De algún día

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Púrpura, púrpura
y la mañana apura
el crepúsculo acaba
y asoma el alba.

Fuego sin cenizas
lo llaman sueños
árboles sin raíces
y notas sin acordes.

De amarillo asesino
es la bandera local
de hollín y sangre
las calles que andar.

Al mediodía despierto
por el humo y las sirenas
los gritos de una mujer
y el llanto de su madre.

Entonces salgo a mi balcón
y tú a esa azotea.
Ebrio y amargo de café
te veo fuera de foco.

Salgo de mi hogar oxidado
a vagar en ninguna parte
y bajo los altos rascacielos
me paseo sin ningún sol.

Llega la tarde y estoy ácido
los preparativos de esta noche
oigo aullidos y chillidos
mientras acechan lobos y ratas.

Algunos días y nochesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora