Medianoche

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Llega el viernes nueve

en esta medianoche tenue

doce manecillas

doce caricias

No hay aullidos

Pero ahogamos algunos gritos

y en el oscuro cielo sin estrellas

hay volando algunas luciérnagas.


Luna nueva

se pierde entre la negra noche

Adán y Eva

posaron ligeros sin más que sus nombres.


Este desvelo

nos entrega dolor y placer ciego

aquellos sueños

encarnan y fluyen en nuestros cuerpos.


Este ritmo acelerado

pero no desenfrenado

me hace jadear exaltado

pero no he de estar asustado

pues soy 'bienamado'

y puedo morir callado

si mis suspiros ya han hablado.


El apresurado tacto

hasta cada costado

el veneno de nuestros labios

no dormitamos pero viajamos.


Fin del ayer

y principio del hoy

más allá del anochecer

un amante de medianoche soy.

Algunos días y nochesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora