Drug World {Justin&Tu Terminada}

Capítulo 33

— ¿Qué pasó? –Pregunto anteriormente al doctor que había llegado, por lo que Justin me tuvo que levantar.

—La paciente está mucho mejor ahora. Pero quiero decirles que ella no saldrá del hospital, si no que tendrá que entrar en rehabilitación. –Nos dice seriamente, miro a la madre de Emily, quien miraba en shock al doctor.

—Pero, doctor, yo no tengo todo el dinero suficiente, ¡de a poco me alcanza para pagar el hospital! ¡No puedo pagar eso. –Su cara muestra preocupación.

—Yo la puedo pagar. –Le digo y ella me mira inmediatamente, como si fuera una especie de extraterrestre o algo así.

—¿Qué? ¡Claro que no ___! Debe ser muy costoso, no voy a dejar que gastes de tú dinero en esto. –Se niega rotundamente.

—¡Vamos! Yo quiero ocupar ese dinero en Emily. Después de todo sigue siendo mi amiga. –Le respondo encogiéndome de hombros.

Justin me agarra delicadamente la mano, pero a la vez firme, y me arrastra hasta una esquina de la sala.

—____. ¿Sabes lo que estás haciendo verdad? Es bastante dinero. –Me explica, y yo asiento.

—Sé lo que hao Justin. Pero lo conversaré con mi padre, no te preocupes.

Él me mira como si estuviera loca. Pero luego asiente tratando de entender la situación, cosa que sé que no hizo.

—Confío en ti. –Me responde.

Abro paso para poder abrazarlo, él me responde gustosamente. Lo quería tanto.

—Gracias Justin.

—De nada, mi princesa. –Responde dulcemente para luego besar mi mejilla.

—Hablaré con mi padre antes de esto. –Le digo a Clay al volver donde se encontraban paradas.

—Bien, prosigo, pueden entrar, cada persona, a ver a Emily, no por mucho tiempo, cuando las enfermeras toquen la puerta indica que ya tienen que salir. Puede pasar la primera persona. No griten, ni lloren, traten de seguir esas normas, no queremos alterar al paciente.

—Entra tú Clay, eres su mamá, seguro te necesita mucho. –Le respondo mientras le brindo una sonrisa.

—Gracias ___, no sé cómo puedes estar con mi hija después de haberse peleado, te lo agradezco de todo corazón. –Me abraza y se dirige a la habitación para luego abrir la puerta lentamente.

Emily.

Quería salir de esta vida, de que vale la pena vivir, si no tengo a nadie, mi mejor amiga, mi novio, mi madre de viaje, nadie está atento de mí, solo quiero morir, no quiero sufrir como lo hago ahora, simplemente no me gusta, miraba atentamente las drogas, el alcohol a la misma vez, busqué rápidamente en internet: "Formas de suicidarse". Aparecieron miles de resultados, con pastillas, alcohol, drogas, cortes, etc., pero hubo uno que me llamó la atención:

"Si quieres suicidarte sin dolor, lo mejor es con drogas y alcohol, primero, agarras una heroína, bueno, varias, y consúmelas, rápidamente, luego de eso, agarra las botellas de alcohol y trágatelas, todas, completas, repite esta acción hasta que sientas un leve mareo y empieces a botar espuma por la boca, créeme, puedes morir al instante, y sin dolor".

¿Realmente quería esto?

Lo que yo quería era parar el dolor un segundo, nadie sabe cómo me siento, nadie sabe que por dentro estoy llena de dolor, rota, que tengo pensamientos suicidas, que quiero poner en acción ahora.

Busco rápidamente las drogas, heroína, como decía en la página que leí, las botellas de alcohol que tenía un leve polvo de haberlas tenido guardadas hace mucho, pero igual seguía siendo alcohol. Miré mi reflejo en el espejo, pronto mi cara empezó a tornar azul, me sentía tambaleante, me recosté en el piso y suspiré profundamente tratando de calmarme, sentía las ganas de vomitar, el dolor de cabeza matándome, me tiré en él y mi corazón latía fuerte, rápido, empecé a tener convulsiones, la espuma no tardó en salir, sentía el mundo dando vueltas, cerré mis ojos, el timbre del apartamento sonaba, hasta que ya no escuché más nada, todo se tornó negro, mientras puntos imaginarios aparecían.

Se sentía un mundo nuevo, no sabía si estaba muerta o no. Simplemente no sabía de nadie. ¿Por qué no me podía morir? ¿O es que ya lo hice? ¿Estoy muerta? Dios, esto es tan confuso. No sentía nada, no sabía si habían personas a mi alrededor, si estaba en mi apartamento muerta, no sé, solo quiero estar con Ken, sé que él me protegería de todo, solo quiero ir con él, rápido.

No sabía en qué fecha estaba, ni si ya había pasado el año, solo me sentía cansada, oía bulla a mi alrededor, gente hablando, preguntando, no sentía mi cuerpo, mi cabeza me dolía, ¿Dónde estoy? Trataba de abrir mis ojos, pero simplemente no querían, no tenía fuerza ni para separar mis labios un segundo, los cuales se encontraban re-secos y pegados el uno al otro.

—Está viva. –Oí decir.

¿Estoy viva? ¡Dios! ¡Estoy viva! Pensaba que esto de las drogas enserio me iba a matar, eso era lo que yo quería, pero no, sentía a alguien hablándome, pero no podía contestar.

—¿Hola? ¿Despertaste? –Pregunta la extraña voz a mi lado.

—¿Te encuentras bien? –Repetían.

—Creo que está despierta, pero los medicamentos le quitaron la fuerza, fueron muchos los que le pusimos para poder mantenerla viva.

—Déjala descansar, pronto estará bien, solo hay que informarles a sus familiares que está viva y despierta, solo que le falta un poco de fuerza.

Y cómo lo pensé, estaba en un hospital, la pregunta es; ¿Quién me trajo?

Trato de reunir fuerza aunque sea para poder abrir un ojo, cosa que logro, pero inmediatamente una luz fuerte y blanca me molesta, por lo que los cierro inmediatamente.

— ¿Hola? –Pregunto con la voz ronca a alguien, una enfermera me mira, esta vez trato de que mis ojos se acostumbren a la luz.

—Hola. –Susurra y camina dulcemente por mí. --¿Cómo te sientes?

—Cansada. –Murmuro con la voz ronca.

—Es normal, ya les avisamos a tus familiares que despertaste, ¿quieres que pasen? –Pregunta.

—Sí por favor. –Le pido, queriendo estar con alguien y tener su apoyo, saber que no estoy sola en esto.

La puerta se abre lentamente, y deja ver a una mujer, a la que me trajo a la vida, a la vida de la cual yo me quise suicidar.

—Mamá... –Susurro.

—Hija...

«Lo mejor del mundo, es la vida ».