Día 2 : Elise

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—Hola— me dijo con la voz quebrada, seguramente era la voz más dulce que jamás había escuchado.

—Hola— respondí con algo de nervios gracias a su voz.

Soltó una leve sonrisa al ver mi cara de nervios

—Tu las trajiste— refiriéndose a las flores.

Asenti con la cabeza.

—Son hermosas, cuando era niña mi padre acostumbraba regalarme una cada semana, son mis favoritas, ¿Cómo lo supiste?—

—No se, yo solo... no lo se— dije mientras me sentaba en la silla.

—Mi nombre es Elise— dejó escapar otra sonrisa quebrada.

—Marcus— fue entonces cuando la mire fijamente.

—Es un placer Marcus— dijo sonriendome.

—El placer es mío—

Observe sus ojos, eran los más hermosos que había visto, eran tan azules como el mar y tan celestiales como un cielo despejado, aunque su cara aun estaba algo hinchada se podía distinguir su pequeña pero respingada nariz; sus labios tan rojos cual rosa y su cabello tan rubio como los petalos del girasol, ahora entiendo porque su padre le regalaba tantos y su tez era tan blanca como la nieve. En síntesis era, en mi concepto, la mujer perfecta.

—Gracias— sus mejillas se comenzaron a tornar rojas —si no hubiese sido por ti, yo...—

—Me prometí que no dejaría a nadie morir, no tienes que agradecerme nada— la tuve que interrumpir, no quería que hablará de eso.

—El doctor me dijo que tu éstas cubriendo mis gastos, no lo merezco— su expresión se torno triste.

—No te conozco pero, nadie merece morir a manos de un idiota como ese tal Robert—

—Gracias de nuevo— sus ojos se empezaron a poner vidriosos y de ellos salieron pequeñas lágrimas pero las secó rápidamente.

Yo solo le sonreí, una enfermera nos interrumpió, me hizo una señal para que saliera. Me levanté de la silla y me dirigía a la puerta cuando su voz me detuvo.

—¿Volverás mañana?—

—Y todos los días— le sonreí, ella me devolvió la sonrisa.

Salí de la habitación y me dirigí hasta la recepción ahí el doctor me explicó que Robert era en realidad el esposo de Elise, que al parecer ella intentaba huir, pero el la persiguió hasta esta ciudad propinandole los golpes que presentaba. Cuando terminó me despedí del doctor y me fui a casa, pero sin olvidar su nombre... Elise.

Edición by ~~Darkness. Editora en Editorial Blue.

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