Capítulo II
Apareció como primera opción en la red ahí estaba su foto de perfil un poco seria, no sabía que el facebook fuese tan útil, en una ficha me apareció todo lo que quería saber de él:
Anthony Miller.
- 789 amigos
- Soltero
En esta parte de la ficha me detuve un instante para lanzar cohetes y hacer un desfile internamente.
Pero, y la pelirroja, ¿quién era? –Pensé-
- Correo: Anthomiller@hotmail.com.
- Edad: 24.
- Profesión: Diseño gráfico.
- Estudia: Marketing In John Morees University.
- Hobby: Fotografía.
- Trabajo: Companies Miller Photographs and Advertising. (CMPA)
Estuve el resto del día investigando todo lo que pude sobre Liverpool, sus universidades, y sobre todo, que hacia Anthony tan lejos de mi alcance. Fue donde recordé por que conocía el nombre de su padre, claro, el Gran Millonario "Saul Miller" Dueño de la más grande empresa de Publicidad jamás vista. Llego la noche y decidí enviarle un mensaje privado
Asunto: Ya te debo dos.
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Creo que te equivocaste de profesión, deberías ser medico mi tobillo a mejorado con ungüento y reposo. Muchas Gracias por salvarme.
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Quien te escribe: Rojo y verde.
Por primera vez pase toda la noche conectada a facebook pero mi desvelo fue en vano, no recibí respuestas de Anthony, al día siguiente después de bañarme y acomodarme espere un rato mientras veía si tenía mensajes en mi bandeja pero aun nada.
Baje, tome una manzana de la nevera, y vi la lasaña que mi madre me guardo del día anterior, mi estomago sonó producto del hambre pues no había comido nada durante 1 día completo, pero decidí seguir con mi plan de mejorar mi as-pecto así que guarde la manzana en la mochila puesto que se estaba haciendo tarde, Salí apurada, hice señas a un taxi, y aborde.
-Hacia el Montecarlo – Dije sin antes saludar.
-Buenos días, Srta – Dijo el sr que conducía el taxi, echándome en cara mi mala educación.
-Disculpe, Buenos días, ¿Cuánto cobra hasta el Montecarlo? – Pregunté. Ni siquiera estaba de humor, y no quería mantener una conversación de esas que los taxistas suelen comenzar.
-Serán 50 bolívares- Genial, lo único que tenía en mi monedero, parece como si lo hubiera revisado desde su asiento –Pensé–
-Aquí tiene. – Despoje mi billetera del único billete que poseía, y alargue el brazo entregándolo.
Mientras el trafico estaba pesado, se me hacia mas tarde para entrar a mi clase, pensé en pasar por el cajero al medio día después de salir del colegio, tal vez podía ver a Anthony, pero esta vez sin dejar mi tarjeta. Finalmente llegue, no podía dejar de pensar en lo que paso el día anterior, pero los ocho pisos para llegar al salón me hicieron olvidarme de todo por un segundo. Agradecí que este fuera mi último año y solo faltaban 2 semanas para terminar, así que no tendría que subirlos nunca más.
Llegue al salón, revise mi reloj, 30 minutos tarde, para mi suerte la profesora no había llegado así que entre tranquilamente al aula, mientras transcurría el tiempo lentamente y todos discutían como iba a ser la fiesta de graduación yo pensaba en cómo me quedaría el cabello rojo, ¿Anthony me habría respondido? –Pensé- pero por otro lado mis pensamientos me traicionaban. – Por supuesto que no, para que me tendría que responder lo que se llevo de mi fue una imagen bastante desordenada, de una chica extremadamente torpe y despistada –
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STALKER: Mas que un juego
ChickLitUna historia fuera de los límites de lo cotidiano revela lo vulnerable que es el juicio de Patricia, una chica llena de miedo, complejos e incertidumbre, con hábitos que por costumbre aparentan ser normales, pero son estos mismos los que la transpor...