Inmarcesible Limerencia

Día 6: Su Ayer

Como le prometí fui a verla sin falta, hablábamos de todo un poco, de los pacientes, las indirectas características del doctor Goodman y de muchas cosas más, al final terminabamos con una sonrisa de oreja a oreja. Algunos dicen que la risa es la mejor medicina quizás sea verdad. Elise había mejorado considerablemente, su cara ya no estaba hinchada, las cicatrices aunque eran visibles no se veían tan mal.

Ninguno de los dos había mencionado nada de su pasado hasta ese día. Hice que ella tomara la iniciativa.

-¿Cómo terminaste aquí?- dije con un tono algo serio.

-¿No lo recuerdas? Fuiste tu quien me trajo hasta aquí- respondió con un gesto de niña de cinco años.

No pude evitar sonreír

-No me refería a eso, ¿Cómo llegaste a LitteWoods? No eres el tipo de chica de por aquí-

Hizo una mueca, al parecer no quería hablar de eso, pero yo necesitaba saberlo.

-¿Prometes no juzgarme?-

-Lo Prometo-

Levantó su dorso de la cama y lo puso contra la cabezera de la cama.

-Soy hija única así que de pequeña fui mimada por mis padres, no teníamos mucho dinero pero éramos muy unidos pero... cuando tenía 5 años... mi padre fundó una empresa y 2 años después el era ya todo un millonario, así que comenzaron los lujos y los viajes, comenze a tener de todo pero, entre más dinero había, menos tiempo me dedicaban a mi. Llegaron al punto en el que solo me veían una vez por semana, su forma de recompesarme era con obsequios, mi padre sabía que lo único que lograba contentarme era una flor de margarita pues, cuando no teníamos dinero suficiente para regalos caros, con una simple margarita yo era muy feliz. Así que cada semana antes de irse dejaba una flor en la ventana al lado de mi cama para que yo la viera al despertar.
Aunque lo tenía todo en realidad no tenía nada. Entonces comenze a ponerme rebelde solo para llamar su atención, pasaron los años sin que nada cambiará haciendo que una brecha entre mis padres y yo creciera más cada día.
Y así duro hasta que cumplí los 15...-soltó un suspiro- y...había un chico...-

-¿Robert Rogers?- Pregunté interrumpiendola

Movió su cabeza confirmándolo.

-El tenía 19 años, venía de una familia adinerada, al principio no estaba segura si de verdad lo amaba pero, Robert me daba el amor y el tiempo que no recibía en mi casa y eso era suficiente para mi.
Cuando cumplí los 16 el me pidió que nos escaparamos y yo ciega de amor por el acepté sin pensar.
Como mis padres solo me llamaban una vez al mes, lo tomaron de la forma más normal del mundo- Lo decía con una melancolía que me llegaba a lo más profundo del corazón- Por cuatro años todo fue perfecto o casi, teníamos muchos planes y viajabamos a dónde queríamos, pero...-

Se detuvo y su cara me mostraba que no estaba segura de seguir hablando, pero luego tomó un largo suspiro, se calmo y continuó.

-Comenzaron sus llegadas tardes apestando a alcohol, pasó un año así; siempre me golpeaba, hasta que...- Se detuvo un momento para humedecer sus labios y sus ojos empezaron a enrojecerse- me violó pero, no era capaz de dejarlo, lo amaba pero el solo... solo no me quería- Soltó una lágrima que luego seco con su antebrazo- Pasé dos años más aguantando sus insultos, los golpes y los abusos hasta que yo exploté.-

-Nos encontrabamos en la entrada de esta ciudad, el se bajo a comprar algo para comer, eran como eso de las once de la noche, cuando cerró la puerta pero antes de eso se dirigió a mi y me dijo-

-"No intentes escapar puta"-

-Me sentí tan mal al escuchar eso que hize lo contrarió, abrí la puerta y salí corriendo la verdad no me importó mucho lo que me pasará después; cuando el me vio salió disparado de la tienda y se fue tras de mi...- quiero decirle que continúe pero se nota que esta cansada -Cuando me alcanzó agarro mi cabello y me lanzó contra el pavimento y.... mientras estaba en el suelo... comenzó a darme golpes y me decía-

-"Eres una perra desagradecida, me perteneces, no vales nada, no eres nada"-

-Se había bajado el pantalón, su intención era violarme ahí, así que asustada vi un única oportunidad de salir de ahí... así que alcanze a golpear su entrepierna y aunque estaba muy adolorida me puse a correr; luego alcancé a verte pero me desmaye y no recuerdo nada más salvo que alguien me había salvado- Se detuvo un momento -Tu- dijo viéndome a los ojos.

Edición by ~~Darkness. Editora en Editorial Blue.