Capítulo 18

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Aunque después de la noticia no podíamos pasar a ver a Kelly todavía, tuvimos que partir de madrugada desde el hospital hacia nuestras casas para no preocupar a nuestros padres. Stevie O llamó a su primo mayor para avisarle sobre la situación y que así nos llevara a nuestros respectivos hogares. Él sólo accedió en lugar de mandarnos a la mierda porque se trataba de su mejor amigo, así que tuvimos suerte.

Ya en mi habitación, pese a que previamente se nos hubiera informado que Kelly estaba estable, mis nervios no me dejaron en paz cuando traté de dormir. Estaba ansiosa por despertar al día siguiente e ir a visitarlo, pero la madrugada parecía eterna. Finalmente, sin darme cuenta mi cuerpo cedió ante el sueño y desperté hasta que los primeros rayos de sol entraron por mi ventana.

Ya recuperando más la consciencia, me levanté a cambiarme la ropa que no me quité desde el día anterior junto con el maquillaje corrido con el que me fui a acostar. Como esta vez me emborraché sin que me atendieran en un hospital, la cruda me estaba dando en la madre.

El dolor de cabeza era fastidioso junto con la sensación de aturdimiento por falta de sueño, pero un baño caliente me ayudó a relajarme un poco.

Cuando llegué al hospital para ver a mi Kelly, me dejaron entrar a la habitación, sorprendiéndome al encontrar a Stevie O junto a su primo mayor ahí adentro también.

—¡Carly! ¡Amor!

Soltó Kelly con alegría al verme, tratando de incorporarse lo mejor que pudo con ayuda de los dos chicos.

—¡Kelly!

Exclamé acercándome a su cama para abrazarlo y besarlo suavemente. —¿Cómo te sientes?

—Mejor, supongo, pero estoy feliz de que ya estés conmigo, preciosa.

—Ay ya van a empezar los empalagosos. Se quejó Stevie.

—Mejor vete a la mierda, cabrón. Respondió Kelly jugando pesado con él.

—Todavía que venimos a visitarte, puto ingrato.

Los tres chicos rieron.

Estuvimos un buen rato bromeando y platicando, hasta que tuvimos que irnos porque el primo mayor de Stevie tenía que irse a trabajar.

A los dos nos dejaron en casa de Stevie, pero él decidió que fuéramos a desayunar a otro lado.

—¿Qué tal la cruda?

Preguntó él.

—El dolor de cabeza todavía me molesta. Dije.

—Nada que un buen caldo picoso no pueda arreglar. Stevie me hizo reír con su comentario.

—Kelly me dijo algo sobre eso, confío en que me va a servir. Dije moviendo mi cuchara en el plato.

—Es un experto en crudas, supongo que ya lo sabes.

—¿Ya se te olvidaron todas y cada una de las veces que me senté a contarles que me llamó borracho de madrugada?

Stevie sonrió.

—Has hecho un buen trabajo alejándolo de sus comportamientos autodestructivos.

—¿Lo crees?

—Pues ya no se droga ni toma tanto desde que estás tú con él, quizá ya no necesita sustancias para sentirse vivo.

—¿Estaba deprimido?

—Su vida no ha sido la mejor desde el divorcio de sus padres.

—Aún no me ha contado mucho sobre ello.

—Prefiere evitar el tema, pero en fin, se ve renovado contigo.

—Eso me alegra bastante.

—No es de extrañar, cualquier pobre bastardo recuperaría su brillo con tu compañía.

—Sólo tuve suerte. Dije entre risitas.

—Él la tuvo. Stevie me miró a los ojos en silencio por un momento después de eso, antes de volver a comer con normalidad.




Muchachos, finalmente cumplí la edad de TN en este fanfic o bueno, la edad de Carla. Lo habría terminado mucho más rápido de no ser porque me hice bien wey desde 2023, pero bueno, ya estoy a nada de acabar con esto, gracias a quien sea que lo esté o lo estuviera leyendo.

Groupie love (Kelly Nickels x reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora