Capitulo 36

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En el hermoso jardín al cual Justin me había llevado almorzamos; pues él había traído comida de su casa. O algo así me dijo. La verdad no le presté atención, solo a sus labios, los cuales se movían debido a que estaba hablando y yo no sabía ni de qué.

— ¿Me estás escuchando? –Pregunta el castaño y su pregunta la acompañó una risa.

— ¿La verdad? –Sonrío a medias. He sido cachada.

—Sí, la verdad. –Contesta y pasa su brazo por mis hombros, para luego depositar un suave y tierno beso en mi frente.

Me siento bendecida de tener este novio. Aunque no haya pasado mucho tiempo. Que digo, ¡ni si quiera ha pasado 1 día!

—Bueno, con toda la verdad, no. –Le sonrío en modo de disculpa y me tumba inmediatamente en la hierba.

¿Qué le pasa? Pego un gritito y él suelta una carcajada, se posiciona encima de mí. Trato de forzarlo para salir de su agarre y él se pone aún más fuerte. ¿Cómo le hace?

— ¡Ya Justin! –Grito riendo y pataleando.

Él aun así no me suelta y me da una de sus sonrisas resplandecientes que te hacen sonreír instantáneamente.

—Me tengo que ir. Y es enserio. –Me pongo seria, o por lo menos trato. Él se levanta y me tiende su mano, la tomo, gustosa y me sacudo la parte trasera del jeans.

—¿Te llevo a casa princesa? –Pregunta agarrando delicadamente mi mano.

Asiento y aprieto su mano más fuerte.

—¿Qué pasa? –Pregunta preocupado deteniéndose.

—Le diré a mi padre. –Le aviso y me tira una mirada confusa.

—Sigo sin entender. –Me dice y yo lo miro.

—Que le pagaré la rehabilitación. De eso hablo.

Se queda callado y me preguntaba el porqué. Llegamos a la entrada de mi casa, pues no quedaba tan lejos como yo pensaba.

—Sabes que te quiero demasiado ___, y que por algo te pedí ser mi novia, estoy tan feliz de que hayas aceptado, yo tampoco estoy de acuerdo con lo de Emily, pero te apoyaré porque te quiero mucho, y siempre estaré allí para ti, si necesitas algo me llamas, siempre te querré, eres mi princesa. –Dice mientras sus manos delicadas puestas en las mías estaban entrelazadas, sonrío felizmente y le doy un pequeño beso en sus labios, nada salvaje, más delicado, se sentía demasiado bien sus labios jugando con los míos, nos quedamos allí por más de 15 segundos o al menos eso creo, pues dudo mucho que una persona cuente los segundos cuando se besa con su novio, y si lo hacen, pues son unos raros.

Al separarnos lentamente me brinda una sonrisa, y me da un pico antes de retirarse por completo. Me abraza y lo devuelvo encantada, minutos después ya se había ido, sin antes asegurarse de que entrara a mí casa sana y salva, aunque estábamos al frente de ella, no era necesario, pero él insistió.

En la sala se encontraba mi padre leyendo el periódico, justo entré cuando doblaba otra hoja para seguir leyendo. Me mira a través de sus lentes y le sonrío en modo de disculpa.

—Al fin llegas. –Me dice mientras quita sus lentes de su cara, coloca el periódico en la mesa de al frente y me indica que me siente.

—Necesito hablarte de algo. –Le digo nerviosamente.

—Lo sé, pero antes, ¿Cómo está Emily?

—Ya está mejor, pero va a entrar a rehabilitación. –Le informo y él cruza sus piernas.

—¿A sí? Me alegro. –Muevo mis manos las cuales se encontraban en mis piernas nerviosamente, ¿cómo le decía?

—Te tengo que decir algo. –Hablo y me mira atentamente.

—Escucho.

—Como sabes, Emily no tiene mucho dinero, iba a mi escuela por beca, ¿lo sabes? Bueno, si no lo sabías ahora sí, el punto es que es muy importante para su madre que ella entre en esa rehabilitación, pues como sabes, Clay se decepcionó muchísimo, y me duele demasiado verla así, no les alcanza su salario y como a nosotros sí yo solo quería... —Mi padre me interrumpe al entender lo que le quería decir.

—No. No ___, no, no, no, no y no. Punto. –Me regaña y se levanta del sofá en el cual anteriormente, se encontraba sentado.

—¡Pero papá! –Me quejo y no me voltea a ver. -- ¡¿Por qué no!?

—Porque no, ¿entiendes? Es simple. No. –Me lo repite con una sonrisa sarcástica y se voltea para ir a la cocina a buscar un vaso de agua.

—Sí entiendo, ¡pero el que me debería entender eres tú! Aunque me haya traicionado, todo, pero todavía quiero ayudarla, ¡por favor! –Le pido una vez más, creo que estaba a punto de rogarle de rodillas.

—¡Ya te dije mi respuesta __! ¡¿Querías saber mi opinión!? Esa es. Ya basta. No cambiaré.

—A veces pienso porqué tuve un papá como tú, ¡Te aseguro que si fuera mamá si me dejaría! –Le grito y él me mira furioso.

—¡Pues ella no está aquí! ¡Métetelo en la cabeza! –Me devuelve el grito y eso pudo ser lo más doloroso del mundo, decir eso de mi madre. Sé que no está aquí conmigo, pero no hacía falta decirlo.

Camino con los ojos ya vidriosos y empeñados en lágrimas, azoto la puerta de mi habitación con fuerza y la tranco con llave. Trato de llamar a Justin pero me salía en ocupado.

Las lágrimas salían sin cesar, sentía que mi celular se me resbalaba de las manos, y así fue, terminó en el suelo, pero eso no me importó, lo que me lastimó fue lo que dijo mi padre.

—¡___! ¡Abre la puerta! –Me dice desde afuera con una voz más tranquila a la de antes.

—¡¿Para qué!? ¿Me vas a restregar en la cara de nuevo lo anterior? –Pregunto enojada y oigo un suspiro de su parte.

—No quise decir eso cariño, eres mi hija, no haría eso apropósito.

—Pues ¿sabes? Te salió mal, porque me lastimaste, más de lo que ya lo haces.

«Una persona fuerte es la que sonríe aunque por dentro esté destrozada ».

Drug World {Justin&Tu Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora