Capitulo 1.

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6:45 am
Suena mi alarma para ir a la escuela. Me levanto, me baño y me pongo unos jeans grises, con una crop tee con estampado de flores colores verde, Aqua y rosa, con letras de NYC 81, con unos Converse rosas. Me pongo un labial casi del color de mis labios, rosas. Tomo mi mochila y bajo las escaleras, y vi a mi mamá que estaba haciendo el desayuno.

7:15 am
-Buenos días mamá- le dije mientras dejaba mis cosas en un banco del desayunador y me sentaba.
-Madrugaste o qué Regina- se rió mi mamá
-No es que solo quería ser puntual en mi primer día de clases, y qué haces de desayunar- le dije teniendo mi codo en el desayunador y mi mano del mismo en mi barbilla.
-Huevo con tomate.
-Bueno mamá, se me hace tarde para la escuela- le dije porque realmente no se me antojaba el huevo con tomate. Tome mis cosas y le di un beso a mi mama en la mejilla y me encamine a la puerta.
-Adiós mamá, no te preocupes me lleve dinero, ah y no pases por mi, hoy me vendré sola.

7:23 am
Puse en el camino hacia la escuela, una playlist de pop en Spotify, para despertarme. Entro a las 7:35 y hago aproximadamente unos 8 minutos en llegar, ya que esta a 6 o 7 cuadras de mi casa.

Llegue a mi escuela, me dirigí hacia mi casillero sin candado, porque se me hace patético tenerlo, metí mis libros y saque los de mis primeras clases.

Estaba con mi celular, checando Instagram, cuando alguien choca conmigo.
-Perdón...
-Fíjate por donde caminas...- le dije con mi mal humor de siempre volteando hacia arriba viendo al chavo con el que choque
-Perdón, pero tu estabas con tu teléfono...- me contestó

No supe que decir porque tenía razón.
-Pero bueno, cual es tu nombre- me sonrió.
Me reí sarcástica y le dije -Acabamos de chocar en el pasillo, y ¿solo por eso me preguntas mi nombre? Que clase de chico eres; pero bueno como soy una persona amable - le sonreí enojada - pues te diré mi nombre, me llamo Regina, y como no me interesa saber el tuyo, no te lo preguntaré, para la próxima que choquemos te lo pregunto, y pues bueno me voy porque tengo clases a que asistir.

Me voltee y me dirigí a mi aula.

-Espera, me toca en el aula 6 y no se cual es...- me dijo.
-Qué quieres que yo te diga, o qué...-
-Si...-
-Pues desafortunadamente te toca conmigo, así que ya sabes a donde ir...-

El me seguía al lado mío, y no paraba de mirarme de reojo. Admito que tenía unos bonitos ojos cafés y un bonito cabello castaño claro, y su piel blanca, ni hablar. Pero sigue siendo un cretino después de su encanto.

7:32 am
Llegué al salón y me senté el un lugar disponible que estaba en la tercera fila, en el centro, y el se sienta delante mi, y yo giré los ojos. Entra el maestro de Historia, yo saco mi cuaderno y me pongo a verlo mientras escuchaba el maestro.

10:43 am
Estábamos en química y solo quería que pasaran esos últimos 2 minutos para el receso...

Y cuando por fin tocan el timbre para salir, paso por el pasillo dirigiéndome a la cafetería, cuando alguien choca conmigo, y era el, otra vez.
-¿Lo hiciste a propósito?- le pregunté
-No lo sé, tal vez...- me contestó muy decidido.
-Ya que... como cumplo mis promesas, cómo te llamas...- le hice una sonrisa sarcástica.
-Elliot, gracias que amable- sonriéndome.
Pero yo le hice de nuevo mi sonrisa sarcástica.

Me fui a la cafetería a comprar mi lonche, y ahí estaba mi mejor amiga Evelyn.
-¡Hola!- me senté frente a ella.
-¡Regina!- sonrío de oreja a oreja.
-Que onda- le dije sonriente.

De repente oigo los pasos de alguien acercándose, y se sienta de lado mío, creyendo yo que a lo mejor era mi amigo Diego, le dije:
-Hola.
-Hola, Regina- me dijo Elliot con su voz grave.
-Ay, ya estas aquí otra vez...- le gire los ojos y me volví hacia Evelyn.
-Y ahora que se traen ustedes, Regina por qué no me contaste- tenía una expresión sonriente en el rostro, alzando las cejas.
-¿Contarte de qué?- le pregunté.
-Cuéntale de nuestro noviazgo Regina- me miro sonriendo Elliot.
-¿Cuál noviazgo?- mire a Elliot con expresión de enojo.- Evelyn hoy en la mañana conocí a este cretino que chocó conmigo en el gran pasillo y me pidió mi nombre, de la forma más patética y arrogante que te puedas imaginar.
-Pero si se ven hermosos- dijo Evelyn,

Me moleste demasiado porque ese cretino siempre quiere coquetear de la manera más arrogante y repugnante. Entonces me retire de la mesa...
-Ustedes platiquen yo me voy a otro lado.
-Regina...- dijo de modo de disculpa Evelyn.

Me fui con mis amigos Jesus y Diego, y ellos comenzaron a hablar sobre sus vacaciones y comenzó Jesus con sus cochinadas, a veces me cae mal, y hace pocos meses me entere que le gustaba yo, pero el solo se lleva a la cama a cualquier tipa, y a mi no me gusta, simplemente solo amigos. Todo el tiempo que estuve con ellos, Elliot no me quitaba la mirada de encima.

2:47 pm
Ya casi era el fin de las clases, y estaba guardando mis cosas en la mochila, y cuando sonó el timbre para irnos me levante de mi mesa-banco y antes de poder cargar mi mochila, Elliot la cargo por mi... Siempre aparece justo cuando estoy de tan mal humor.
-Dame mi mochila, Elliot- le dije enojada.

El se dirigió hacia la salida de la escuela y yo lo seguía diciéndole lo mismo una y otra y otra y otra vez. Hasta que me hartó, me pare en frente de el y le dije:
-Elliot dame mi mochila ya, si no te voy a poner una....- me controle antes de decir una mala palabra.

El sonrió y me dijo -Cómo no perderme en esa mirada, si en ella veo esa inocencia de una niña tan sabia y valiente como tu.
-Ya dame mi mochila... por favor...- lo mire y puse una mirada de que es en serio.
-Bueno, pero solo porque me pones esos ojos cafés tan bonitos- me sonrió.
-Bueno si ya...- me puse mi mochila y me dirigí hacia la calle.
-¿Te iras a tu casa sola?
-Si.
-Entonces te acompañaré.
-No gracias...
-Si no te pregunté...- me sonrió y se rió.

No se si lo que me dijo en la escuela, fue un cumplido o fue una prosa, o un verso, pero nunca nadie me había hablado en tales bellas palabras. Me gusta la poesía, pero nunca nadie me la había dicho, y menos un niño...

Cuando llegué a mi casa, mi mamá salió a tirar la basura y nos vio s Elliot y a mi.
-Veo que hiciste nuevos amigos Regina
-Si mamá, el es Elliot, y ella es mi mamá.- volteo a mirar a Elliot, y el a mi sonriendo
-Mucho gusto señora...
-Alicia- mi madre y yo contestamos.
Y el sonrió.
-Si gustas pasar adelante, y gracias por traer a mi hija.
-Si, señora no hay de que y gracias pero no yo, mmm, ya me iba- le contesto Elliot.
-Ándale ya pásale- le dijo mi mamá.

Elliot me miro con una mirada linda, que el tenía en esos ojos cafés claros. Entramos a la casa y empezamos a comer. Mi hermana Abril al ver a Elliot lo saludo y el le contesto con una sonrisa. El tenía una sonrisa tan hermosa, tan deslumbrante, que yo perdía el control si la veía, pero lo perdía mas si lo miraba en sus hermosos ojos. Pero como puedo hablar así de un cretino, y tipo que ni lo conozco... Regina concéntrate por favor...

Cuando terminamos de comer, me puse a limpiar la cocina y Elliot solo estaba sentado en las escaleras observándome, por un momento me espante, pero no sé que me observaba entonces no lo juzgue. De pronto siento que sus pasos se acercan y abren un banco del desayunador.
-Entonces, somos amigos...- me dijo.
-Sabes... deberías ayudarme a limpiar la cocina Elliot.- le conteste para no seguir su platica.

Se acercó a mi a un lado de donde yo estaba lavando los platos, me quito el cabello de la cara, y lo puso tras mis orejas, dio un gran suspiro y me dijo:
-Es que...- pero no terminó su frase.

Espere un rato para oír lo que me decía pero no pronunció ni una sola palabra, solo me miraba fijamente. Hasta que interrumpí su concentración cuando le dije que me ayudara.

Cuando terminamos, agarre mi mochila y abrí un banco del desayunador, y me senté, sacando mi tarea y poniendo mi mochila en el piso después.
-Regina, ¿me puedes ayudar con física?- señalo con un lápiz a su cuaderno.

Yo solo asentí con la cabeza:
-Son los circuitos, están fáciles mira, los circuitos serie son los que todos tienen la misma carga, si uno se desconecta, todos los demás también, y los circuitos paralelo son los que no están conectados todos para ser uno mismo, ¿si?- lo mire y el me estaba mirando ya mucho tiempo antes.
--Como alguien no se podría perder en tus ojos cafés y verdes como el pasto en primavera, como alguien no se podría perder en la belleza de una flor y en los pétalos que salen de su boca, y como no dejar de mirar esa corona de muñecas sobre su cabeza- me respondió mirándome en mis ojos.
-Elliot, perdón por tanta belleza externa, y belleza interna, pero estoy tratando de explicarte algo que no entiendes y tu solo estas mirándome, pon atención ¿si? Después me dices tus bellos versos y prosas que yo tanto admiro, ¿si?- le sonreí, por fin una sonrisa real.
-Claro.- me contestó con una sonrisa, mirándome.

Un amor en prosas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora