Capitulo 11.

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Después de un largo tiempo...

Febrero 6
Qué será... Que ya no me quiere, que se volvió basura, no comprendo.
Es que se enamoro de otra, que se olvido de lo bello que se sentía rozar nuestros pies debajo de las sabanas, o de lo hermoso que fue cuando dormimos juntos por primera vez... Son solo recuerdos y nada más que pensamientos.
Pero yo lo amo de aquí hasta lo irreal, lo amo por sus rupturas, por su calor corporal cuando me abraza y me mantiene bajo sus brazos y cuando pone sus manos detrás de mis orejas y me besa con tanta dulzura que me hace morir en su cuerpo y desvanecerme hasta que él con vuelve a besarme y me revive de tal hermosura divina. Él es mi vida, es mi universo, es mi primer amor, y tal vez por eso sea que actuó como mugre niña estupida hablando mamadas.
Pero es que lo nuestro ya ni funciona, dejo de ser ese niño problemático y poético del que me enamore, y aún lo amo, lo amo con todas mis fuerzas, pero este amor me destroza cada vez más.
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Estaba viendo la tele, eran las 6 de la tarde, acostada en el mueble comiendo palomitas y respondiendo mensajes en mi celular, cuando escucho que tocan la puerta. Me levanto y enseguida la abro. Eran esos ojos cafés que después de tantas semanas sin ver, ya que se había ido de viaje, por fin estaban conmigo.
-Hola, mi amor.- dijo Elliot.
-Hola.- conteste.
Escuche esa voz grave y ronca que él tenía, y una sonrisa se pintó en su rostro y yo no pude evitar hacer lo mismo. Enseguida paso y le dije que fuésemos amo recámara, él asintió y subimos las escaleras. Mi mama que aún no llegaba del trabajo, pero mi hermana estaba viendo la tele en su cuarto.
-¿Cierro la puerta?- le pregunte.
-Como tu quieras.-
Ambos nos sentamos en la cama y de pronto el rostro de Elliot se pone pálido y parecía nervioso sus manos se fueron a cubrirse su cara.
-¿Qué pasa?-
-Mi amor... Lo lamento...-
Varios pensamientos pasaron por mi mente, me imaginaba algo doloroso, una ruptura.
-Regina... Me siento una mierda-
-¿Qué hiciste, Elliot?- le dije mientras agachaba la cabeza y el no quitaba las manos de su cara.
-Regina, conocí a otra chava, y nos besamos...-
-Bueno, menos mal que solo fue un simple beso...- le dije con mis ojos que comenzaban ya a llenarse de lagrimas y una sonrisa falsa.
-No... Es que tuve sexo con ella, y no fue solo una vez... Regina, perdón.-
No supe que contestar, no se si me dejo de querer, si jamás de quiso, no sé que fue lo que pasó, no sé que fue lo que hizo falta.
Enseguida me levante de la cama y cerré la puerta, volví a la cama y me senté. Elliot tomó mi mano y no levantó la cabeza para mirarme.
-Elliot... ¿Qué fue lo que te hizo falta? Probablemente sea la pregunta más jodidamente estupida que puedas tener...- y cayó una lágrima.
-No... Es mi culpa.- dijo mientras levantaba la mirada y vio caer mis lagrimas de mis ojos, enseguida las limpio con sus pulgares, pero mi reacción ante eso fue completamente egoísta.
-Yo también tengo dedos para limpiarme las lágrimas-
-Regina, mi amor...-
-No me digas mi amor, vamos a darnos un tiempo para que tú piensas si te la quieres coger de nuevo. No hay problema.- le di una sonrisa sarcástica -Y no quiero que estés en mi casa, quiero que te vayas.
El solo asintió con la cabeza y lo acompañe hasta la puerta. El solo beso mi frente y me pidió una vez más perdón.
Estaba rota, no sé qué le hizo falta, le entregue mi alma, le entregue mi amor, le di todo de mí, le escribía poesía, y le fui honesta a todo momento. Solo me recargue sobre la pared de la cocina y comencé a llorar sin parar, por qué justo ahora que tengo mil cosas en la mente. Me imaginaba lo peor, me imaginaba tener que pensar que lo hizo porque no me quería, porque se canso de mi. Mande a la fregada todo, mi corazón estaba destrozado y hoy que por fin veo esos ojos cafés, me destruyen de la peor manera.

Palabras de autora:
Una disculpa por haber tardado tanto, pero finalmente... Espero les guste, y no olviden votar. Y leer mi otro libro.

Un amor en prosas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora