Capitulo 5

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Después de un largo sábado, el domingo iría con un tío a una sesión de fotos con mi cámara Canon, y entonces se me ocurrió invitar a Elliot para tomarme unas cuantas fotos con el y por fin escribir como pie de imagen un poema de los escritos sobre el.

Finalmente estábamos en la granja de mi tío, con mi mamá y mis hermanos, y Elliot. Mientras todos comían dentro de la casa, Elliot y yo salimos a caminar por el sendero. Para ser honesta estaba nerviosa de estar con el, estaba nerviosa por tener un novio, y aun mas porque nos tomaríamos de la mano y besarnos. Me ponía en tempestad con tan solo mirar diferente sus ojos, porque ahora ya eramos novios, me ponía feliz con verlos sonreír, y me daba miedo cuando nos mirábamos, era como si me fuera a tragar con su mirada y viviría eternamente de alma en el. Porque para mí, el ser novios ya no era igual que solo ser novios, ahora era romántico y preocupante, pero trataba de sentirme feliz con el.

Nos sentamos a la sombra de un sicomoro, y la sombra era impresionante, eran unos tres metros de ancho de sombra, y como cabíamos perfectamente nos acostamos y mirábamos las hojas del sicmoro.

-Esas hojas son perfectas- dijo Elliot din dejar de mirarlas.

-¿Por qué lo dices?- le pregunté.

-¿No es muy obvio? La estructura de sus hojas, y la altura de este sicomoro es impresionante, y la cantidad de hojas que hay en una rama es aún mas impresionante, ¿sabes a qué me recuerda?

-Impresioname- le dije mirándolo.

-Me recuerda a las ideas y flores de tu mente, y la altura del sicomoro me recuerda lo grande y hermosa que eres, la niña especial que eres, y la inocencia que vive en ti cuando estoy por besarte o por tomar tu mano. Y me recuerda en la manera absurda y perfecta en que nos hicimos novios. Pero su sombra me recuerda a la primera vez que te vi y te me parecías tan repugantemente hermosa y simple.- rompió su mirada hacia las hojas del sicomoro y se sentó mirándome.

-Entonces si te parecía tan repugnantemente hermosa, ¿por qué te empeñaste en mi? eso es aun mas absurdo- le dije en forma de burla romántica.

-Porque nadie se encuentra a una niña así tan fácil, y no eres el típico estereotipos de una niña de dieciseis años que piensa y cree en el amor, que lo admira y anda enseñando sus flores, como tu dices, a medio mundo, dándoles el valor de cuerpo, y no de Arte lo que realmente es.

Mientras comprendía esto, cerré mis ojos, tratando de meditar sus palabras y entenderlas, porque era un paradigma muy confuso, y aunque no tuviera metáforas, era algo que no lograba comprender; entiendo que no soy la misma niña de mi edad, tampoco soy promiscua ni enseño mi cuerpo, que es pintura. Y mientras pensaba, sentí una respiración tan cerca de mi, rompiendo mi concentración y cuando abrí los ojos, los labios de el ya estaban en los míos, fue el beso que me llevo a una estrella, y no quería bajarme jamás de ella, y bajo la sombra de ese sicomoro era la galaxia y las ramas eran las estrellas, sentí y vi pasar partes de mi vida. Se abrió un telón en mi mente y era su corazón, la profundidad de nuestro beso llegó tan hondo que pude sentir sus sentimientos por mi, pude sentir la fragancia de su dulce y problemática alma, mas sin embargo cuando estaba a punto de llegar a sentir amor, se separó de mi, el peor momento de mi vida. Y tenía mi mirada de pendeja, mirándolo con todo mi amor reflejado en mis ojos, y la poca luz que entraba de las ramas del árbol me iluminaba. Segundos depués comprendí que no necesitaba llegar a un "orgasmo" de un beso, si no solo comprender y abrir mi mente, dejando entrar el amor que sentía por el, el admitir que lo amaba. 

Para la sesión traía un suéter tejido grueso, que me llegaba unos quince centímetros arriba de mi rodilla, y como hacia un calor, que aunque no se sentía tanto por la brisa de los árboles. Y simplemente traía mi ropa interior y el suéter, o sea andaba en calzones. Cuando la sesión terminó y entramos a la casa mi mamá me vio y me dijo:

Tu sabes que haces con tu cuerpo, y tu escoges a quien mostrárselo Regina, nadamas no andes teniendo tus calenturas.

Y si efectivamente tenía razón, yo sabía que hacer con mi cuerpo y perfectamente sabía a quien mostrárselo, a quien darle el placer y el gusto de ver mi pintura. Y me mamá me dijo esto, porque noto que no traía un short debajo de mi largo y grueso suéter tejido, y más aparte porque tengo novio el había viajado con nosotros. Y le contesté a , y le conteste a mi mamá:

Mamá, tu bien sabes que si.

Le dije a Elliot que fuéramos arriba para hablar con el, de nuestro beso debajo del sicomoro. Y jamás pensé tener otra cosa con el, mas que sentarnos o acostarnos en la cama sin comenzar otra cosa.

Ya llevaba mucho tiempo sin hablar con mi mejor amiga, creo que perdí mi conexión con ella desde que comenzó a estar con un niño, que era sinceramente un patán y ella una pendeja ilusa. Entonces cuando llegamos al cuarto agarré mi celular y le mande un mensaje:

Que ondaa Eve, tengo que contarte un buen de cosas.

Estaba segura que no me contestaría enseguida, entonces me senté en la cama y el enseguida se sentó, y escuché su risa, retire mi vista del celular.

-Estas tarado o qué, de qué te ries...

-No puedo superar tu cara- me dijo aun riéndose.

-¿Pero de qué o qué?- estaba algo confundida.

-Yo se que me amas...- dijo Elliot mientras puso su mano en mi mano izquierda donde mi celular estaba.

-Eso es patético.- le respondí.

-Patético es que digas que es patético amarme, porque yo te amo.

-Nadie puede amar a alguien en unas cuantas semanas.

-Tu tienes la facilidad de que alguien se pueda enamorar de ti.

-Ay, ¿a poco si?.

-De verdad.- se rió.


Pero aun así no sabía si creerle el que me amaba, o la parte de que "Tu tienes la facilidad de que alguien se pueda enamorar de ti." porque todos dicen exactamente lo mismo.

Unos minutos después de platicar con el, me acosté y me quede dormida. Podía sentir su brazo por debajo de mi cuello, y su respiración y sus latidos de un corazón enamorado de una niña. 


11:41 pm

Cuando me levanté seguía escuchando sus respiraciones y latidos, e inmediatamente note que estaba sobre su pecho y yo lo estaba abrazando. Creo que fue un momento algo patéticamente romántico, tal vez por ser la primera vez de haber dormido con alguien y abrazar a alguien.

Un amor en prosas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora