Día 2

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El día comenzó igual que mi vida habitual, eran cerca de las 9:20am cuando recibí una llamada.

-Buenos días ¿Se encuentra el señor Marcus Sellers?- escuche mientras agarraba el teléfono

-Si, el habla.-

-Sr. Sellers, le habla la recepcionista Cohn del hospital Saint Carmel.-

-¿Pasó algo? ¿Le paso algo a la chica?- Pregunté preocupado.

-No se alarme Sr. Sellers, la señorita se encuentra estable, de hecho ya ha despertado y el Dr. Goodman quiere ver si es posible verlo.-

-Está bien, ya me pondre en marcha, que tenga un buen día.-

-Usted igual Sr. Marcus.-

Así que colgué el telefono y subí a mi cuarto; me cambié rápidamente con unos jeans, un sueter negro y unos zapatos del mismo color; me acomode el cabello el cual ya estaba un poco largo y pedía a gritos un nuevo corte. Salí disparado al hospital motivado por las ganas de poder hablar con esa chica.

Al llegar hable con la señorita Cohn. Me explicó que el Doctor se encontraba con la paciente junto con un policía en la habitación número tres. Que tendría que esperar unos minutos hasta que saliera el policía para poder hablar con ellos.

Al cabo de un par de minutos el policía salió de la habitación y se acercó a mi, dirigiendome una frase de elogio.
-Gracias a usted esta chica sigue con vida- Tomó un tiempo para revisar el cuadernillo que traía en su mano -El hombre que la atacó se llama Robert Rogers ¿Lo conoce?-

Negué con mi cabeza.

-Ya lo estamos buscando, la pena mínima por este tipo de delito es de un año-

-Un año parece poco por un intento de homicidio-

-La pena mínima dije- volteó con dirección a la salida.

Nunca supe el nombre de ese policía y la verdad nunca me interesó, mucho menos en ese momento. Me dirigí hacia la habitación número tres. Al llegar noté que había otro policía en la puerta- quizás para prevenir que el tal Robert se acerque a ella- pensé.

La puerta se abrió y el doctor Goodman salió.

-Ohh Marcus llegaste rápido-

-Es que vivo a solo unas cuadras de aquí- Sonreí

-Esta bien, la paciente, aunque despertó esta cansada por el pequeño interrogatorio del policía que vino antes, me temo que solo puedo darte un par de minutos, te espero en la recepción.-Se apartó de la puerta dejandome entrar.

Las margaritas estaban en un florero al lado de la cama, del lado derecho se encontraban muchos aparatos para monitorear a la chica del lado izquierdo había una silla de plastico de color rojo. Sentía que me estaban observando y cuando observe hacía la cama note que sus ojos me miraban.

Edición by ~~Darkness. Editora en Editorial Blue.

Inmarcesible Limerencia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora