I'm not the only one

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Un nuevo día, un día lleno de inocencia, recuerdos, amor y cariño; el día perfecto para coger el mechero y encender la llama que poco a poco se va desvaneciendo.
Zoe y Harry se levantan como cada mañana, la misma rutina y el mismo desayuno, aunque nuevas caricias, miradas y besos son descubiertos. Salen de casa y enredan sus manos de una manera distinta, más cómoda y delicada, como si al agarrarla muy fuerte se fuera a romper o al cojerla muy delicadamente se fuera a soltar; algo que ambos, no quieren que pase. Harry lleva a Zoe al trabajo, antes de que salga del coche, con un pequeño estirón, Zoe vuelve a estar en en el asiento del copiloto, ella dirige su mirada hacia Harry con un gesto molesto por el infantil acto; antes de que llegue a fruncir completamente sus labios, Harry se lanza sobre ellos en un apasionado beso. Lenguas luchando en una guerra que no acaba, dientes chocando, pecho subiendo y bajando cada vez a más velocidad, pulmones pidiendo a gritos un poco de oxígeno. A regañadientes, lentamente se separan, abren los ojos a la misma par; marrón luchando contra el verde. Harry le muerde el labio inferior a Zoe dándole permiso para bajar.
Angela se encuentra en la cocina horneando " obras de arte ", automáticamente se gira para poder abrazar a Zoe, llenándola de harina en consecuencia.
- No sé qué pensar ahora mismo, Angela. - Le susurra en el oído con un tono triste.
- Mmmmmmmmh.... - por un momento Angela no sabía de qué le hablaba -¿que ha hecho cambiar tus pensamientos desde anoche?
La mañana transcurrió entre lágrimas, revelaciones y azúcar Glass.

Mientras tanto, Harry cruza los pasillos hasta llegar a su despacho, Louis está sentado cómodamente dando vueltas en una de las sillas. Nada más escuchar el ruido de la puerta, sale corriendo de su asiento y salta encima de Harry enredando sus piernas en sus caderas.
- Haz! - grito en un susurro en el oído de Harry.
- Lou ¿que te pasa? - Preguntó con una preocupación notable en su voz.
- Pensaba que la loca de Charlotte te había comido por el camino. No me cogías el teléfono - un puchero se posó en sus labios.
- Lo siento. Estaba escuchando nuestra canción - paso sus dedos sobre los labios del ojiazul para borrar el infantil puchero, mientras éste se descolgaba de él.
- Lou - se gira distraídamente-necesito tu ayuda - una sonrisa malvada se dibuja en los labios de ambos.

5 p.m.
Zoe sólo piensa en una cosa mientras se prepara para ir a casa, la cita. Está tan ilusionada como la primera que tuvieron, aunque acabara siendo la imperfecta cita perfecta....

Casa de la infancia de Zoe, 2004.

"Harry lo estaba consiguiendo. Acepte que me conquistara, y está aprovechándolo. Comemos juntos en el banco de nuestro primer beso, me ha presentado a sus amigos -que por cierto, son muy simpáticos y para nada raros como él me ha advertido, Niall y Louis- Me ha invitado un par de veces a salir y mañana pasaremos todo el día juntos, nuestra primera cita. Estaba demasiado emocionada, nunca pensé que estaría en esta situación con él. Si no hubiera aparecido en mi camino seguramente ahora me encontraría saliendo con Zayn, lo que siempre había querido; pero a pesar de ello, no cambiaría nada de lo que ha pasado.
Hablé con Zayn, se lo expliqué todo y se enfado, mucho...
- Lo siento... Pasó todo muy rápido, sólo seguí lo que mi corazón decía. Sentí cosas que jamás había sentido. Ni contigo, ni con nadie. - Dije derramando silenciosas lagrimas que llegaban a nuestras manos entrelazadas.
- No lo sientas! Todo esto ha sido mi culpa en realidad. - se deshizo de mis manos y se levanto bruscamente dejándome perpleja. ¿Que quería decir?
- Zayn... No compren... - fue interrumpida por un sollozo de su parte.
- No, dejalo Zoe. Dame un tiempo... - y se fue corriendo.
Después de ese momento busque a Harry y me lancé sobre él dándole un gran abrazo, mi inesperado acto hizo que casi nos cayéramos en medio del pasillo lleno de alumnos y profesores.
Levanté la mirada y me encontré a un sonrojado y sonriente Harry mirándome fijamente a los ojos. Pero sus hermosos hoyuelos no tardaron en desvanecerse al ver mi empapada cara. Se lo conté todo, incluso lo que sentí en ese momento: por una parte alivio, pero por otra me sentía mala persona.
Él solo me abrazó y me daba pequeñas caricias en mi lacio pelo mientras tenia apoyados sus labios sobre mi frente. Era increíble como en tan poco tiempo la confianza y cercanía que nos teníamos era tan fantástica.

(...)

Notaba como el calor subía hasta mis mejillas y la vergüenza invadía mi cuerpo.
Me encontraba con Harry, en nuestra primera cita. Me fue a recoger a las doce para ir a comer a un picnic en un parque a treinta minutos en coche. Un lugar precioso, todo lleno de cerezos que aunque no estuvieran florecidos, se veían demasiado bonitos.
Comimos entre risa y risa, no es que Harry fuera gracioso, me reía de su ternura al intentar hacerme reír. Después dimos un paseo, a mitad de camino noté como Harry se tensaba, y a los pocos segundos nuestras manos estaban encajadas a la perfección.
Dejamos atrás todos lo sonrojos y suspiros, y nos dirigimos a saber dónde.

Insisto, pero él no suelta prenda. ¿Que puede ser? La curiosidad me invade. Mi comportamiento de niña pequeña no parece molestarle, todo lo contrario, le encanta. Su sonrisa crece poco a poco haciendo que sus tiernos hoyuelos se marquen aún más.

Por fin llegamos, paramos en frente de una pequeña y confortable casa de ladrillos con un jardín delantero lleno de largos arbustos y espacios vacíos pensados para poner flores. ¿Donde estamos?
- Zoe. - su voz me saca de mis pensamientos y lo encuentro a mi lado sosteniéndome la puerta como todo un caballero...''