Capítulo 6- "Vestidito a lo santa"

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Era viernes.

V I E R N ES

No sé si es por la emoción pero cuando pronunció la palabra viernes me encuentro sonriendo. En todo mi cuerpo se ve que es viernes, camino dando saltitos, no trato mal a la gente y lo más raro de todo: no estoy de mal humor.

Estaba caminando por el pasillo yendo a comer cuando veo a Max

-Ei hola-dijo sonriendo

-¿Todo bien?-pregunté sonriendo

-Sii ¿estás de buen humor por la fiesta de hoy?-preguntó sonriendo

Mi expresión de viernes se esfumo

-¿Qué fiesta?-pregunté

-Ya sabes, la de Kelly-dijo

MIERDA

-¿Es hoy?-pregunté

-¿En serio vienes a esta escuela? Es de lo que todos hablan-dijo

-Eee, no se si quiero ir.-dije

-No seas así ¿por qué no salis ni socializas?-preguntó

maldito ingenuo.

-No me gusta salir con los del colegio porque considero que ninguno tiene cerebro suficiente.-dije

-Auch.-dijo

-No te conozco para consolarte diciendo que si tenes cerebro-dije con mi mejor sonrisa sincera

-Dale-dijo acercandose más a mi.- me lo prometiste el martes

-Pero no quiero ir.-dije

-Dalee-dijo insitiendo.- me enferman las ganas de verte afuera del colegio

Que hincha que era este pibe.

-Pues te vas a morir porque no voy a ir a la fiesta, perdón.-dije

-Esta bien como quieras.-dijo yendose enojado

Ui pobresito se puso de malhumor.

Já esto no funcionaba conmigo.

No se porque le dije que iría la primera vez, era obvio que no iba a ir.

El glorioso timbre de viernes sonó y yo salí disparada hacia afuera del colegio. Dios. Libertad.

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Eran las cinco, estaba tirada en la cama cuando Austin se tiró al lado mio. Me senté porque me incomodaba y lance:

-¿Qué quieres ahora Sky?-pregunté

-Nada, solo estoy aburrido, tu hermano salió a correr y falta para las siete.-dijo

-¿Sabes que podes hacer mientras?-pregunté

-¿Qué?-preguntó

-Estudiar.-dije de malhumor

-Aunque estudie cinco horas no iba a entender nada.-dijo defendiendose

-Esta bien, estoy de muy buen humor para pelear-dije tiradandome en mi cama de nuevo.

Se produjo un silencio en el que solo se escuchó nuestras respiraciones. Pensandolo bien no me incomodaba tanto que este al lado mío en mi cama. Él largo un suspiro de cansancio y extendio sus brazos estirandose haciendo que su remera se suba un poco.

Pude lograr ver su marcada V.

Mierda que bueno que estaba.

De repente me agarraron inmensas ganas de sacarle la remera.

Todo por orgullo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora