Capitulo 33

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¡Se despertó!- exclamó la madre abrazandome- Pregunta por ti

Salí corriendo como si mi vida dependiera de ello para llegar a la habitación 209.

Y alli estaba: con cara palida pero incorporado y con dolor, la bala había ido al hombro derecho y había perdido mucha sangre.

-Austin-dije casi entre sollozos-Perdón.

-Per..dón?-dijo sin poder casi hablar

-No hables-dije- no hables, solo dejame a mi hablar. -dije cuasidesesperada por no causarle ningun dolor

Él sonrió

- Este.... lo siento, no por lo que pasó porque em bueno yo no elegí que me secuestren, pero por todo lo otro-él intento hablar asique me apure.-por August, por tantos histeriqueos, por hacerte sentir mal, por desconfiar, por no pensar bien de vos en realmente ningún momento respecto a lo que hacías, por mentirte, por mostrar una faceta mía tan segura que es irreal, por no haber sido suficientemente comprensiva cómo para que te salga contarme todo lo que te estaba pasando, por haber estado tan irritante cuando llegaste a mi casa. Cuando estabas en coma lo único que pensaba era que me gustaría tanto tenerte en mi vida, que nos olvidáramos de que somos o que, porque tengo tantas ganas de tenerte siempre que me conformaría con solo.. tenerte. -intento hablar.- Te amo.-dije sin pensar y el abrio los ojos como platos, una parte de mi fuertemente queria retractarme pero a pesar de eso continue afirmando- Si, te amo y te amo como nunca imagine amar a nadie, y no me importa si quiera que no me ames porque disfruto amarte, porque te amo tanto que dejaría el orgullo una y mil veces por vos.

-Te amo-dijo despacio contestandome- quiero hacer todo lo que nunca hice con vos, siempre fuiste mi excepcion favorita, desde Red hace años hasta ahora, nunca pude parar de pensar en vos. Sos la regla que una y otra vez rompí incluso en mis pensamientos. Todo lo vale con vos y la verga que: "no sabemos que somos"-dijo incorporandose.- quiero que seas mía hoy, mi novia, mi para siempre-dijo dandome la mano acercandome hacia él.

Mis ojos se llenaban de lágrimas cuando mientras nos besabamos con la intensidad que podíamos por su herida, pero no importaba porque teniamos todo el tiempo del mundo.


Todo por orgullo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora