos de naranja y rosa mientras Taehyung, Jungkook y Jiyoung se dirigían hacia la playa. La arena dorada se extendía ante ellos, suave y cálida bajo sus pies descalzos. Taehyung llevaba a Jiyoung en brazos, quien observaba con curiosidad el vasto mar por primera vez. Sus pequeñas manos se agitaban en el aire, y su sonrisa inocente contagiaba a ambos adultos.

—¿Estás lista para tocar el mar, Jiyoung?—Murmuró Taehyung, besando la coronilla de su bebé.

Jungkook, con una toalla sobre el hombro y una gorra para protegerse del sol, se inclinó hacia ellos.—Creo que le va a encantar. Aunque tal vez le sorprenda un poco al principio. 

Una vez que encontraron un lugar tranquilo, extendieron una manta sobre la arena y dejaron las pertenencias. Jungkook preparó un pequeño espacio con juguetes y sombrilla para que Jiyoung pudiera disfrutar del día de manera cómoda y segura.

—Vamos a probar el agua, ¿Te parece?—Dijo Taehyung mientras acomodaba a Jiyoung en sus brazos. Jungkook tomó una de las pequeñas manos de la bebé, sonriendo al ver su expresión de asombro.

Cuando llegaron a la orilla, la primera ola suave mojó los pies del pelinegro y los deditos de Jiyoung comenzaron a moverse en rápidos movimientos, indicando su emoción ante lo que veía. El pequeño soltó un pequeño grito de sorpresa, pero enseguida empezó a reír con entusiasmo mientras alzaba sus brazos. Taehyung y Jungkook no podían dejar de mirarlo, cada uno disfrutando del momento de una manera que hacía que el corazón se les llenara de calidez.

—Mira su sonrisa... Es hermoso.—Dijo Jungkook, sin apartar la vista de Jiyoung. Taehyung lo miró de reojo, notando el brillo en los ojos del azabache. 

—Lo es.—Respondió Taehyung, sintiéndose profundamente agradecido por compartir este momento con Jungkook. Por un instante, la escena parecía la de una familia consolidada. La idea los envolvió a ambos en un sentimiento cálido y significativo.

Luego de un rato jugando y explorando la orilla, decidieron regresar a la manta para descansar. Jiyoung se quedó dormido después de tomar su biberón, y Taehyung aprovechó para recostarse a su lado, mirando cómo Jungkook organizaba las cosas.

—Gracias por esto.—Dijo el pelinegro en voz baja, llamando la atención de Jungkook.—Por estar aquí, por ayudarme a que Jiyoung tenga estos recuerdos. Sé que probablemente parezco disco rayado con los agradecimientos, pero realmente es algo con lo que estoy agradecido y quiero recalcarlo. 

Jungkook sonrió y se sentó junto a él, tomando su mano con cuidado.—No tienes que agradecer. Quiero estar aquí. Con ustedes. En todo caso debería de agradecerte a ti por permitirme compartir todo esto con ustedes, eres tú quien me permite estar aquí. 

La sinceridad en sus palabras hizo que Taehyung sintiera un cosquilleo en el pecho. No respondió de inmediato, pero apretó la mano de Jungkook, dejando que el silencio hablara por ellos.

De vuelta en el hotel, pasaron la tarde descansando en su habitación. Taehyung revisaba algunas cosas para Jiyoung, mientras Jungkook jugaba con el bebé en la cama. Entre risas y pequeños balbuceos, el tiempo pareció detenerse.

Casi al anochecer, Jungkook se levantó y tomó a Taehyung de la mano.—Quiero invitarte a cenar esta noche.—Murmuró con una sonrisa.

Taehyung parpadeó, sorprendido.—¿Cenar? Pero, ¿Y Jiyoung? 

—Ya pensé en eso. La editorial ofrece servicio de niñeras para los empleados, no era exclusivo solo para la cena de la noche anterior. Vi que tienen un espacio tranquilo para los niños. Será solo un par de horas, y si pasa algo, estarán en contacto, no hay nada de qué temer. 

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