CAPÍTULO 30

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CAPÍTULO 30: EL MENSAJE

El pasillo poco a poco se llenó de murmullos. Pequeños grupos de estudiantes se reunían alrededor del mensaje en la pared y la gata petrificada. Algunos se mantenían al margen, mientras que otros intentaban acercarse para ver mejor la escena.

Pronto, más alumnos llegaron, formando un círculo alrededor del lugar. Mientras tanto, los Potter, Ron y Hermione permanecían en el centro, intentando alejarse discretamente para no involucrarse más en la situación.

Draco aparecio junto al resto del grupo de amigos, acompañado de Crabbe y Goyle. Sus ojos grises se posaron sobre el mensaje de la pared y luego dirigió su mirada hacia Lilith con el ceño fruncido sin entender como había acabado ahí.

Pero su expresión de preocupación duró poco al darse cuenta que Hermione se encontraba junto a ella.

— Los siguientes son los sangre sucia. — escupió Lion, sin observar directamente a Hermione, pero lo suficientemente alto para captar su atención y la del resto de estudiantes.

El comentario cayó como un balde de agua fría hacia Hermione, quien inmediatamente se tensó y se acercó a Dianett, ocultándose detrás de la castaña.

— Cierra la boca, Lestrange. — espetó Ron.

Draco estuvo apunto de hablar, pero fue detenido por sus amigos quienes le pidieron que no hablara para no meter en problemas a Dianett y Lilith.

— ¿Como llegaron ahí? — pregunto Nayli.

— Dianett nos dijo que irían con Harry, que yo recuerde, tenía un castigo con Lockhart, y decidió llevarlas. — respondió Stella junto a su hermano. — debieron estar en el lugar y momento incorrecto.

— ¿Que pasa aquí? ¿Que pasa?

Filch quien se habría paso entre los estudiantes había sido atraído por los gritos. Encontradose con una horrible escena frente a el y llevándose sus manos a la cara horrorizado.

— ¡Mi gata! ¡Por Merlin, mi gata! ¿Que le ha sucedido a la señora Norris? — soltó histérico.

Se volteo hacia el grupo el cual se encontraba a un costado de el y dio unos pasos hacia adelante, ocasionado que estos retrocedieron asustados.

— ¡Ustedes, ustedes! ¡Han asesinado a mi gata! ¡La han matado! Y yo...yo ¡LOS MATARÉ A USTEDES!

El murmullo de los estudiantes creció cuando Filch se lanzó hacia los Potter, pero antes de que pudiera tocarlos, una figura imponente apareció detrás de él.

— Eso es suficiente, Argus. —La voz calmada, pero firme de Dumbledore hizo que Filch se detuviera de inmediato.

El director avanzó con paso sereno, con McGonagall, Snape y Lockhart siguiéndolo de cerca. Su mirada se posó en la petrificada Señora Norris y luego en el mensaje ensangrentado en la pared.

—¿Qué significa esto? —preguntó McGonagall con el ceño fruncido.

Lockhart, con su habitual entusiasmo, se adelantó.

—¡Magia oscura, sin duda! Nada que no haya enfrentado antes, claro está. Aunque debo decir que es un hechizo de petrificación muy bien ejecutado…

Lilith rodó los ojos mientras Dianett suspiraba con irritación.

Snape, en cambio, ignoró a Lockhart y dirigió su mirada afilada a los estudiantes en el centro del escándalo. Regalando una mirada preocupada a las integrantes de su casa.

BEUTIFUL HEARTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora