–Entonces... entonces...–Chiara soltó una carcajada en medio de su propia historia limpiándose las lágrimas de la risa, mientras Violeta le servía otra copa de vino en aquella mesa enorme de comedor, una enfrente de la otra. La granadina no podía dejar de sonreír tampoco llegados a ese punto, la historia era divertida–. Si no fue suficiente que se me rompiera el tirante del vestido encima del escenario y tuviera que cantar con una mano aguantando el escote, a Paula, mi mejor amiga de la infancia, se le cayeron ochenta millones de veces las baquetas de la batería y Ruslana no daba una en el bajo. Fuimos un show. Sin duda alguna el mejor y peor bolo de mi vida.
–¿El mejor?–preguntó extrañada Violeta.
–Es el que más recuerdo, algo bueno tiene que tener.
La granadina sorprendida por aquel argumento alzó una de sus cejas, pero sin duda alguna veía lo que estaba intentando decir la asistente.
–Eres alguien muy positivo, Chiara–confesó, admirando aquella virtud en ella–. Nunca había conocido a nadie que...
–¿Qué?
En aquel preciso momento, Violeta se tomó su tiempo en acabar con el último bocado de rape y tragarlo antes de hablar. En cierta manera, también estaba buscando las palabras indicadas para expresar lo que realmente quería decir:
–Tu forma de ver la vida–explicó finalmente, no había conocido a nadie como Chiara–. Eres capaz de transformar una situación mala en algo bueno, o lo intentas, y no paras nunca de intentarlo. Eres cabezota cuando quieres, muy cabezota...
En concreto, Violeta estaba tomando el ejemplo de aquel mismo día, con aquella tormenta de fondo en Madrid y ellas ahí intentando celebrar la Navidad, a pesar de todo los impedimentos. A pesar de todas las negativas de la pelirroja que había ido poniendo por el camino hasta llegar ahí.
En aquel momento, vio a Chiara ladear una sonrisa antes de beber un sorbo de su copa de vino.
–Cuéntame algo de ti–le devolvió la pregunta–. Algo que me diga cómo eres.
–Sabes cómo soy, Chiara. Has trabajado conmigo.
La pelirroja hizo un gesto con la mano y puso los cubiertos en el plato indicando que había finalizado; durante unos segundos miró la cubertería bien puesta, tal y como le habían enseñado a hacer. Cubiertos en paralelo, significaba que había gustado el plato; cubiertos cruzados encima del plato significaba que no había disfrutado de la comida... Aquel pensamiento le vino acompañado de miles de noches siendo aquella muñeca de la que presumían sus padres, que explotaban noche tras noche en eventos sociales; miles de sesiones de fotos, miles de castings y clases de baile, canto, actuación; miles de rodajes sin ser una niña normal. Sin disfrutar de ninguna Navidad, tal y cómo lo había hecho Chiara en sus años de infancia...
–¿Pues sabes que creo?–solo las palabras de Chiara la sacaron de sus propios pensamientos y recuerdos– Que esa es solo la Violeta que muestras, una máscara para la prensa, para todo el mundo ajeno a tu vida... Porque hoy he conocido a alguien totalmente diferente, alguien que se deja llevar y sabe divertirse, aunque eres bastante competitiva. Ya no eres...
–¿The Icy Bitch?–interrumpió con una sonrisa perversa en sus labios.
Violeta se rio en aquel momento viendo las mejillas de Chiara tomando un color rojizo, y no por culpa del alcohol.
–¿Cómo...? ¿Cómo lo...?–ella tartamudeó–. Fuck, shit, mierda.
–¿Crees que Ismael y yo no os escuchamos cotorrear en el estudio de diseño a ti y a Arancha?–volvió a reírse con maldad–. Por favor, si sois muy obvias y para nada silenciosas.

ESTÁS LEYENDO
All I Want For Christmas Is You
FanfictionI won't even wish for snow I'm just gonna keep on waiting underneath the mistletoe. 'Cause I just want you here tonight Holding on to me so tight What more can I do? Oh, baby, all I want for Christmas is you.