Capítulo 15 :

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Él levantó la mirada de sus espaguetis, y me miró sorprendido. La gente de las otras mesas empezaron a cuchichear cosas. Aquí la gente no sabía disimular en absoluto. Le dediqué Max una sonrisa amistosa. Y empecé a comer mis espaguetis. Max bajó la mirada un tanto sonrojado.

-Ho-hola - me dijo Max en un tímido susurro.

Una vez probé los espaguetis los mastiqué asquerosamente. Estaban pegajosos, pringosos y sosos. Cogí una servilleta y escupí en ella los espaguetis que había masticado. ¿Cómo podía la gente comerse esto? Escuché una pequeña risa. Max me miraba burlón detrás de sus gafas.

-La cocinera no suele cocinar muy bien...-me dijo con una sonrisilla en la cara.

-Yo no suelo cocinar muy bien, esto, no es comestible. -recalqué.

Max soltó una carcajada. La verdad es que tenía una linda risa. Aunque lo conociera de hace poco tiempo, podía notar que era bastante tímido y que estaba la mayoría del tiempo callado. Y con lo tímido que era lo hacia ver adorable...

Se escuchó que las puertas del comedor se habrían. No le presté mucha atención, yo seguía hablando con Max de temas triviales. Pero todo se hizo más extraño al escuchar como toda la cafetería se callaba. Miré a las mesas de nuestro alrededor, todos miraban a la puerta. Lo dejé pasar y miré a Max, abrí mi boca para seguir hablando con Max, pero ningún ruido salió de esta al ver que Max también miraba petrificado a la puerta que estaba detrás de mí. Se escucharon unos cuantos pasos de varias personas y muchos suspiros. Volví a mirar a la mesa de mi derecha. Las chicas eran las que estaban suspirando. Cansada ya de tanta intriga me giré para ver la puerta.

Sara y otro chico caminaban por el pasillo de entre las mesas. El chico tenía el pelo castaño claro, al igual que sus ojos. Tenía el pelo peinado hacia un lado y ligeramente despeinado, lo que lo hacia ver extremadamente atractivo. Sara parecía como buscando a alguien con la mirada. Y una vez que me vió, sonrió contenta.

Me estaba buscando a mi.

Me giré rápidamente, cerrando los ojos y cruzando mis dedos, rezando para que no armara un alboroto que llamara la atención. Demasiado había llamado la atención por ser la nueva.

-¡Maia! ¡Maia! - Mierda... Suspiré. Max me miraba con una sonrisa socarrona, a lo que le dirijí una mirada de "no digas ni una palabra"...
Ahora me miraba todo el comedor.

Me giré y ahí estaba Sara, casi corriendo en mi dirección y saludandome con la mano como una desquiciada. El chico de detrás suya la miraba preocupado e intentaba seguirla. Cuando llegó a mi lado, me sonrió, miró a Max extrañada.

-¿Quién es él?-abrí mi boca para hablar, pero me interrumpió. Perecería un pez tanto abrir y cerrar la boca.- Espera, luego me lo dices.-miró a su lado, al no ver al chico miró hacia atrás, y hay estaba caminando despreocupado a unos metros. Sara se acercó a el rápidamente y lo arrastró por el brazo. Una vez los dos enfrente mía le tironeo al chico del brazo, el cual bufo molesto.

-Hola...-dijo el chico.

-Maia, te presento a mi hermano. Dylan Campbell. Dylan, te presento a mi amiga, Maia Turner.

-Con que tu eres la famosa Maia Turner de la que tanto hablan. -dijo Dylan seductor mientras me guiñaba un ojo y cogía mi mano llevándosela a los labios con la intención de plantar un beso en mis nudillos. Pero antes de posar sus labios una mano intrusa puso su palma en los labios y parte de la cara Dylan, lo empujó hacia atrás haciendo que se tambalee y miró fastidiado a la dueña de la mano.

Sara estaba limpiándose la mano en el pantalón con asco mientras Dylan la fulminaba con la mirada. Una vez que Sara terminó de limpiarse su mano se cruzó de brazos mientras miraba a Dylan.

-Ni se te ocurra usar tus trucos con ella, es mi amiga. -dijo Sara enfurruñada. Dylan soltó un bufido de fastidio. Solté una pequeña risa, me resultaba bastante graciosos, se veían como dos niños pequeños peleándose. Al escuchar mi risa ambos me miraron con una ceja en alto. Lo cual me dio más risa, debería parecer una loca, ellos se miraron entre si de nuevo, entendiendo que habían hecho lo mismo. Y soltaron una pequeña risa.

Ambos tomaron asiento en las sillas restantes que había en la mesa.

-Por cierto. ¿Tú quién eres?- le pregunta Sara a Max descaradamente. A lo que le doy una mirada recriminatoria. Ella simplemente se encoje de hombros.

-Y-yo...-Max me mira suplicante pidiendo mi ayuda.

-El es Max, y es mi amigo. Nos conocimos esta mañana. - le dedico a Max una sonrisa tranquilizadora.
Sara inspira fuertemente, frunce el ceño y mira a Max con desconfianza repentinamente. Max baja la cabeza sumiso y por lo que parece, como, atemorizado... Miró a Dylan, él está pendiente de una mosca que se esta peleando con otra mosca por una migaja de pan, ni si quiera parece estar al tanto de la conversación. Ruedo los ojos y vuelvo a mirar a Sara que esta analizando a Max con recelo, la tensión se podía notar en el ambiente...

-Esto... ¿Quién es el de la mesa del final?-pregunto de sopetón, intentando quebrar la tensión.
No me di cuenta de que lo había dicho demasiado alto y el comedor apenas murmuraba... Así que, prácticamente se ha enterado todo el instituto de mi pregunta... Sara me mira sorprendida al igual que Max, Dylan a dejado de mirar a las moscas para observarme a mi confundido y sorprendido. Como todo el comedor entero.

Todos miran hacia atrás, donde se encuentra la persona, como esperando su reacción.
Desde esta perspectiva puedo ver su amplia espalda, por lo que descarté la posibilidad de que fuera mujer.

El chico se removió incómodamente en su sitio. Para después levantarse de su silla, haciendo que algunas personas soltaran exclamaciones de sorpresa. El chico seguía escondido tras su capucha, cogió su bandeja y, arrastrando los pies la soltó con las demás bandejas sucias sin siquiera limpiar un poco los restos de espaguetis. La cocinera dio un salto de miedo debido al ruido estrepitoso de las bandejas al chocar y miró al que lo hizo con furia. Pero al ver debajo de la capucha su mirada pasó de cólera a miedo en menos de dos segundos, y se adentró en la cocina asustada.

Y simplemente se marchó del comedor con los puños apretados. Solamente se escuchaban sus pasos resonar cada vez más suaves. El comedor volvió a armar jaleo nada más que sus pasos dejaron de oírse. ¿Qué es lo que hará para que la gente le tenga tanto miedo?

Volví mi mirada a las personas que había en mi mesa. Sara tenía el ceño fruncido mientras que miraba confusa a la puerta por la que acababa de salir ese chico; Dylan en cambio tenía las manos convertidas en puños y miraba con odio a la puerta. Y Max seguía jugueteando con sus espaguetis y la cabeza gacha.

Suspiré, asta el momento no me di cuenta que estaba conteniendo la respiración y sentía un nudo en mi garganta que no me dejaba tragar.

-Ese era Trevor Anderson. -dijo Dylan entre dientes. Apretando más sus puños si eso era posible. Con que ese era el Trevor del que hablaban ese grupo de chicas. Espera un momento....

¿Anderson?¿El chico de la chupa de cuero?¿Ese es él? ¿Es el mismo chico que se había enfadado conmigo?¿Es el mismo chico que infundía tanto terror en las personas?

Tierra trágame...

I'm not afraid of you.(Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora