Nuestro Pequeño Deseo (Yoonmin)

Capitulo 28

La habitación estaba en penumbras, iluminada solo por una lámpara de escritorio que proyectaba sombras alargadas en las paredes. Sentado detrás de la mesa de madera desgastada, un hombre de traje oscuro jugaba distraídamente con un encendedor entre los dedos, una sonrisa apenas perceptible en sus labios.

Frente a él, otro hombre, más bajo y nervioso, frotaba las manos sudorosas contra su pantalón barato.

—El señor Song está listo —murmuró con voz baja, evitando el contacto visual.

El hombre de traje inclinó la cabeza con lentitud, disfrutando el momento.

—¿Y qué ha dicho?

—Quiere al bebé como si fuera suyo. Está dispuesto a pagar cualquier precio.

El hombre de traje dejó escapar una risa breve, seca.

—Qué conmovedor… Un hombre tan bueno, tan honorable. Cree que está salvando una vida.

El otro tragó saliva.

—No sospecha nada. Cree que la madre… que Jimin… no puede hacerse cargo. Que lo está entregando voluntariamente.

El hombre de traje apoyó los codos sobre la mesa y entrelazó los dedos. Su sonrisa se ensanchó, pero su mirada se oscureció.

—Ah, mi precioso Jimin… —susurró, como saboreando el nombre—. Tan hermoso, incluso ahora. No puedo negar que me ha tentado la idea de quedármelo para siempre.

El otro hombre bajó la mirada, sintiendo un escalofrío.

—Pero el bebé… —se atrevió a decir.

—El bebé —repitió el de traje, con un deje de desdén—. Un obstáculo. Pero también una oportunidad.

Se levantó con calma, ajustándose las mangas del abrigo.

—Dile al señor Song que el trato está hecho. Que pronto tendrá a su hijo.

El otro hombre asintió apresurado y salió de la habitación con pasos rápidos.

Mientras tanto, en esa habitación elegante y comoda, Jimin abrazaba su vientre, sintiendo el miedo crecer en su pecho.

No dejaría que le arrebataran a su bebé.

Y en algún otro lugar de la ciudad, el señor Song sonreía, creyendo que estaba a punto de darle un hogar a un niño que lo necesitaba.

Sin saber que estaba siendo engañado.