Capitulo III: Un jardín de sueños

528 33 10
                                    

Capítulo III: Un jardín de sueños 

Esa tarde: 

-Punta, tacón, Punta, Tacón- Recitaba este mantra súper concentrada una y otra vez imaginando una línea recta en el suelo, para caminar sobre ella, de la cama a la puerta del dormitorio repetí varias vueltas hasta dominar mis hermosos zapatos nuevos. 

- Daré una vuelta más, ya casi lo logro. - dije para mí  

- Punta, tacón, punta... - oí que giraban la manija de la puerta 

- ¡Tacón! - dijo Beatriz desconcentrándome de forma total de la pasarela que ensayaba y por poco me caigo, pero logre sostenerme de la cama. 

- Beatriz, Se toca antes de entrar, casi haces que me caiga. 

- Disculpa, pero quería verte Practicar, en el baño se escucha tu voz diciendo; "punta, tacón" - dijo en tono de burla; se alzó sobre los dedos de sus pies, simulando tener zapatos altos, y vino hacia mí riéndose. 

- ¿Ya aprendiste? 

- Algo, Por lo menos se caminar sin trastabillar eso es un avance, no sé cómo hacen para bailar con esto puesto. 

- ¿Me los prestas? Quiero caminarlos - Dijo ansiosa 

- No tienes edad - dije buscando una excusa. 

- ¿Qué te pasa? Solo eres dos años mayor que yo, además ¿cuál es la edad para caminar tacones? ¡Anda préstamelos! 

- Después de la fiesta, no quiero que les pase nada. 

- ¡Eres tan dramática patricia! 

- No es eso hermana, no te gustaría estar en mis zapatos. 

- Si claro, está bien como quieras, no me los prestes. Pero, a "Anthony" que no lo conoces le regalaste tu zapato, y a mí, no puedes prestármelos unos segundos. 

- ¿Ahora quién es la dramática? 

- Devuélveme el labial - volteó los ojos 

- No puedo creer que te vas a poner así por eso. 

- Mi labial, devuélvemelo - Estiró su brazo hacia mí.  

- Debe estar por aquí - revise la mochila - Yo lo guarde aquí, espera.  

- De paso, me lo perdiste, pero, era yo la que iba a romper tus zapatos. 

- Ay, ya va, espera - Saque todo lo que había en el bolso pero no lo conseguí, entonces me arrepentí de no haberle prestado los zapatos. 

- No está, no lo encuentro - Dije rindiéndome. 

- Bueno, no tomes mis cosas, porque tu no me prestas las tuyas y como si no fuese poco pierdes las mías - Fue lo último que dijo para cerrar la incómoda discusión y salir de la habitación. 

No me quedo más opción que decidirme por ir a la tienda y comprar el labial perdido, así aprovecharía de comprar maquillaje para el día de la fiesta, que ojala Beatriz no siguiera molesta conmigo, porque ella es quien me maquillaría para la celebración. 

Me acomode rápidamente, baje y Salí de la casa, camine por el centro de la ciudad, entré a una tienda de cosméticos, compré unas cuantas cosas deseando que con eso fuera suficiente, tomando en cuenta que no era una experta en comprar maquillaje. Pasé por un salón de belleza, me quede un rato mirando el anuncio, "Rocco: Arte y estilo" se veía costosa pero igual eso no me detuvo, sabía que solo entraría a mirar, pues sería incapaz de hacerme un cambio, la inseguridad en un porcentaje de cien porciento representaba el ochenta por ciento de mi personalidad.  

STALKER: Mas que un juegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora