Chiara se sentía rara.
Se sentía extraña y extasiada.
Chiara sentía un pequeño burbujeo en la piel, unas cosquillas, sudor en las manos y el corazón por motivos desconocidos a mil por hora. Y junto con todo aquel conjunto de sensaciones, sentía que le faltaba algo. En aquellos momentos, quiso pensar que todo era por culpa de la falta de su familia; quiso pensar que eran los nervios por no poder pasar las Navidades en la casa rural de Valdilecha.
De un movimiento, se secó las manos en el pantalón y se volvió a concentrar en el exterior, y no en su interior.
Con las luces apagadas del ático, y sin ninguna canción navideña más, ambas mujeres se habían sentado en el suelo con la espalda apoyada en la mesita de café y miraban toda la decoración en silencio. La asistente intentando retomar una situación normal entre ambas había propuesto que se sentaran a oscuras para admirar todo, después de haber cantado aquel dueto,... que aún le hacía tensarse al recordarlo.
Sobre todo la parte en la que sus bocas habían acabado demasiado cerca, tan cerca que...
Tan cerca.
Así que ahí estaban, en silencio, con solo la luz de las luces de Navidad.
Chiara forzó su vista a la chimenea, pero no pudo mantenerla más que dos segundos; viró hacia los ventanales donde la nieve cada vez caía más fuerte y solo se veía blanco por la ventisca, pero tampoco aguantó mucho tiempo.
Fue entonces cuando sus ojos volvieron a Violeta y la boca se le secó por completo:
La actriz había recogido su cabello con una pinza de pelo, creando que algunos mechones cayeran desordenados, pero en cierta manera le realzaba el perfil. Y desde aquella posición, justo a su lado, Chiara admiró a la actriz mientras ella seguía centrada en la decoración. La luz tenue, las sombras y los contrastes; Chiara soltó una bocanada de aire cuando notó como los labios entreabiertos de Violeta se juntaban y su lengua asomaba tímidamente para humedecerlos en el proceso; un gesto tan sutil y tan efímero...
Sin poderlo soportar más, la menorquina acabó de girar su cuerpo para dejar de admirar las luces y solo centrarse en Violeta.
Realmente Chiara no sabía si la famosa actriz estaba disfrutando de la experiencia o no, porque había momentos como aquel que realmente la veía metida en la noche y en la festividad, no como ella quizás, pero parecía estar cómoda con Chiara y sus alocados planes. Sin embargo, en otras ocasiones Violeta rápidamente cambiaba de Dr. Jekyll a Mr. Hyde, y se negaba en rotundo y ponía aquella cara de hielo indescifrable.
Para Chiara ya era personal, en un primer momento, cuando le había propuesto el trato a Violeta, solo había querido disfrutar realmente del día. No había querido quedarse de brazos cruzados toda la noche sin poder pasar la Navidad como realmente quería... Pero en aquellos momentos, lo que más quería era que Violeta también disfrutase con ella en su noche favorita.
La quería con ella, compartiendo la experiencia.
La quería a su lado.
Vio cómo la granadina entrecerró sus ojos fijándose en algún pequeño detalle, pero Chiara solo notó aquellas cejas arrugarse ligeramente, el hoyuelo en su parte derecha, en cómo sus labios contenían algo que parecía una sonrisa...
–Mmh–los labios de la pelirroja se ensancharon un poco más.
–¿Qué?
–Sé que me estás mirando–confesó Violeta sin mirarla.
–¿Ah, sí?
–No eres muy disimulada, Oliver.
–¿Y quién dijo que quisiera disimular?
Durante unos segundos en el salón del ático reinó de nuevo el silencio, al menos hasta que Violeta conectó por fin sus miradas:
–¿Y ahora, qué?
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All I Want For Christmas Is You
FanfictionI won't even wish for snow I'm just gonna keep on waiting underneath the mistletoe. 'Cause I just want you here tonight Holding on to me so tight What more can I do? Oh, baby, all I want for Christmas is you.