Capítulo 42.

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Las 8:32 pm del día siguiente me encontraba bajando las escaleras para salir a despejarme un rato de todo, Justin no dejaba de mensajearme en la noche, cosa que era hermoso, pero no podía perdonarlo sí porque sí. No.

— ¿Estarás bien? –Pregunta mi papá, con una cara preocupada y tensa. ¿Cuál era el problema?

—Claro que sí pa, ¿qué pasa? Antes he salido de noche y vuelvo a casa viva. –Le respondo con una sonrisa en grande y doy un beso en su mejilla de despedida.

— ¡Recuerda no aceptarle nada a nadie! –Grita mientras salgo de la casa, no soy una niña, me sé cuidar.

— ¡No soy una niña! –Cierro la puerta y me arropo aún más con mi abrigo.

La noche estaba bastante oscura, con un viento frío, muy poca gente caminaba por las aceras ahora mismo, de vez en cuando las luces de los carros hacían mi vista fallar, pero me las arreglaba. Cuando por fin llegué a mi destino, necesito olvidar, aunque sea por algunas horas, hoy es mí día, y nadie, pero nadie me lo va a arruinar.

Sonrío al ver el letrero, que en letras grandes y llenas de luces marcaban el nombre del bar. Entro y las campanas que tenía la puerta suenan. Todas las miradas se dirigen a mí, incómoda me dirijo donde estaba el encargado de servir los tragos que querías.

—Hola, ¿me das algo fuerte por favor? –Le pido sentándome en un taburete que había allí.

—Tengo algo mucho más fuerte nena. –Me sonrío pervertidamente, entendí su doble sentido y lo miré mal.

—Es enserio. –Respondo y asiente.

— ¿Olvidar?

—Olvidar. –Me brinda una sonrisa y se acerca a la repisa que contenía miles de botellas con distintos sabores, escoge una que tenía un líquido transparente, el cual lo llenó, y me lo dio.

— ¿Sabe mal? –Miro el contenido que tenía mi copa, nunca antes había tomado alcohol, y empezar con algo fuerte no es lo mejor que digamos.

— ¿Mal? ¡Es uno de los mejores! Y te aseguro que olvidarás todos los problemas que tengas. Pruébalo. –Me invita y él se sirve un trago, el cual de un solo tirón pasa por su garganta y sonríe satisfactoriamente. — ¿Ves? ¡Vamos inténtalo!

—Bueno. –Asiento y miro por última vez el líquido, para tragarlo, mi garganta ardió cuando el contenido pasó por ella, pero se sentía tan bien. Tomé todo lo que quedaba en la copa y se la di.

— ¿Más? –Pregunta y asiento.

—Más.

Vuelve a llenar la copa, pero esta vez se voltea y demora más, aun así la estaba esperando impacientemente.

— ¿Demoras? –Pregunto y se encontraba dándome la espalda.

— ¡No, ya voy! –Me dice y me entrega la copa, sin mirarla esta vez la trago, dejo la copa en la mesita y le agradezco con una mirada, el asiente y se lleva el vaso.

Mis pies se sentían cansados, mi celular vibraba en mi bolsillo, lo saqué para ver la pantalla, contenía mensajes de mi padre y de Justin.

¿Dónde estás? –Justin.

Ese fue uno de los mensajes de Justin, reí aun no sé el por qué.

Y unos más de mi padre preguntándome lo mismo.

— ¿por qué les importa? –Susurro a la nada, inesperadamente tengo la necesidad de apoyarme en algo. Encuentro una silla por lo que me apoyo en la misma.

Mis ojos se sentían cansados, mis piernas agotadas, me siento y mi cabeza dolía, sentía punzadas en ella. Una chica se me acerca notando mi mal estado.

— ¿Necesitas ayuda? –Pregunta preocupada por mi estado, logro mirarla borrosamente, y niego con la cabeza.

—No te preocupes. –Contesto débilmente, me sentía de la patada.

—Definitivamente necesitad ayuda. ¿Quieres que llame a alguien para que te busque?

— ¿No eres una clase de secuestradora que me llevara a lo oscurito donde me encontraré a alguien que me vaya a violar cierto? –Ella ríe fuertemente por mi ocurrencia, eso hace que mi cabeza palpite más y me quejo del dolor insoportable.

—Perdón, y no, nadie te violará, llamaré a alguien para que te venga a buscar, ¿me permites tu celular? –Pregunta y yo niego.

—Yo te doy el número, solo llámalo desde el tuyo. –Le digo y ella asiente a todas mis indicaciones.


Pronto sentí los brazos de alguien alzarme y llevarme lejos de este horroroso lugar. Abrí los ojos lo más que pude para poder ver a la persona que me ayudó, pero que también me destrozó. Me coloca en un auto y cierra la puerta, sin antes depositar un beso en mi frente.

—No me lleves a casa por favor. –Le digo débilmente.

—___, estás mal, necesitas ir a casa. –Me dice desde la parte delantera del auto.

—Sí, pero no a la mía, llévame a la tuya, por favor, mi papá no se puede enterar de esto, me matará. –Le pido y el niega.

—Mi mamá está allí y...

—Por favor Jus.

—Veré que hago ¿sí? Tan solo quédate allí, y no te preocupes por nada, no sé qué bebiste, pero algo me dice que consumiste droga. –Su mandíbula se tensa y maneja.

—Lo siento mucho, yo no sabía. –Mis ojos se van cerrando cada vez más y más.

—___... –Susurran levemente y trato de abrir mis ojos, pero la luz no me dejaba.

—Me siento muy mal Justin. –Le digo y las lágrimas salen por si solas.

—Lo sé cariño, ven, ya llegamos. –Me dice y me levanta, todo estaba oscuro, agradecí internamente que Pattie no estaba despierta. Siento como camina hacia su habitación y me deposita en su cama.

— ¿Por qué lo hiciste ___? –Pregunta mientras me mira decepcionado.

—Yo solo quería olvidar por un rato todos los dolores que estoy pasando. –Le digo y él niega con la cabeza sintiéndose culpable.

—Esa no es la forma ___. No la es.

— ¿Y entonces por qué tú la consumes? –Pregunto y él pasa su mano por la nuca de su cabeza, sin saber qué responder.

—No lo sé ___, pero no está bien, no lo está.

— ¡¿Y si eres consciente de eso por qué mierda la consumes!? –Le grito pero no muy alto para no despertar a Pattie.

— ¡No lo sé! Yo solo llegué hasta allí por los problemas en casa, pero no lo sé. –Me confiesa con una mirada que reflejaba tristeza pura.

—Yo no puedo estar con un chico así Just, no puedo. –Le digo y veo sus ojos aguados.

—Créeme, te entiendo. Tienes todo tu derecho, pero yo no puedo superarte. –Me dice y lo abrazo, sé que se sentía mal, horrible.

— ¿Qué tengo que hacer para que vuelvas a estar conmigo ___? –Me pregunta soltándose de nuestro hermoso abrazo y mirándome directo a los ojos, que a diferencia de los míos, los de él brillaban.

—Te lo diré después Justin, no sé si recuerdas que estoy mal. –Le digo soltando una pequeña risita.

—Te juro ___, que haré todo lo posible para que vuelvas a ser mi novia, Porque cualquier otro chico que se droga no hubiera hecho eso porque terminó con su novia, pero yo sí ¿sabes por qué?, porque te quise.

— ¿Por qué me quisiste? ¿O sea que ya no? –Pregunto desilusionada. Pensando que rápidamente ya me había superado, pero yo a él no.

—No, porque ya no te quiero ___, ahora estoy seguro de que te amo.

«Los buenos momentos de tu vida, serás recordados como grandes alegrías; los malos te darán las mejores enseñanzas.»

Drug World {Justin&Tu Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora