046

1.1K 109 31
                                    

Clavarme un puñal en el pecho habría dolido menos que tener que hacer frente a esos ojos colmados de hermetismo habiendo comprendido que al fin y al cabo mi presencia nunca había significado nada para ellos.

Su rostro siempre había sido el enigma más etéreo que sería capaz de apreciar. Dolía pensar que en algún momento había llegado a creer que lo tenía entre mis brazos, que estaba hecho para mí; porque lo más doloroso siempre ha sido el darse cuenta de que lo que creíamos haber alcanzado con las yemas de nuestros dedos no era más que un espejismo, un autoengaño creado por nuestra mente para no caer en la locura, una mentira. Al fin y al cabo Taehyung había estado un paso por delante de todos desde el principio.

—S-sé que lo más probable es que lo que estoy a punto de preguntar me haga quedar más estúpida de lo que ya piensas que soy pero... —las palabras brotaban de entre mis labios temblorosos a la misma velocidad en que mi corazón bombeaba la sangre que corría por mis venas a pesar de haberla dejado de sentir a partir del momento en el que su esbelta figura escondida tras una sudadera de color azul marino unas tallas más grande de la que necesitaba había decidido aparecerse frente a mis ojos —pero realmente necesito saberlo —Taehyung ladeó de manera leve su cabeza creándome falsas esperanzas de nuevo, haciéndome creer que sí le importaba al menos un poco y que por eso estaba concentrando su atención en las lágrimas que estaba esforzándome por contener —, ¿tan irrelevante es mi existencia en el mundo? ¿Tan poco valgo que incluso habiéndote entregado todo lo que tenía por ofrecer solo he servido como un puente que te facilitara el contacto con mis padres?

Una repentina y helada brisa nocturna elevó mis cabellos oscuros haciendo que estos impidieran continuar el contacto visual que ambos habíamos estado manteniendo desde que llegó, escondiendo también el rastro de la primera lágrima que se abrió camino a través de una de mis mejillas en cuanto dejé de hablar, porque aunque hubiese querido continuar haciéndolo mi voz se había roto debido al nudo cada vez más grande que segundos atrás se había instalado en mi garganta.

Y dolía. Dolía porque no estaba segura de si en algún momento llegaría a querer a alguien de la manera en que quería a Taehyung. Pero también dolía porque sabía que incluso si él hubiera querido seguir con aquella cosa extraña que existía entre nosotros, incluso si no hubiera sido él quien acabara matando todas aquellas tontas esperanzas que guardaba bajo llave en mi corazón, en algún momento me habría dado cuenta de que no existía una sinergia entre nosotros. Tal vez nunca existió y estábamos destinados a acabar mal. O a simplemente acabar, sin ningún tipo de ornamento que restara significado a aquel pensamiento que me había martirizado durante horas.

Diablos, había sido una tonta al pensar que eso podría habernos llevado a alguna parte.

Aparté aquel mechón de pelo rebelde que se había interpuesto entre nuestros ojos e incluso con el cuerpo envuelto en temblores nada sutiles solté lo quesbka que seguiría atormentándome hasta el día en el que mi último suspiro hiciera acto de presencia:

—Te amo tanto que podría haber dado mi vida por ti. Es asqueroso, ¿verdad?

Y cuando quise darme cuenta ya estaba riéndome a carcajadas. Reía mientras mis ojos se llenaban de lágrimas que las palmas de mis manos ni siquiera tenían fuerzas para secar.

Asqueroso. Esa era la palabra que mejor describía lo que estaba sintiendo en aquel momento. Me pregunté si el amor en alguna de sus manifestaciones podía ser descrito con tal adjetivo, llegando siempre a la misma conclusión porque ¿desde cuándo esa maldita dependencia emocional que sentía por aquel vampiro purasangre podría ser considerada amor?

De un segundo a otro el cielo comenzó a dejar caer toda su esencia a modo de tormenta. Pronto las gotas de lluvia habían calado hasta mi ropa interior pero, ¿acaso importaba?

Danger » Kim TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora