-¿Qué ocurre mamá?- Pregunté, las caras de mis padres, me daban a entender que la noticia no iba a ser de mi agrado.-Pues verás cariño... Como sabes tu padre y yo, últimamente estamos en ciertos conflictos y aún no hemos llegado a un acuerdo. - Dijo mi madre con la tristeza impregnada en su cara.
- Y hemos estado hablando con tu tía Merilyn...- Prosiguió mi padre con voz fría y grave.
- Y se que te estarás preguntando el porqué de que esté aquí tan temprano, y pues he cogido los próximos tres días libres. -Dijo mi madre excusándose.
-Esta mañana nos ha llegado la respuesta de tu tía por correo, y ha aceptado.- Dijo mi padre cabizbajo.
-¿ El que ha aceptado Papá?- Pregunté con miedo, mi voz salía como apenas un susurro.
- Tu tía ha aceptado que te vayas a vivir con ella hasta próximo aviso. -Aclaró mi madre, sus ojos estaban cristalinos.
"¿Esto es coña no? Seh, debo de estar soñando." Me dije mentalmente
-Te hemos comprado ya el billete de avión, y te hemos matriculado en el mismo instituto que tu primo. - Me sacó mi padre de mi momento de shock padre, su mandíbula estaba tensa.
-Esto no es justo, no podéis tomar esas decisiones sin mi consentimiento. - la noticia cayó sobre mi como un balde de agua fría, yo no quería irme, quería terminar mi año en mi instituto con mis amigos y amigas. No que estábamos a principios de mi curso, el último curso de instituto.
-La decisión ya esta tomada, te iras a vivir con tu tía y no se hable más. - Sentenció mi padre, estaba muy equivocado si creía que me iba a dar por vencida tan pronto.
- Esto no puede ser cierto, decirme que es una broma. No me creo que me hayáis hecho esto enserio. - Digo cabizbaja con los ojos llorosos.
- Lo siento...- Sollozó mi madre, se llevó las manos a la boca mientras lágrimas salían de sus ojos.
- Maia te iras con tu tía a vivir dentro de tres días, ve haciéndote una idea, no hay marcha atrás, piensa en tu madre, piensa en mí, para nosotros tampoco es fácil.- Dijo mi padre entre dientes, ya estaba empezando a enojarse, la vena de su frente empezaba crecer con el paso de los segundos.
-Lo intento Papá, creeme que lo intento, pero en muy difícil cuando sólo pensais en vosotros, ¿y yo que?, no os paráis a pensar en lo que yo quiero, en tan sólo si estoy de acuerdo.
-Ya está echó Maia, irás a vivir con tu tía y se acabó.- Dijo mi padre fríamente, dando final a la decisión, no daría su brazo a torcer.
-No me podéis estar haciendo esto. - Lágrimas empezaban a salir de mis ojos, corrí escaleras arriba y cerré la puerta de mi habitación de un portazo, despúes eché el seguro, no quería hablar con nadie, quería estar sola y asimilar lo que acababa de ocurrir.
Lágrimas empezaban a emanar de mis ojos, sentía mis mejillas húmedas y un sabor salado llegaba a mi boca, sollocé sutilmente, me apollé en la puerta y me fui deslizando lentamente asta quedar sentada en el suelo, encogí mis piernas abrazándolas y enterré mi cara en ellas.
Al cabo de unas horas me levanté y me giré en mi cama boca abajo. Lentamente me fui quedando dormida...
Me desperté lentamente, en mi cara todavía había rastros de las lágrimas y mi almohada se encontraba húmeda. Me levanté y me dirijí al cuarto de baño, me miré en el espejo, tenía los ojos hinchados y rojizos. Todavía llevaba el abrigo, me lo quité y lo colqué en el lavamanos y suspiré con tristeza, me fuí de nuevo a mi cama y me senté observando la ventana y su paisaje, ya había anochecido... ¿Cuánto había dormido?
Miré el reloj , marcaba las diez y media. Me levanté y quité el seguro, abrí la puerta procurando no hacer ruido, salí, bajé las escaleras, la sala de estar estaba a oscuras, prendí la luz y me encaminé hacia la cocina, tenía mucha hambre, pensaba coger algo y cenar en mi cuarto, abrí la nevera y cojí un poco de leche, cuando me giré, estaba mi madre en el marco de la puerta, me miraba con tristeza.-Cariño, se que no te gusta la idea de tener que irte a estas alturas de año así de imprevisto, pero piensa en que conocerás a gente nueva y conocerás más lugares...
-Mamá, por más que me esfuerzo no le veo el lado positivo a todo esto, y lo que más me indigna es que ni si quiera me habéis preguntado. - Dije mientras cerraba la nevera.
-No te preocupes, sólo estarás allí por un tiempo, hasta que se sepamos que hacer.- Dijo y se acercó a mi y me dió un gran abrazo.
-Si de todas maneras no tengo otra opción... - Dije con sarcasmo.
Me separé de mi madre, guardé la leche de nuevo en la nevera, se me había quitado el apetito.
Subí a mi habitación, me puse mi pijama y me adentré en la comodidad de mi cama, y lentamente me volví a dormir.Al despertarme por la mañana, me lavé los dientes, decidí ir a desayunar, bajé y mi padre desayunaba en el salón mientras que mi madre desayunaba en la cocina. Me serví una taza de café y me senté enfrente de mi madre.
-Deberías empezar ha hacer las maletas, mañana de madrugada sale tu vuelo.- dijo mi madre con la voz quebrada.
-¿A qué hora exactamente?- Mi voz salía monótona.
-A las 7:00 a.m.
-Vale.
Le dí el último trago al café y me dirigía al trastero, al entrar una mata de polvo me rodeó, haciendo que tosiera, al encontrar mi maletala cogí, estaba llena de polvo, soplé y más polvo se levantó, ¿cuánto hace desde que no limpian esto? Salí del trastero rápidamente.
Subí las escaleras cargando con la maleta y me metí en mi habitación, tiré bruscamente mi maleta encima de la cama, la abrí, me dirigía a mi armario y saqué toda la ropa que pude, la doblé y la metí, hice lo mismo con mi ropa interior y zapatos, la verdad es que no tenía mucha ropa y dejaré un par de mudas aquí para cuando vuelva, en un neceser metí mi cepillo de dientes, cepillo, etc.
Lo coloqué todo al lado de la puerta de mi cuarto. Y caí rendida a la cama, estaba agotada, el reloj marcaba las siete y cuarto. Cojería una muda de las que deje en el armario.
Cojí una toalla y me metí en el baño para ducharme, después de estar alrededor de una hora y media debajo de la lluvia artificial, salí, me sequé y me puse el pijama, después de eso me adentré en mi cama, me dieron unas punzadas de dolor en el estómago haciendo que me retuerza bajo las mantas, pero decidí ignorarlas. Al cabo de un tiempo cesaron. Mañana tendría que madrugar, reflexioné sobre lo de no despedirme de mis amigos de el instituto, pero la verdad, no creó que ninguno fuera a notar que no estaba allí. Y si lo notaban no creo que les importara mucho, la mayoría se acercaban a mi por el dinero de mis padres...
Poco a poco mis párpado se sentían cada vez más pesados hasta que me quedé profundamente dormida...
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I'm not afraid of you.(Editando)
VampireMe acorraló contra un árbol, mi espalda chocó contra la corteza propinando un golpe en mi cabeza, solté un quejido de dolor. Sus brazos se encontraban a ambos lados. Sus ojos me miraban fríos y furiosos, por un momento me perdí en ellos, observando...