I'm not the only one

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Instituto Holmes Chapel Comprehensive School, 2004.

- ¿Me das un poco de tu bocata? Me he dejado el mío y no traigo dinero. - Esa era la frase que cada día la voz de Victoria decía a la misma hora.

Solo asentí y deje que dará un par de bocados para luego hacer yo la misma acción, y repetir el proceso. Nos encontrábamos en el banco de siempre, con la gente de siempre y la comida de siempre. Todo siempre era igual; Victoria me contaba sus problemas con su novio músico, compartimos bocata, le aconsejo y de vuelta a clases.

- ¡Hola H! ¿Te quieres sentar con nosotras? - oí decir a Victoria.

- Harry, llámame Harry. Ni Hazza, ni H, ni Eddie; Harry.- refunfuño detrás de mí.

- Es para darle algo de dramatismo al chico nuevo y misterioso. - protesto mi amiga. - Por cierto, ella es Zoe, mi mejor amiga. Zoe, él es Harry.

- Hola. - dijimos monótonamente a la misma vez.

Se sentó al lado de Victoria y entablaron una animada conversación, en la que pronto me uní, y básicamente solo hablaba Victoria.

Le gusta el arte y la música, aunque estudia empresariales. Las camisetas negras. Un vaso de leche antes de dormir. Y trasnochar.

Odia la comida tailandesa. El olor a tabaco. El calor. Y los pantalones anchos.

Guau. No entiendo cómo me he podido enterar de todo eso en una sola conversación!

La hora del almuerzo ya había acabado y mi próxima clase estaba en la otra punta del  instituto. Corrí en dirección a mi taquilla para poder recoger mis cosas, Zayn se encontraba haciendo lo mismo.

- Buenos días. ¿Qué tal estas, ragazza? - dijo intentando poner acento italiano mi querido amigo.

- Muy bien. ¿Ragazza? Se nota que te va bien la clase de italiano. - solté una pequeña risa.

- O solo es que quiero impresionar a una linda chica. - dijo pícaramente como hacia siempre. A consecuencia me sonroje.

- ¡Zoe, espera un segundo! - dijo cuando ya casi estaba al final del pasillo. Me detuve en seco, y espere a poder ver por el rabillo del ojo que llegaba a mi costado.

- ¿Te puedo hacer una proposición? - asentí - ¿Te apetece después de clases ir al cine y después a por unas hamburguesas?

¿Es lo que yo creo que es? ¡Me acaba de pedir una cita! Zayn Malik, el chico tímido que nunca haría semejante cosa, ¡la ha hecho! Es evidente lo que le voy a contestar, ¿qué decirle a un chico como él? Una afirmación del tamaño de una afirmación.

- ¡Claro que sí! Quiero decir, si claro, porque no - sonreí intentando disimular mi gran emoción, lo que al parecer no funcionó.

- Nos vemos al final de las clases en tu taquilla, que está al lado de la mía. - al parecer yo no era la única que estaba nerviosa. Esa tonta broma solo quería decir una cosa, nervios. 

El día pasó como otro cualquiera, con la diferencia de que mi cabeza se encontraba en las nubes imaginando como seria aquella tarde; y añadámosle también la notoria sensación de unos ojos verdes que me quemaban poco a poco la nuca, Harry. Al salir de clase de dibujo, la última clase, corrí hacia el baño a intentar 'arreglar' el desastre que soy.

Esta vez no fui corriendo, no fuera a ser que sudara o me despeinara. Llegue al sitio acordado, deje los libros y la mochila dentro de la taquilla, recogí mi bolso y lista. Zayn aun no había llegado, supongo que el señor James les habrá entretenido.

Lo peor de estar sola, es que tenía tiempo de pensar, de imaginar, de soñar... Zayn. ¿Qué pasaría si no le gusto? ¿Y si solo es una cita de amigos? ¿Y si el chico que aparenta ser no lo es y me utiliza? '' ¿Y si te secuestra y te encierra en su sótano?'' ¿Qué? ''Ya puestos, imaginémonos lo peor. Zoe, deja de pensar en chorradas y quita esa cara de empanada total que el bombón se aproxima'' ¿Qué? '' ¡No te enteras de nada! ZAYN está a tu lado''  Gracias.

- ¿Hola? Tierra llamando al planeta piruleta. - dio un par de palmadas justo a la altura de mis ojos.