Aidan
—"D va al dormitorio hoy"—. Sostuve el celular contra mí oído con mi hombro, hoy no me tocaba práctica de futbol pero tenía que ir al gimnasio, era una orden rotunda de parte del entrenador, yo seguía pensando que solo era para jodernos un poco más.
Metí una camiseta dentro de mi bolso deportivo. —Te dijo para que viene—. Le pregunte a Adam, amaba a mi hermana pero no tenía tiempo el día de hoy para pasar con ella.
—"Dijo que tenía que darte algo, supongo que no se quedara, le avise que te toca gimnasio hoy, por cierto, ¿vas a la fiesta de Taylor?—. Taylor es uno de los defensas del equipo, su enorme físico te intimidaría si no lo conoces, él es como un enorme panda con músculos, es uno de mis amigos más cercanos.
—No estoy de humor viejo, anoche me toco hacer carreras y lo único que quiero hacer hoy después del gimnasio es dormir—.
—"Como quieras, he oído que Lauren quiere tu pene"—. Escuche la risa leve de Adam, llevaba tres años de conocer al tipo y ni una vez lo he oído reír con fuerza, siempre es una leve risa.
Bufe. —Puede seguir esperando, es amiga de mi hermana, sabes que yo no me follo a sus amigas, además conozco a la chica desde que está en pañales no necesito verla sin ropa—. También estaba el hecho de que D estaba teniendo problemas para hacer amigas, después del incidente en el que me involucre la gente suele huir lejos de nosotros, como dije la gente suele dejarse llevar por las apariencias, el dio su versión, la cual me hace ver como el malo, nadie sabe que todo comenzó por D, es un secreto que prometí llevarme a la tumba.
—"Totalmente de acuerdo, te dejo viejo estoy entrando a clase de economía"—.
—Nos vemos más tarde—. Adam es mi compañero de dormitorio desde el primer año, era más delgado para ese entonces, un día me pidió que lo acompañara al gimnasio, recuerdo lo ridículo que se veía tratando de levantar una pesa del doble de su peso, nos hicimos muy cercanos después de ese día, su seriedad era un buen balance para mi lado divertido y no tan serio.
Después de salir del dormitorio recibí un mensaje de D, quería entregarme una copia de la llave de su dormitorio para que llegara cuando quisiera, D y yo somos muy cercanos, así que aquí estaba escuchándola hablar sobre su día, su dormitorio y su compañera de cuarto. —Ella es muy linda, aunque no habla mucho—.
La apreté contra mi costado. —O talvez tú hablas demasiado D, la pobre chica debe desear que cierres la boca, yo a veces lo deseo—. Me reí cuando me empujo juguetonamente.
—Eres un idiota—.
—Puede que lo sea pero me amas de todas formas—. Jale su mejilla para molestarla, ella golpeo mi mano, sabía que eso la molestaba pero se veía chistosa cuando se enojaba.
—Mira, es ella—. Señalo enfrente de nosotros, deje de caminar, aunque estaba de perfil podía reconocer a la chica, su largo cabello castaño oscuro quedaba debajo de sus senos, ella giro el rostro pero no nos vio, entonces confirme lo que sospechaba, sus ojos de color verde pálido la delataban, sonreí un poco, cuáles eran las probabilidades de topármela de nuevo.
Mis músculos se tensaron, en futbol americano aprendes a anticipar jugadas, catástrofes, pases, de todo en el campo y en estos momentos anticipaba que los tipos que jugaban con el balón iban a lanzarlo hacia ella, llámalo intuición o simple suerte pero mi cuerpo estaba listo para correr hacia ella, así que lo hice justo en el momento que el balón se desvió.
Escuche a mi hermana gritar un nombre pero me concentre en llegar a ella, no importaba atrapar el balón, solo quería quitar la del camino, jale su brazo lo suficientemente rápido para colocarme delante de ella, tome el balón e instintivamente lo coloque contra mi pecho para detenerlo y que así no cañera al suelo, estaba acostumbrado a atrapar balones por lo que no fue difícil.
ESTÁS LEYENDO
Where I belong
Teen FictionElla está perdida, ella no sabe quién es, ella perdió su seguridad, ella no sabe dónde pertenece hasta que un choque y reacción lo cambian todo. "Casa" es algo que ella no recuerda, le arrebato su inocencia, su nombre, su vida, su voluntad, ningún...