Día 270: Alice

36 4 1
                                    

Han pasado mas de 6 meses desde aquel " Te amo" que marcó un nuevo curso en mi relación con Elise puesto que ya somos esposos legítimos, en otra ocasión te contaré sobre la boda, aún que no hay mucho que contar sobre ésta excepto que tuvimos que adelantarla debido a que Elise quedo embarazada, fue algo sencillo pues aún se guardaba el luto por el fallecimiento del Sr Henman.

Desde el instante en que ambos supimos que seríamos padres además de sentir una emoción casi perpetua por la gran noticia nos sumimos en una constante discusión pacifica y en extremo humorística sobre el nombre de el entonces feto.

-Si es niño se llamará Marco Aurelio como uno de los grandes Cesar de Roma y si es niña su nombre será Marce- Exclame levantando mi dedo índice con un tono casi serio.

-Marcus ni-se-te-o-cu-rra no nombrarás a si a mi hijo- Respondió con su mirada incrustada en mi.

-¿Que? Querida ambos son nombres fuertes y ancestrales- Concluí riendo.

-En ese caso porque no mejor Aquiles, Hector o Elena- Terminó riendo.

Entre risas al unisono por la barbaridad de los supuestos nombres para el bebe que venía en camino pasaron días que se convirtieron en semanas que a su vez pasaron a ser meses hasta llegar a la mañana de hoy donde después de tanto tiempo y al ya saber el sexo de la criatura Elise Asegura haber tenido lo que ella llamó una "revelación" sobre el nombre.

-Amor, Marcus- Repetía Elise algo agitada mientras que con sus manos movía mis hombros intentado despertarme ps sabía que tenía el sueño pesado.
Luego de unos instante al sentir la agitación en mis hombros y los llamados a mi oído terminé despertándome con angustia.

-¿Que pasa? ¿Estás bien? ¿Tienes antojos? ¿ Te duele algo?- Expresaba mientras me acomodada en la cama.

-Tranquilo, Alice y yo estamos bien- dijo a la vez que acariciaba su barriga con delicadeza.

-¿Alice?- Dije frunciendo el ceño.

- Así es- dijo sonriente- tuve un sueño en el cual tu y yo íbamos por la calle con una niña en el medio, los tres agarrados de la manos, la niña se soltaba y corría un poco delante de nosotros y tu la llamabas Alice- volvió a sonreír.

-¿Así que Alice eh? Supongo que está mejor que Marcelina- Reí leve.

-Eres un tonto e inmaduro Marcus, así se llamará y no hay poder en la tierra que me haga cambiar de opinión- Anexó Elise con gran determinación para luego darme un beso y acostarse a mi lado. No podía discutir esta vez, sinceramente Alice me gustaba pues tenía cierto parecido a Elise es decir tenía una parte de ella en ese nombre.

-Esta bien, entonces Alice será, pero si preguntan diré que fue mi idea- Sonreí.

-Ja, sigue soñando cuando pregunten les diré que tu querías llamarla Marcelina- sacó su lengua.

Pero como lastimosamente esto no es un cuento de hadas si no mas bien todo lo contrario la maldad nos acechaba como un cáncer dispuesto a consumir a Elise y a mi.

Ese mismo día tiempo después de escuchar y aceptar la revelación de Elise salí como todas las demás mañanas a recoger el diario que dejaban en nuestra puerta encontré una hoja de papel vieja en donde habían pegadas letras recortadas que formaban una frase " Felicitaciones por su bebé " después de leerla con un rápido movimiento la escondí en el bolsillo de la pijama que traía puesta para luego entrar a la casa con el diario, fracasé en mi intento de ocultar mi rostro de preocupación ante Elise.

-¿Ésta todo bien?- Preguntó Elise al verme.

-Si, todo está bien, es solo que mi equipo volvió a perder- respondí señalando la sección de noticias.

-¿Sabes algo amor? No sabes mentir- (Tenía razón nunca fui bueno mintiendo y mucho menos a Elise)

Metí la mano a mi bolsillo y le entregue la nota -la encontré junto con el diario- Dije mientras Elise la leía.
Elise se quedo muda por unos segundos y luego de deshacer el nudo que se había formado en su garganta solo dijo un nombré.

-¿Robert?- Dijo mirándome aún con asombro.

-Robert.- Afirmé.

Inmarcesible Limerencia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora