Todavía no acaba de digerir todo lo que la tía Kate estaba diciéndome, pero aun así seguí escuchándola sin interrumpir.
– Necesito que seas capaz de representar y atender las empresas ante mi posible ausencia, es por eso que tienes a los mejores tutores de Londres a tu disposición, es indispensable que uses Moore, como primer apellido, para facilitar todo el papeleo de la herencia y el traspaso de mis propiedades y acciones, pero si quieres puedes conservar tu nombre. Mi nombre de pila era Katherine Hernández, pero al Sr Moore le parecía que un nombre tan corriente no podía ser digno de su fortuna. Si hubiese sido mi elección, aun llevaría mi verdadero nombre y el apellido de mi madre, pero, fue el precio que tuve que pagar por todo esto, y al final, me acostumbré. Es por eso que todos aquí te llaman Srta. Moore, ninguno sabe tu nombre, salvo que se lo hayas dicho a alguien, fue una precaución que tomé porque no sabía que decidirías, así evitaremos las confusiones y los rumores.
– ¿Ni Mark sabe cuál es mi nombre? – Pregunté desconcertada
– Ni siquiera Mark – Respondió, hizo una pausa, respiró hondo y se acarició el cabello, era evidente que esto estaba siendo muy duro para ella – Yo no te obligaré a aceptar y tampoco espero una respuesta inmediata de tu parte, si tú lo deseas puedo retirar todas tus clases excepto la de idioma para seguir con el plan original, no quiero que sientas que te traje aquí estafada y ahora te estoy presionando, la decisión es tuya.
– ¿Y qué pasará con la empresa si no acepto?
– Las perfumerías pasaran a ser parte del estado para luego ser vendidas al mejor postor y todo mis sacrificios se han de convertir en humo.
Entendía lo que la tía estaba diciéndome, pero a la vez tenía una sensación extraña, como si las palabras que estaba oyendo no encajasen con el movimiento de sus labios. Estaba en shock literalmente, eran dos noticias difíciles de digerir, primero la enfermedad de la tía Kate y luego la posibilidad de pasar de mendigo a princesa de la noche a la mañana,todo esto tiene que ser una broma, ni la tía Kate se merece sufrir de esa enfermedad, ni yo creo que pueda ser capaz de manejar tanto dinero.
Me acerque a la tía y la abrace muy fuerte como despidiéndome de ella, pues me aterraba la idea de creer que la tía Kate nos olvidaría a todos.
– Esta es una de las cosas que no quiero olvidar – Hizo una pausa y respiró profundo – El cariño de mi familia, y ahora más que nunca lamento no haber pasado suficiente tiempo con ustedes.
– Tía, no sé qué decir, tengo que pensar en todo lo que acabas de contarme, pues no es fácil, pero descuida, seguiré tomando todas las clases por ahora,no puedo despreciarte el apoyo en una educación de tan alta calidad. Pero no puedo comprometerme, lo siento.
Sentí que si duraba un minuto más allí, reventaría en llanto, así que me di vuelta hacia la puerta, y cuando estaba a punto de salir.
– ¿Cenarás conmigo? – Me preguntó como si nada
Realmente quería compartir con ella, y apoyarla, pero no podía comer, tenía muchas cosas en que pensar y solo lograría empeorar las cosas, así que le dije:
– Nos vemos en el desayuno, Buenas noches.
Después de varias horas en mi habitación no puedo dormir, la cabeza me está dando vueltas, necesito unas gotas de valeriana o un trago fuerte de alcohol. Bajé hasta la cocina,supongo que tiene que haber un mini bar, pero en lugar de eso había un bar completo con cantidades exorbitantes de licores internacionales, quería algo suave que pudiese tolerar pero que me aliviara un poco, intenté con un escocés, pero ni siquiera pude tragarlo, moriría de risa si pudiese ver la cara que puse en ese momento. Luego vi un vino tinto, y unos lugaresmás allá, un vino rosado, por mi casi nulo conocimiento en vinos, me deje llevar por el color para escoger así que llegue a la conclusión de que si el tono era más claro representaba un sabor más tolerable y el rosa era el equilibrio perfecto entre el tinto y el blanco, así que tome una copa cualquiera y la llene hasta el tope – no pude evitar reírme al pensar que diría la señora Leonor sobre este desastre de la etiqueta, estaba infringiendo todas las normas del protocolo solo sirviendo una copa de vino, imaginen si me tocara ir a una cena con grandes inversionistas, es totalmente absurdo, si ni siquiera podía hacer una buena elección de una bebida, como es posible que iba a tomar decisiones en la perfumería más grande de Londres – Bebí esa copa de inmediato, y supe enseguida que debía beber mas así que tome la botella, salí de la cocina y a mitad de camino hacia mi habitación las dudas se abrían paso en estampida, y entendí que eso no sería suficiente, así que volví a la cocina y tome la otra botella del mismo vino, para ahora si instalarme a pensar en todo aquello.
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STALKER: Mas que un juego
ChickLitUna historia fuera de los límites de lo cotidiano revela lo vulnerable que es el juicio de Patricia, una chica llena de miedo, complejos e incertidumbre, con hábitos que por costumbre aparentan ser normales, pero son estos mismos los que la transpor...