Cogía apuntes mientras el maestro seguía hablando, la verdad es que no tenía idea de lo que hablaba, pero lo apuntaba de todas maneras. Sonó el timbre que indicaba el final de la clase.
-Y con esto queda terminada la clase. - cuando el maestro dijo eso, empecé a recojer.
Sara también recogía, pero era más lenta. Cuando puse un pié fuera de clase eschuche que me llamaban, me gire y era el profesor, me acerqué a el, el me miraba como con asombro y felicidad.
-Es un honor tenerla en la clase, esperó que le vaya bien el resto del día. - me dijo con adoración pura en sus ojos. Me miraba tan fijamente que me daba miedo...
Lo miraba confusa, la verdad esto se tornaba un poco raro.-¿Gracias?- le dije.
-Ya puede ir a clase, no quiero que llegue tarde por mi culpa.- se apresuró a decir, mientras hacía gestos con las manos para que me fuera. Lo miré más confusa todavía.
-Vale...
Me fuí de la clase lo más rápido posible, me dirijí a mi taquilla, las personas que estaban por los pasillos, me miraban extrañados. Cuando abrí la taquilla observé que algunos me miraban de reojo. Bajé la cabeza tímidamente, saqué de mi bolsillo el horario y me tocaba, "Educación Física" ¿Tan temprano?
Escuche mi nombre a mis espaldas, me gire y era Sara que venía corriendo en mi dirección. Cuando llegó a mi lado, se tomó un tiempo para respirar.-Maia, ¿que te toca ahora? - me preguntó simpáticamente una vez que recuperó el aliento.
-Educación Física, ¿que se supone que haremos?- pregunté curiosa.
-Te toca igual que a mi, por lo que se ve estaremos juntas. Y con lo que haremos, no tengo ni idea.- me respondió alegremente.
Solté el libro, el cuaderno y el estuchito. Cerré la taquilla y guardé mi horario en el bolsillo.
-¿Donde es la clase? - le pregunté a Sara mientras empezábamos a caminar.
-En el gimnasio. -me respondió entusiasmada, por lo menos alguien se alegra de tener que hacer ejercicio.
Ahora que me fijaba, Sara no iba tan abrigada como yo. Llevaba unos vaqueros, un jersey blanco y unos deportes blancos con detalles en negro. Debería parecer un esquimal a su lado, pero es que de verdad que hacía un frío espantoso.
- Oye Sara, ¿no tienes frío?-le pregunté.
-La verdad es que no.
Cuando llegamos al gimnasio nos sentamos en unos escalones, que había la verdad es que era enorme, tenía todo un campo de fútbol en la pista del centro. Además de balones de todo tipo y colores. Se empezó a llenar poco a poco, hasta que llegó el maestro, el maestro era un hombre de unos 35 años, de dos metros y corpulento, tenía el pelo negro azabache y rapado. Intimidaba sólo de verlo.
-Bien alumnos, la clase de hoy tratara de Autocontrol.
En ambiente se llenó de murmullos, y bufidos cansados. Esto se me hacía normal ya. Un momento... ¿Autocontrol?
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I'm not afraid of you.(Editando)
VampireMe acorraló contra un árbol, mi espalda chocó contra la corteza propinando un golpe en mi cabeza, solté un quejido de dolor. Sus brazos se encontraban a ambos lados. Sus ojos me miraban fríos y furiosos, por un momento me perdí en ellos, observando...