Capítulo 9

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Evan

Ella empieza a desabrochar mi correa, pero la detengo.

-Kate, no sabes cuánto deseo estar contigo, pero... Aquí no...-tomo su rostro entre mis manos, mirando sus ojos.-No sé por qué pero... Contigo deseo cosas más intimas, más...

Ella se aleja y me mira seriamente. Solo quiero demostrarle lo que siento, pero nunca me deja. Como si no quisiera aceptar que esto no es solo sexo.

-Evan, ¿qué estás diciendo? ¿Estás mal o qué?

Suspiro y me cubro el rostro con la manos. No sé por qué se comporta así conmigo. Lo único que consigue es confundirme más y más. Sí, está bien. Empiezo a sentir cosas por ella, algo más que la atracción. Sé que la consigna de no enamorarse que ella me dejó bien claro ese día me entró por una oreja y me salió por la otra. Y es que a veces ella me hace sentir como si a ella le pasara lo mismo. Pero cuando intento algo más romántico, más sensible, cuando intento tratarla con cariño, se pone como loca y me detiene. No creo que de verdad me quiera únicamente para complacerla sexualmente. Me niego a creer que para ella sea solo sexo.

-Perdóname, no quise incomodarte.

Ella se queda callada por unos segundos.

-No te preocupes.

Katelyn

Volteo dándole la espalda a Evan. Y por primera vez no tengo palabras.

Habían tantas emociones en mí, pero sobre todo temor. Sabía que aunque por más pequeña que fuera la posibilidad podría llegar a sentir algo por Evan. Pero los fantasmas del pasado continúan acechándome y no puedo evitar querer cerrar mi corazón. He guardado muchos sentimientos tan fuertes dentro de mí. Tengo un concepto del amor que no quisiera tener. Quisiera enamorarme, sentirme llena, que alguien me ame también. Pero todo lo que me pasó no lo permite. Tengo miedo.

No volveré a ser la misma estúpida de antes. Jamás un hombre se volverá a burlar de mí. Seré yo la que decida cuándo y hasta dónde.

-Creo que tal vez...

De pronto siento como las manos cálidas de Evan se deslizan por mi cintura, como su respiración acaricia mi oído, haciendo que todo mi cuerpo se encienda.

-Como puedo ser tan estúpido. Una mujer como tú es capaz de enloquecer a cualquier hombre.

Él dirige una mano lentamente por debajo de mi falda, rozando mis muslos con delicadeza.

-Y aquí me tienes, Katelyn. Me tienes deseando devorarte completa.

Evan besa mi cuello, mientras que su mano continua su viaje hacia mi entrepierna, hasta que encuentra lo que tanto anhelaba acariciar. Gimo al sentir como sus dedos se deslizan en mi húmeda entrada, sintiéndome debilitada una vez más ante él. Yo batallo con mis emociones, hasta lograr vencer el deseo.

-Esta vez te toca a ti, Carter.

Volteo y acorralo el cuerpo de Evan contra la pared del ascensor, y con firmeza tomo el miembro endurecido de él. Rozo mis labios contra los suyos.

-Kate, déjame... Tocarte-murmura él, jadeante.

Pero de inmediato lo callo con un beso salvaje, y aprieto aún más el agarre que tenía contra su agonizante erección.

Evan

Kate me deja sin aliento.

-¿Te gusta?

No puedo pronunciar palabra e instintivamente le desprendo la blusa, intentando besar sus senos. Pero ella me detiene.

-Quieto, Cárter. Déjate querer.

Sabor a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora